Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Secreto Masonico
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 EL SECRETO DE LA INICIACIÓN 
 Procesos Secretos del Alma 
 Estructura Secreta del Ritual Masónico 
 Los extraños Ritos de Sangre 
 Cámara de Reflexiones 
 
 
  Herramientas
 
General: Gnosis – La Enseñanza Secreta de Cristo
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 20/11/2010 21:34
Gnosis – La Enseñanza Secreta de Cristo
Los sacerdotes católicos negaron siempre que la religión cristiana primitiva contara con un culto secreto y doctrinas esotéricas. Sin embargo, el Nuevo Testamento posee ciertos textos bastante perturbadores el Evangelio de San Juan y alguna Epístola de San Pablo,"así como el Apocalipsis. Sea lo que fuere de este problema muy controvertido, no es menos cierto que ha existido cierto número de cristianos que, deseando ir más allá de la Fe, buscaban el Conocimiento (Gnosis) perfecto, que va más allá de las apariencias sensibles y permite explicar la razón de ser de todas las cosas. "¿Qué es una Gnosis sino un conocimiento el vocablo griego gnosis no significa otra cosa, pero un conocimiento que no solamente está enteramente dirigido hacia la búsqueda de la Salvación, sino además, al revelar al hombre a sí mismo y al develarle la ciencia de Dios y de todas las cosas, le trae la salvación, o mejor, es por sí mismo Salvación?" Es decir, que el término Gnosis puede aplicarse a gran número de sistemas teosóficos, que han sido sostenidos en todas las épocas y en las más diversas religiones: las aspiraciones "gnósticas" reaparecen sin cesar en el pensamiento religioso, pues siempre hay hombres que quieren librarse de los lazos de la materia para elevarse hasta la Causa primera, hasta el Dios, desconocido... Sin embargo, en sentido restringido, la Gnosis, o, más exactamente, el Gnosticismo, designa el vasto movimiento que se desarrolló, durante los primeros siglos de nuestra era, en el seno del cristianismo. Aquellos "Gnósticos", que decían ser los depositarios del Conocimiento perfecto y salvador, disimulado bajo los símbolos de los Libros santos, transmitido oral y secretamente por los Apóstoles y las Santas mujeres (herederos de la tradición misteriosa traída por Cristo), no formaban un cuerpo homogéneo, sino que estaban divididos en gran número de pequeños grupos, de cenáculos, de capillas, de conventículos, de sociedades secretas, manteniendo relaciones unos con otros, pero a veces opuestos entre sí. Las doctrinas gnósticas, cuyos orígenes son aún bastante mal conocidos se hallan elementos egipcios, iranios, griegos, judaicos, etc., presentan diferencias bastante sensibles de un doctor a otro, de una secta a otra, y se necesitarían numerosas páginas solo para enumerarlas. No obstante, puede encontrarse en ellas cierto número de rasgos comunes: superioridad del conocimiento sobre la fe y las obras para asegurar la salvación del hombre (cf. la distinción de Valentín entre los "hílicos", hombres materiales entregados a la perdición, los "psíquicos", hombres que se salvan por sus buenas acciones, y los "neumáticos" [del griego Pneúma = "Espíritu"] o Gnósticos, que son los únicos capaces de llegar a la plenitud de la iluminación); emanación, del seno del Ser misterioso e insondable, del universo, por muchísimos intermediarios (los Eones), de los cuales el último es por lo general un "Demiurgo" malo o simplemente inferior, que ha creado el mundo sensible en que vivimos; posibilidad que tiene el iniciado de volver a su Fuente primera desarrollando el germen divino que hay en él, pues la iluminación interior (traída por el Espíritu Santo, que es "Dios en su aspecto activo, iluminador y salvador") nos da a conocer "dónde estamos y qué somos, de dónde venimos y adonde vamos"... Todas esas especulaciones nacieron de una misma intuición fundamental: la angustia ante el problema del mal, el deseo de explicar cómo un mundo imperfecto y finito pudo ser creado por un Dios