Una Logia Masónica “No Ordinaria”
Un Joven fue iniciado masón en una
Logia como tantas, pero al cabo de poco tiempo algo marchaba diferente a como
marchan las acostumbradas cuadradas
logias masónicas tan comunes, este Joven
sabia de cómo deberían desenvolverse las
Logias, pues su padre había sido masón,
y también mantenía contacto por internet con otros masones, y así de alguna u otra manera sabia de la temática
y de la mecánica casi robótica en que se desarrollaba en una Logia.
Pero en una Tenida cuando un día el
joven recién iniciado masón llegó al templo masónico, el venerable maestro le envió solo a un bosque.
Y le dio a la tarea de describir que sentía
en aquel bosque.
Cuando a la semana siguiente el joven
recién iniciado masón volvió al templo, el venerable maestro le pidió que describiera todos los sentimientos
que tuvo cuando estuvo a solas en el bosque.
Entonces el joven aprendiz de masón dijo:
"Venerable Maestro, pude bien sentir algo de miedo, sentí en mi rostro al
viento seco, luego sentí paz, luego de noche
sentí la brisa húmeda y fría que golpeaba
mi cara, sentía como mis pies removían las hojas..."
El venerable maestro de su logia le pidió al joven masón regresar al bosque para sentir lo que no le fue posible sentir la vez anterior.
Aunque intrigado, el Joven masón obedeció
la orden del maestro masón , pensando:
"No entiendo, qué más puedo
sentir..."
Durante horas el joven masón se dispuso a sentir , sentir ,
sentir más, sentir lo que pudo habérsele escapado la vez anterior... pero no
podían distinguir sentir nada nuevo más
allá de lo que le había dicho ya a el maestro masón.
Pero unas horas más de profundizar en
sí mismo , de meditar, estar en introspección , comenzó a distinguir unas vagas pero diferentes sensaciones , otros
sentimientos que le afloraban, de lo que había sentido en su vida antes.
Y entre más y más sentía, unos
sentimientos más se le fueron revelando.
Un sentido de la maravilla del Todo le
tomó por completo.
Yo pensó: "Estos deben ser los
sentimientos que el maestro quería que
yo sintiera..."
Y sin prisas, estaba allí el joven
masón sintiendo el todo y a la vez sintiéndose a sí mismo, como en un
Todo de Unidad, de su Yo unido con la
Naturaleza y el Cosmos.
Quería asegurarse de que estaba en el
camino correcto en cuanto a su sentir.
Y cuando regresó al templo masónico,
el venerable maestro le preguntó qué más había logrado sentir.
Paciente y respetuosamente el joven aprendiz masón dijo:
“Venerable Maestro, cuándo viste por
segunda vez el bosque podía sentir la apertura de las flores, sentir la salida
del sol y lo más maravilloso por primera vez hice contacto conmigo mismo a través
de sentirme y de sentir el bosque, sentía mi ser, sentía mi cuerpo , sentía mi
cerebro, al bosque lo sentí como a un verdadero templo masónico vivo... Yo era uno con el
Bosque"
El maestro masón sonriendo, asintió con la cabeza y dijo:
"No debes mi joven hermano masón
perder esa sensación, no debes perder ese estado de lucidez. Para poder sentir
lo que otros no sienten es necesario
agudizar tus sentidos, debes despertar a la Consciencia , y tener la calma necesaria para convertirte en un ser más sensitivo.
Sólo cuando aprendemos a sentir los
corazones de las personas, sentir sus sentimientos mudos, sensibilizarnos a sus
miedos y sus quejas silenciosas no confesadas, una persona puede mostrarse de
una forma y sentir otra; el masón debe sensibilizarse al máximo, a tal grado de
sentir incluso el alma de los demás.
La muerte del espíritu comienza
cuando la gente sólo capta las palabras pronunciadas por las bocas, prestando
atención solamente a gestos faciales superficiales, sin prestar atención a lo que sucede en el
interior de las personas, sin escuchar sus sentimientos, deseos y opiniones
reales.
Es necesario, por lo tanto para el
masón , sentir el lado al que nos hemos
insensibilizado , nos hemos olvidado de sentir y de medir lo más profundo del
ser humano y del Universo, todos somos el Universo , sentir tiene su gran
valor, ya que sentir es la parte más importante que debe desarrollar ser humano
..
Alcoseri