Estoy convencido de que Dios está iniciando algo verdaderamente significativo en esta hora; Él ha decretado un momento de misericordia para América. No importa cuánto se haya opuesto a Cristo el corazón de las personas en el pasado, Dios está ahora presentando una ventana abierta.  por eso, no quiero pasar toda mi vida de oración, clamando: “Por favor, Señor”. En lugar de ello, quiero orar: “Sí, Señor” y averiguar cuál es mi parte. “Sí, Señor, ¿qué quieres que haga? Sí, Señor, ¿qué quieres que diga? Sí, Señor, ¿a dónde quieres que vaya?”

Cuando Dios escogió a Rebeca para convertirse en la esposa de Isaac, ella tuvo que mudarse de donde estaba e ir a donde Dios la estaba llamando para que su plan se cumpliera (ver Génesis 24:58). De la misma manera, Dios está hablando hoy a las personas, diciéndoles que se levanten y salgan de ciertas cosas. Así que, en lugar de decir constantemente: “Por favor, Señor, dame la gracia para salir de esta relación. Dame la gracia de dejar este hábito”, es hora de empezar a decir: “Sí, Señor, me has llamado a algo más profundo. Tú me has llamado a ser una persona que pueda enorgullecerse de ti hasta el punto en que otros tengan que inclinar sus cabezas y adorar. Así que ya no voy a decir: 'Por favor, Señor', mientras simplemente me quedo sentado en incredulidad. ¡Voy a estar de acuerdo contigo, salir de donde no debo estar e ir a donde me estás llamando!”

Tal vez ya sabes lo que Dios te está pidiendo que hagas. Si Él ha hablado a tu corazón, comienza con esas cosas. Si el Señor te está pidiendo que perdones, entonces perdona. Si Él te está pidiendo que hables verdad, entonces hazlo. Hasta que obedezcas lo que Él ya te ha dicho que hagas, las otras instrucciones del Señor permanecerán ocultas.

Carter Conlon