CUBA ETERNA
"Los Castro no quieren el final del embargo comercial ni la normalización de relaciones".
"Cada vez que Washington trata de abrirse hacia La Habana el regimen de
los Castro hace algo para bloquearlo".
Clinton brinda con el presidente ruso, Dimitri Medvedev,
el jueves en Praga. | Reuters
El "intransigente" régimen
de los hermanos Castro en Cuba no está interesado en el fin del embargo
estadounidense porque se les acabarían las "excusas", afirmó el viernes
la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quien además
reconoció que no espera ver cambios en la isla en un futuro cercano.
"Personalmente creo que
(Fidel y Raúl) Castro no quieren ver el fin del embargo y tampoco una
normalización con nosotros porque entonces perderían todas las excusas
por lo que no ha sucedido en Cuba en los últimos 50 años", dijo Clinton
en un discurso en la universidad de Louisville, Kentucky.
"Cuba debería tener líderes
elegidos democráticamente y la oportunidad de decidir su propio
futuro", continuó Clinton, quien sin embargo admitió que
"lamentablemente no ve esa posibilidad "mientras los Castro sigan en
el poder".
La jefa de la diplomacia
norteamericana defendió los tímidos acercamientos que ha hecho el
gobierno de Barack Obama hacia la isla, como la liberación de los
viajes a Cuba y envío de remesas para los cubanoestadounidenses o la
reanudación de las conversaciones migratorias, pero lamentó que cada
vez que Washington trata de "abrirse" hacia La Habana, "el régimen de
los Castro hace algo para bloquearlo", sostuvo.
Recordó en ese sentido que
cuando su marido, Bill Clinton, era presidente (1992-2000) y "estaba
dispuesto a hacer algunos acercamientos" hacia Cuba y ésta "empezaba a
abrir algunas puertas", se produjo el incidente del derribo en 1996 de
dos "pequeños aviones desarmados" del grupo anticastrista Hermanos al
Rescate, que llevó a Clinton a endurecer el embargo firmando la ley
Helms-Burton.
Y ahora, agregó Clinton,
cuando Obama estaba realizando nuevos pasos hacia Cuba, se produjo el
pasado diciembre el arresto del contratista estadounidense Alan Gross,
a quien el gobierno cubano acusa de espionaje pero que según la
secretaria de Estado lo que hacía era "pasar información y ayudar a
cubanos ancianos a comunicarse mediante Internet".
Asimismo, Clinton criticó
que "se dejará morir en la cárcel" al disidente cubano Orlando Zapata
Tamayo a causa de una huelga de hambre en febrero y el hecho de que la
isla mantiene a unos 200 presos políticos en la cárcel "por motivos
triviales".
Con todo, consideró que
estos últimos casos están haciendo que "por primera vez" se produzca
una verdadera condena mundial a lo que sucede en Cuba.
"Creo que por primera vez, y
porque nosotros dijimos que estábamos dispuestos a abrirnos y todos
vimos el modo en que los cubanos respondieron, por primera vez muchos
países que no han hecho más que reprendernos por el fracaso
estadounidense de abrirse más a Cuba han empezado a criticar ahora a
Cuba", señaló.
"Muchos en el mundo están
empezando a ver lo que nosotros veíamos desde hace mucho tiempo, que
(el cubano) es un régimen muy intransigente y afianzado que ha sofocado
las oportunidades para los cubanos", agregó.
"Espero que (las autoridades
cubanas) empiecen a cambiar y nosotros estamos dispuestos a cambiar con
ellos, pero no sé si eso sucederá antes de que pase algún tiempo",
concluyó.
FIDEL & RAÚL