Estos Grandes Iniciados de la Antigüedad admitieron entre ellos sólo aquellos que habían alcanzado la perfección en uno de los cuerpos de albañilería. Se prometieron ayuda y asistencia en todas las circunstancias de la vida y juraron mantener en secreto el conocimiento del arte de construir , los procesos y las invenciones que se les comunicarían para mejorar aún más y avanzar en su arte en el camino de creación continua. De forma muy digna hoy los masones del presente Marzo del 2020 portamos los mandiles masónicos que son una reminiscencia simbólica de los antiguos constructores de Pirámides, Templos , Zigurats y Catedrales. Celebramos en estas fechas el inicio de la primavera , con ocasión del equinoccio de Primavera, en fiestas fraternales, la comunión de corazones y la conjunción de su trabajo creativo.

Hasta el presente equinoccio de primavera del año 2020 los masones nos seguimos reconociendo con palabras discretas, signos y gestos que aún nos abstenemos de comunicar a los legos seculares “no masones” y, armados con estos pasaportes invisibles, seguimos cruzando vía virtual gracias a la internet: las fronteras, los continentes y los mares, y nos seguimos reconociendo como maestros masones , compañeros y aprendices de masón, pero más allá el masón es reconocido y reconocible por su forma de interactuar en los foros masónicos de la Internet . En todas partes, a pesar de las diferencias de razas, idiomas, religiones y costumbres, somos recibidos como hermanos masones y hermanas masonas entre sus hermanos y hermanas.

Encontramos en el Antiguo Testamento, en el capítulo de Reyes, el relato de la construcción del templo que Salomón había erigido para la gloria del Señor, por Hiram, el hijo de la Viuda, arquitecto principal del reino de Tiro, en Un lugar dedicado al amor fraternal, en la colina del monte Moría, cerca de Jerusalén. Esta tradición que nos alcanza hasta hoy y constituye el fundamento del orden masónico universal.

A finales del Siglo XVII y principios del Siglo XVIII, cuando los Maestros Masones se liberaron por fin de los grilletes corporativos regidos por el Vaticano y de la Iglesia Anglicana, sólo los mejores trabajadores de la obra fueron admitidos en las filas de las Logias Especulativas, después de haberse sometido con éxito a las pruebas rituales destinadas a medir sus capacidades profesionales, físicas y morales. Recordemos que los Gremios constructores de Catedrales eran dirigidos desde el Vaticano por el Papa en turno, que le juraban obediencia y fidelidad, pero eso terminó definitivamente y para siempre en 1717.

Y en un contexto político, religioso, económico y social que consideraba el trabajo de albañilería al servicio de la Iglesia como una penitencia, pero que les hacía exaltados a los ojos de la Iglesia por ser constructores de Catedrales, aun así todo su esfuerzo como era entregado como ofrenda al Vaticano , estaba prohibido a los nobles y clérigos participar como albañiles en la obra , aun así los masones operativos llegaron a constituir una respetable élite de mente y corazón respetada por el Vaticano y por la unanimidad en General .

En cualquier momento, cuando un señor feudal, clérigo o laico, decidía emprender una construcción, catedral o capilla, castillo o casa, comenzó por obtener la ayuda de un cualificado maestro masón arquitecto. Éste, después de examinar el terreno y consultar con el señor del edificio para construir, su destino y sus proporciones, envió a todo el país emisarios encargados de convocar a los compañeros albañiles en los que confiaba.

A la llamada del Jefe Arquitecto Maestro Albañil encargado del proyecto, y que era aprobado el proyecto, pronto luego llegaban de toda Europa , albañiles calificados, acompañados de sus esposas , hijos, rebaños , semillas y herramientas. Cuando todo estaba listo , el Jefe Arquitecto Maestro Albañil hacia formar un círculo alrededor de un punto geométrico que había elegido cuidadosamente cerca del lugar donde se abriría el sitio de la construcción de una Catedral. Y ahí es donde se alistaban los primeros pasos:

Construir los albergues, mercados, establos , graneros etc. Tenía que estar todo orientado, a la futura Catedral. Era construido con cuidado y amor fraternal , artísticamente bien diseñada una ciudadela alrededor de la futura Catedral.

