| 
   
   Los Embates Cuando sufrimos los embates
 del pragmatismo y el predominio
 de las mentalidades preocupadas
 por la eficiencia, nos resulta difícil
 admitir la nobleza de las personas
 que se despojan de su vida,
 del don más valioso que han recibido,
 para acrecentar o salvaguardar la vida
 de otras personas.
 El misterio esencial que profesamos confiesa que Jesús
 vivió compasivamente, entregando
 su existencia para que hombres y mujeres
 experimentáramos la incomparable
 misericordia divina. Su proceder
 nos parece del todo razonable
 cuando consideramos sólo su naturaleza divina.
 Mientras Dios practique la entrega total
 en provecho nuestro nos entusiasmamos.
 Lo en verdad importante es que nos decidamos a vivir en compasión
 y justicia con nosotros mismos
 y con nuestros prójimos.
   
   
   |