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  SeñalesJuan y Pedro vivieron
 diferentes procesos de fe.
 Uno caminó más de prisa que otro,
 uno necesitó más señales que otro.
 Cada uno de nosotros vivimos
 de manera peculiar el camino de la fe.
 Lo importante es considerar
 que Dios nos sigue ofreciendo señales
 para que descubramos su presencia gloriosa
 en medio de nosotros.
 Quien experimenta la existencia
 resucitada de Jesús en su vida,
 aprende a vivir con sabiduría y libertad.
 Aunque todavía se amedrenta ante
 el sufrimiento y el dolor, aprende
 a descubrir confiadamente
 la presencia discreta de Dios en su vida.
 Los parientes y amigos nuestros
 que se mantienen serenos en la prueba,
 nos animan a descubrir
 la presencia resucitada de Jesús
 en cada acontecimiento...
      
   
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