En su centro de la futura Catedral se alzaba un altar triangular, en perfecto equilibrio al entorno. El puesto del maestro se colocaba al Oriente para recibir la luz del sol naciente. Enfrente, a cada lado de la puerta que se abría hacia el oeste, se colocaban dos puestos que marcaban los lugares del primer y el segundo supervisor de obras, responsables respectivamente de la instrucción y la dirección de los jornaleros compañeros y aprendices. Los trabajadores se asentaban al pie de las dos columnas, similares a los que custodiaban la entrada al templo del rey Salomón, los compañeros al mediodía, los aprendices del septentrión. Porque eran hombres libres eran respetuosos del orden. A la cabeza de los principios que la Filosofía del Maestro les enseñó, figura el adagio según el cual la libertad no puede ejercerse en desorden y confusión. Su franqueza tenía por condición, por precio y por contrapartida la disciplina irreprochable que sabían imponerse libremente. Y claro en esto había reglas a seguir , y algo que hasta hoy nos impresiona y era que durante la construcción de Catedrales Góticas, apareció un fenómeno inusual , y era que al Arquitecto Maestre encargado de las Obras era elegido democráticamente por todo el cuerpo de Albañiles, todo esto como para asegurar que el más digno y capaz de este puesto fuera elegido periódicamente, en este proceso de elección ni reyes , ni papas intervenían. Pero , luego el clero , las clases reinantes y otros curiosos , como siempre intentaron inmiscuirse en estos conclaves de albañiles. A esto optaron los albañiles en crear albergues cerrados a los que llamaron Logias.

¿Qué estaban haciendo los albañiles en estos albergues o Logias?

- Antes que nada resguardarse en estas logias o albergues de los fisgones, y para no ser robados guardaban religiosamente sus bienes más preciados, que eran sus herramientas. Estas herramientas fueron objeto de cuidado y respeto para todos porque, por un lado, estaban investidas de un carácter sagrado, como símbolo de la victoria del espíritu sobre la materia gracias a la maravillosa conjunción del cerebro y la mano cuya acción efectivamente prolongaron, y, por otro lado, fueron los instrumentos esenciales para el ejercicio del Arte Real. Sin la herramienta de realización, la invención de la mente es sólo soñar despierto.

- También es en estas Logias o albergues era donde el arquitecto maestro recibía el juramento de los trabajadores albañiles que se comprometieron a trabajar de manera leal, respetando las reglas del arte y las costumbres y costumbres de sus oficios, a no desperdiciar los materiales que el propietario les pondría a su disposición y no revelar nada de los secretos de la profesión de masones operativos a aquellos que no eran juramentados como albañiles operativos. Esta solemne obligación fue tomada ante el altar de juramentos sobre el cual se colocaron los tres instrumentos principales de trabajo: el compás y la escuadra y el círculo sin principio ni fin, símbolo del espíritu infinito, eterno y universal; la escuadra que da el ángulo correcto por el cual la piedra rugosa se vuelve cúbica y puede ensamblarse en edificios armoniosos, símbolo de la materia animada por el espíritu; y finalmente la regla, símbolo de la ley común que gobierna tanto los fenómenos del mundo real como los del mundo espiritual.

El compás era de oro, la escuadra de plata y la regla de madera. Tenía la regla veinticuatro pulgadas divididas en tres fracciones: las veinticuatro horas del día del albañil, ocho de las cuales estaban dedicadas al trabajo en el sitio, ocho para dormir y ocho para la oración, la meditación y la instrucción. . Las ocho horas reservadas para la elevación del alma y el cultivo del espíritu, los Hermanos los pasaron en la Logia en donde, después de la oración de la tarde, recibieron las directrices para el trabajo del día siguiente, recibieron su salario. , y mientras tanto comunicaron el conocimiento unos a los otros. Primero estudiaron la ciencia de la ciencia, que preside el desarrollo y la vida del cosmos, la geometría cuya inicial aparece en el centro de la estrella ardiente que brilla al norte de la Logia; luego, por supuesto, todas las técnicas que contribuyen al arte de construir; finalmente, porque ningún campo estaba cerrado a las investigaciones de estos hombres libres, todas las ciencias conocidas en ese momento: filosofía, teología , moral, medicina, geometría, alquimia, astrología...