infinito y perfecto. En lo que se refiere a la iniciación entre los Gnósticos, cuyos grupos eran, en suma, sociedades secretas, el historiador puede tener un conocimiento bastante preciso: al neófito lo iniciaban en las doctrinas de la secta por grados sucesivos, luego de pruebas; pero sobre todo' había ritos iniciáticos propiamente dichos: sacramentos, fórmulas mágicas, "santo y seña", que debían abrir al alma, en su ascensión hacia el Cielo después de la muerte, libre paso a través de las siete esferas planetarias, custodiadas por "arcontes" hostiles. Había, naturalmente, signos de reconocimiento entre iniciados... En el culto secreto se empleaba toda clase de objetos rituales: los diagramas resumiendo las doctrinas; las gemas conocidas con el nombre general de Abraxas (pues la mayoría llevaba grabada la palabra Abraxas, término mágico del cual la suma de los valores numéricos de las letras da 365): se observan figuras esquemáticas, personajes simbólicos (por ejemplo, un ser con cabeza de gallo, busto y brazos de hombre, piernas formadas por dos serpientes, con un broquel en una mano y en la otra un látigo), animales alegóricos como la serpiente que se muerde la cola (Uróboros) o el escarabajo, diversos motivos como un hombre o una mujer, el disco solar, la media luna y las estrellas, etc. Las gemas sirvieron de talismanes; pueden reconocerse igualmente alusiones a los ritos y a las creencias de las sectas que las usaron, y las joyas señalaban los diferentes grados de la jerarquía iniciática, que a su vez correspondía a las etapas de la liberación del alma El gnosticismo se propagó en todo el Imperio romano, a pesar de la polémica encarnizada que los Padres de la Iglesia sostuvieron. Debe notarse Salvo entre los marcionitas que, preocupados so-bre todo de doctrinas morales, formaron comunidades abiertas, animadas de ardiente proselitismo. En nuestros días existen diversas iglesias neognósticas que tienen sacerdotes y sacerdotisas. Pero son de fundación reciente también un movimiento nacido de la Gnosis, pero que, a la inversa de ésta, constituyó una Iglesia, animada de un espíritu de proselitismo y de conversión: el Maniqueísmo, doctrina del reformador persa Maní (216-276), religión universal, conquistadora, que extendió su influencia tanto en Occidente como en Oriente, penetrando hasta en China y en el Turquestán. Los maniqueos formaban dos categorías: los Auditores o Catecúmenos, por una parte; los "Elegidos", por la otra, que estaban sujetos a riguroso ascetismo. Esa división se encontrará entre los "Creyentes" y los "Puros" en los Cataros o Albigenses http://groups.google.com/group/secreto-masonico/browse_thread/thread/... Estamos bien informados sobre la doctrina maniquea, la forma más radical que existe de dualismo entre los Principios del Bien y del Mal. Los ritos, el culto secreto que celebraban los Elegidos se conocen igualmente bastante bien: eran ceremonias, sacramentos muy simples, al revés de los ritos complicados de los otros Gnósticos. La Gnosis ha sido siempre la gran tentación de muchos espíritus religiosos: muchos hombres se han visto acosados .por el eterno problema del Bien y del Mal; otros han querido poseer el Conocimiento perfecto, que explicaría todo, respondería a todas las preguntas "¿por qué?"; También hubo quienes sintieron la atracción de las ceremonias misteriosas... La Iglesia católica nunca dejó de tener que combatir esas tendencias "heterodoxas". Si, luego de su triunfo, consiguió destruir el mayor número de las obras —muy numerosas— escritas por aquellos "heréticos", resultó en vano; la tradición gnóstica jamás dejó de ejercer su influencia, pero de manera secreta, lejos de las miradas; y el eco lejano, siempre vivaz, se encuentra en ciertos ritos y símbolos de la Masonería http://groups.google.com/group/secreto-masonico


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Alcoseri Enviado: 28/06/2012 14:10


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados