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General: SABADO DE LOS JUDIOS SABADO SEPTIMO DIA ERA EL DIA DE ADAN Y EVA GENESIS 2:1,4 .
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Damarit Espinoza  (Mensaje original) Enviado: 18/12/2021 02:11

Sabed que el Hijo del hombre es Señor del sábado.Mateo12:8 

Jesús y el sábado (Mc 2,23-28; Lc 6,1-5)


Lucas 6-> Ver. 

[V.1-> En un día de reposo. [Los discípulos recogen espigas en el día de reposo, Luc 6:1-5 = Mat 12:1-8 = Mar 2:23-28. Comentario principal: Marcos.] La RVA dice: “en un sábado segundo del primero”. Esta expresión aparece en muchos manuscritos antiguos como sabbaton deuteróprōton, que literalmente significa “un sábado segundo-primero”. No se puede saber qué significaba esta expresión, pues no es del todo lógica ni tampoco aparece en ningún otro pasaje, ni bíblico ni secular. Algunos han conjeturado que podría ser el segundo sábado después de la pascua; otros, que era el primer sábado del segundo año de una serie de siete años; otros sugieren que se trataría de una simple distinción de los otros sábados mencionados en el Luc 4:16; Luc 4:31. Ninguna de estas explicaciones tiene gran valor, por lo tanto, debe admitirse que no se sabe lo que es un sábado “segundo-primero”. Por otra parte, la evidencia textual se inclina (cf. p. 147) por la variante corta: “en un sábado”, tal como está en la RVR. 

Los que observaban a Jesús tan cuidadosamente quizá habían venido con ese propósito específico. Los espías siguieron muy de cerca a Cristo en todo el resto de su ministerio en Galilea. Los escribas y los fariseos. Con referencia a estos grupos, ver pp. 53-54, 57. Es probable que en cualquier sinagoga grande y en cualquier sábado, hubiera escribas y fariseos; sin embargo, es probable que por lo menos algunos de los presentes estuvieran allí como espías con el propósito específico de observar a Jesús e informar de todo lo que hacía y decía (ver com. Mar 2:6). 727 Si en el día de reposo lo sanaría. Compárese con las curaciones del endemoniado en la sinagoga de Capernaúm (Mar 1:21-28), la del paralítico en el estanque de Betesda (Jn 5:1-16), la del ciego en el estanque de Siloé (Jn 9:1-7), la de la mujer que había estado enferma durante 18 años (Luc 13:10-17) y la del hidrópico (Luc 14:1-6). Además de estos milagros hechos públicamente en día sábado, Cristo también sanó a la suegra de Pedro en su casa (Mar 1:29-31). Se registran siete curaciones milagrosas en día sábado, incluyendo la curación del hombre de la mano seca; por lo tanto, de unos 20 casos específicos de curación registrados en los Evangelios, la tercera parte corresponde a milagros hechos en día sábado (ver pp. 200-203; com. Jn 5:16). A fin de hallar. Los escribas y los fariseos estaban decididos a encontrar la manera de poner fin al ministerio de Jesús. Estaban empeñados en acusarlo de algo. ] Os preguntaré. Según el relato de Mateo, parece que los fariseos ya habían hecho la pregunta en cuanto a la autoridad para curar en día sábado (Mat 12:10). ¿Es lícito? Ver com. Mar 2:24. Se demostró otra vez que las leyes rabínicas estaban en pugna con las necesidades de la humanidad. Los que afirman hoy que Jesús no dio importancia a la ley de Dios, es decir, que por precepto y por ejemplo se apartó de los requisitos del cuarto mandamiento, se unen a los escribas y a los fariseos y comparten su mismo espíritu. Cuando Jesús concluyó su vida terrenal, afirmó: “he guardado los mandamientos de mi Padre” (Jn 15:10). Hacer bien, o hacer mal. O sea, beneficiar o perjudicar. Según Mateo, los escribas y los fariseos ya le habían preguntado a Jesús si era lícito sanar en día sábado (Mat 12:10). Los reglamentos rabínicos distinguían cuidadosamente entre los casos de enfermedad crónica y aquellos en los cuales había peligro inmediato de muerte. Ciertas enfermedades se consideraban más graves que otras, y quienes las padecían podían recibir la ayuda que necesitaban. Se había hecho muy poca provisión para aliviar en sábado el dolor que fuera causado por una enfermedad crónica, o para atender a quienes habían sufrido por largo tiempo, como era el caso del hombre que Jesús estaba por sanar. Es probable que la ley se interpretara en una forma más o menos liberal, y que las personas que sufrían de muchas otras enfermedades recibieran atención en día sábado. Para mayor información acerca de los preceptos rabínicos para el cuidado de los enfermos en sábado, ver Mishnah Shabbath 14. 4; 22. 6. Salvar la vida. Según otra máxima judía, no hacer el bien equivalía a lastimar; descuidar la vida era quitarla. Pero la vida de este hombre no estaba en peligro, y su curación podría postergarse hasta después del sábado. Sin embargo, Jesús afirmó que no podía ser malo hacer el bien en día sábado. Según el punto de vista de Jesús, no aprovechar la oportunidad de aliviar al que sufría equivalía a hacer lo malo. Los escribas y los fariseos estaban pensando en su insignificante regla que sería violada; Jesús estaba dirigiendo su atención al principio fundamental implicado. No salvar una vida sería quitarla; no hacer lo que mejorara la vida, sería disminuirla (Stg 4:17). Esta era una ampliación del principio del sexto mandamiento, explicado por Cristo en el Sermón del Monte (ver com. Mat 5:21-24), y el sexto mandamiento no contradecía en nada al cuarto. El sábado, dijo Jesús, fue hecho para el hombre (Mar 2:27); 728 y los actos de misericordia y de necesidad estaban enteramente a tono con sus propósitos. Los fariseos y escribas tenían intentos homicidas en el corazón. Su acusación era parte de su plan para quitar la vida a Jesús (ver com. Luc 6:11; cf. Hch 3:15), y Jesús, sabiendo lo que pensaban, conocía también lo que estaban tramando para destruirlo (Luc 6:8). Jesús pensaba quizá en esto cuando habló de quitar la vida, y procuró dirigir la atención al hecho de que su maldad hacía que ellos fueran quienes en verdad quebrantaban el sábado. Mateo añade la importante ilustración mediante la cual Cristo les hizo notar lo que estaban dispuestos a hacer por un animal, pero no en favor de un ser humano (Mat 12:11-12). Algunos de ellos estaban dispuestos a dejar sufrir a un hombre, pero evitaban el sufrimiento de un animal. Por supuesto, lo hacían para que el dueño del animal no se perjudicara económicamente. Sólo un falso concepto acerca de Dios podría inducir a dictar reglamentos sabáticos que le atribuyen menor valor a la vida humana que a la animal. ]



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