Y hasta la medianoche, las tres ventanas de la Logia difundieron la discreta luz de las tres velas que enmarcaban el altar y la de las velas que iluminaban las bandejas del venerable maestro y los dos supervisores, mientras que los himnos, las canciones masónicas, Las oraciones, las conversaciones y los debates fraternos resultantes animaron extrañamente el silencio del campo circundante. Aseguran que las Catedrales Europeas estaba asentadas sobre antiguos templos druidas, donde las Aras druidas o altares de pierda servían a los albañiles para hacer sus rituales y juramentos solemnes.

Sucedió que estas modestas logias, que se habían convertido en centros de cultura, ciencia y amor fraternal, atrajeron la curiosidad de los habitantes de los castillos, distritos y granjas vecinas. Todos, intrigados, que a veces llegaban a poner un oído indiscreto a la puerta de las Logias con la esperanza de penetrar el secreto de estos extraordinarios plebeyos que, más resultaban más eruditos y educados que los monjes, sabían leer, escribir, dibujar y pintar, contar y calcular, y además cavar los cimientos, derretir los metales, esculpir, grabar, cincelar, trabajar con madera, hierro y piedra, erigir las paredes y colocar los marcos, en una palabra, diseñar todo y hacer todo. Recordemos que en aquella época , pocos sabían leer y escribir, y menos saber de ciencias, las logias se convirtieron en universidades y en puntos instrucción científica.

Estos hombres increíbles, amables y corteses como caballeros, trabajadores y musculosos como siervos, pasaron parte de la noche charlando y, desde el amanecer ocupados en el sitio de construcción, llenando el aire con la laboriosa canción de los mazos, tijeras, sierras, martillos, poleas y carretillas, transportando, izando, empujando, trabajando incansablemente un material inerte y rebelde y logrando darle gracia y vida, y el impulso de un acto de fe.

Viendo los grandes logros y erudición de los masones operativos , algunos de estos vecinos curiosos, nobles, clericales o burgueses incluso se envalentonaron hasta que vinieron a pedirles a los Maestres de la logias que los aceptara en la fraternidad, aunque no pertenecían a la profesión de albañiles. Si el solicitante era de buena constitución física y moral, si era un adulto, nacido libre y de buen carácter, se tuvo en cuenta su solicitud. Fue admitido para someterse a las pruebas, y recibió la masonería de acuerdo con los ritos y misterios de la Orden. Durante su iniciación en los secretos y privilegios de la masonería, se le exigió que prestara el juramento habitual de lealtad al gobierno de la Orden y a las reglas de la logia, de obediencia no ciega pero inteligente a los jefes de la hermandad, dedicación y amor fraternal por sus hermanos y todos los miembros de la familia humana.

Cuando el secular hacía este juramento en el altar de la logia, las tres herramientas simbólicas estaban presentes, el compás , la escuadra , la regla, regla que controla el horario diario de los masones operativos a los que el neófito no podía ser razonablemente requerido, la regla de 24 pulgadas fue reemplazada por otro símbolo Representando por la ley moral. Era una especie de pergamino artísticamente iluminado en el que se transcribía el evangelio de Juan, "En el principio era el Verbo...", o una biblia, pero luego esta pergamino pronto como la invención de la imprenta fue sustituido por la Biblia Misma en Libro.

Así, entre la escuadra y el compás , la regla de madera de los compañeros masones operacionales, por la fuerza de las cosas, se había sublimado y ampliado a dimensiones ya universales, al mismo tiempo que, entre los antiguos masones operativos , nacieron los masones aceptados o sea no propiamente relacionados con la albañilería . Por lo tanto, estas hermandades de constructores que comúnmente se llamaban logias, desde el mismo nombre del lugar sagrado donde se reunieron, se convirtieron, desde ya el comienzo del siglo XIV, en Logias de masones libres, antiguos y aceptados, y, después con el paso del tiempo , ya no había albañiles operativos en Logias, o cuando la construcción se completaba y no había construcción de Catedrales , permanecieron vivos gracias a los masones especulativos que ahora las animaban solos, pero siempre recordando gracias a las herramientas de albañilería , el origen de la masonería como albañiles constructores de Catedrales .

