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General: LO QUE SOY Y LO QUE SUEÑO SER
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Néstor Barbarito  (Mensaje original) Enviado: 12/03/2017 13:26


Mi Alegría y mi Vergüenza

 

Mi corazón rezuma vergüenza  porque mis actos la mayoría de las veces no logran reflejar, ni de lejos –por falta de virtud o por debilidad- lo que en verdad desearía hacer y ser.

‘Quisiera hacer’ y ‘quise ser’ son las expresiones que mejor reflejan mis sueños, y quizás también los sueños de mi Padre para mí.

Anhelo que mis pasos aprendan por fin  a andar tras de Sus sueños. Cuanto más cerca de lograrlo esté, más estrecho será el negro y profundo abismo que he de pasar; menos temible ha de mostrarse la muerte. Pero eso no podré lograrlo si no me dejo enseñar; guiar por el Espíritu de Dios en serio.

 

Es una gran bendición que Dios, “el Primer Soñador”, el que soñó todo lo que después iba a crear (también a vos y a mí), conozca a fondo las más secretas intenciones y deseos de mi corazón, porque entonces, aunque nadie creyera que esos anhelos puedan vivir en él, y quizás cualquier manifestación de altas intenciones o deseos pudiera, desde afuera,  ser atribuida a hipocresía, Él los acoge como un sincero afán  por crecer en su amistad y amor. Y sé que ante esa disposición del alma, no se queda de brazos cruzados. Antes, pone de su parte mucho más de lo que pongo yo,  para ayudarme a realizarlos. Por eso confío en que «Todo lo puedo en Aquél que me conforta» (Flp 4,13)

 

Mi corazón rebosa de alegría porque el Señor conoce mejor que yo mismo mis deseos más fervientes, mis ilusiones más queridas. Con Él las comparto y en Él las apoyo. Y Él habrá de hacerlas realidad cuando al fin nos encontremos. Es un gozo poder confiárselas, sin temor a escuchar de sus labios la sentencia: “Si soñaras tan alto, no hollarías el barro”.  Él conoce todos los sentimientos que rebosan del cofre que guarda mis anhelos más secretos, y también los de la bolsa deshilachada y sucia de mis debilidades y miserias, y el dolor que su peso me causa.  

 

Alegría y vergüenza: sentimientos encontrados brotando del corazón.

En el viejo cuaderno de notas que alguna vez llamé pretenciosamente “Diario”, y cuyas páginas están en su mayor parte dirigidas a Dios, encuentro esta oración que te comparto. Si te sirve,  podemos rezarla juntos y al final,  donde dice Néstor, le ponés tu nombre:

 

“Me miraste con ojos de Madre cuando mi madre aún no existía sino en tu corazón. Por un instante tus ojos me iluminaron en un rinconcito de tu mente, y me viste tal como sería aquí en la tierra. Tan pobre y desnudo. Tan débil y lleno de miserias que acaso por un momento pensaste: «Bah… No vale la pena…» Me habías visto tal como iba a ser, como soy ahora, pero tus entrañas se estremecieron de piedad, y me amaste como una madre a su hijo más desvalido y enfermo. Entonces, como haría ella, me soñaste distinto: pleno, armonioso, rebosante de virtudes y alegría. Y entonces decidiste que ése habría de ser yo en el futuro, para siempre. Sabías que mi aprendizaje, por duro que fuese, no iba a dar resultados suficientes, y entonces dispusiste que se completara  por gracia, “per saltum”, en el paso a la última, definitiva etapa  hacia tu gloria. Decidiste suplir con tu amor y tu poder, por pura gratuidad; misericordia, lo que mi naturaleza, limitada y vulnerada además por el pecado, nunca habría de poder alcanzar por propio esfuerzo. Por eso la Encarnación y la Redención, el holocausto de tu Hijo el Cristo, que me iba a llevar en sus alas. ¡Y cómo ansío, Señor, que tu sueño se cumpla!

 

No sé si te busco o me busco, o si ambas son partes de una misma realidad y buscándome te busco,  y hallándote me encontraré, porque mi verdadero ser está en vos, aguardándome en algún rinconcito de tu corazón.

Tu sueño para mí,  es más real que mi realidad misma, porque sé que él un día, inexorablemente, gracias a tu amor y a tu misericordia, habrá de concretarse. A pesar de mi miseria.

Vos me contenés. Soy porque me conocés; porque me soñaste y me pensás tuyo y a imagen de tu Hijo. Por eso, hallándote, encontraré en tu seno al verdadero Néstor, y sabré por fin quién soy. Me descubriré en vos.     

                                                     Amén

 

 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 12/03/2017 23:11

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Este mensaje refleja el sentir de muchos de nosotros, el Señor conoce nuestras debilidades y sentimientos y deseos, tambien conoce las intenciones de nuestro corazón, aun aquello que no hemos concretado, su misericordia es con nosotros, bendiciones hermano, Araceli


 
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