Habiendo una vez entrado la Biblia en la Logia , ya salió de logias masónicas. Después de la apertura ritual de las obras, el Hermano que cumple las funciones de maestro de ceremonias lee el salmo 133 que sirve desde hace cientos de años en Logias como punto de partida y tema constante para las meditaciones de la noche de tenidas o sesiones masónicas. Hoy en día, los masones siempre hacemos un solemne juramento de iniciación en este Volumen de la Ley Sagrada, abierto sobre el altar y coronado por la escuadra y el compás. Todo su trabajo se lleva a cabo en presencia de este símbolo masónico único con dimensiones triples. El libro de la ley Judía no evoca ninguna religión en particular para ningún masón . Más bien incluye a todos en la religión universal masónica que acoge a todos los humanos de buena voluntad. Su entrada en la logia en un momento en que su lectura estaba prohibida para aquellos que no eran clérigos no implica ninguna sumisión, sino que, por el contrario, marca una etapa importante en la liberación de la conciencia humana , ya que describe la liberación del pueblo Judío de la esclavitud en Egipto , llamando así a todos los pueblos del mundo sometidos a liberarse de las cadenas de todo tipo de esclavitud , así la Santa Biblia evoca , en todo momento a asignar un orden a investigación humana.

La Biblia no es, para el masón, ni un relato histórico ni un tratado teológico. Es el símbolo de la ley viva. No es objeto de controversias tediosas y estériles, sino una fuente de inspiración y reflexión. Representa el enfoque de la humanidad, abriéndose camino sobre la base de las realidades, gracias al motor de la mente y al obstinado esfuerzo de su razón, su intuición y su imaginación. Muestra al hombre que emerge de la bestialidad hacia el viaje hacia el conocimiento que es tanto comprensión como participación. No es solo la historia auténtica o legendaria del pueblo judío, ni la historia de la pasión de Jesús. No es sólo el diálogo del hombre con su Creador. Es todo al mismo tiempo, y mucho más. No es prerrogativa ni propiedad de ninguna iglesia, ni religión, ni secta, ni raza, ni civilización. Ella la biblia es la suma de un Saber ancestral . Es al mismo tiempo, milagrosamente, escribir y hablar, tradición y evolución. Establece el diálogo eterno del pasado y el futuro. Es memoria y profecía. Vale lo que describe y lo que sugiere. Como la vida, y parece diversa, multifacética, compleja y multidireccional , vasta y cambiante como el mar, es cierto. Pero como el mar, es uno porque expresa la ley, la ley sagrada que se impone a todos y protege a todos, la ley que hace que la parte del todo sea interdependiente y que hace que todo dependa de la parte, la ley de amor.

Quien diga asignarle contenido y significado inmutables le quitaría significado, poder y eficiencia porque es, sobre todo, encantamiento e incitación.

En la Biblia hay códigos secretos , esperando descifrarse , hay en la Biblia el gran registro familiar de todos los hombres y mujeres, los que han vivido, los que viven y los que vivirán después de ellos.

Debe leerse con los ojos del alma y no con los de la carne. Sería criminal esterilizar el espíritu diseccionando su carta. Es recomendable aceptarlo y recibirlo generalmente el impulso lírico, porque es una canción de amor. Y una canción de amor no puede ser analizada. Es la armonía de las notas lo que da origen a la música, es la disposición de las palabras lo que da origen a la oración. Aisladas, las notas y las palabras bíblicas son solo sonidos sin significado, sin eco, sin poder, sin virtud ..., sin esperanza.

Su maravillosa canción despierta el alma, la memoria común de la especie, enterrada, dormitando en las profundidades del inconsciente colectivo. Es, entre todos los humanos, el cemento y el vínculo, y el pacto de alianza. Es una apertura al mundo. Es una comunión con él porque es el aliento y los latidos del corazón.

Quién sabe cómo escucharlo es definitivamente arrancado de su soledad, porque, liberado del espacio y el tiempo, participa en la vida universal y camina hacia la Gran LUZ que se otorga a los masones en Logia.

Alcoseri