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Cuantas.... cuantas veces me sentí vacía...
sin un futuro promisorio que me hiciera sentir una esperanza
de lo que es vivir en felicidad...
Machacando todo aquello vivido con desgracias ....con desamor...
analizando cada cosa y llegando a un masoquismo sin final.
Me sentaba en mi sillón, con una copa en la mano,
con un cigarro en la otra y con la mente repasando los sucesos
como una película de drama y de terror.
Sintiéndome abandonada de la Gracia Divina
y llorando mi dolor...
Escuchaba la música que parecía daba en el punto
que afloraba todo aquello que me lastimaba
y me hacía gozar con ello.
Que ganaba con escarbar en la llaga??
Con lamentar todo aquello que me había abollado el alma,
que me había dejado huellas de dolor...
Para que recurría al pasado si ya nada podía cambiar de el...
Ya lo había vivido mal que bien.
Porqué ese lamento??
Porqué el compadecerme y victimizarme en algo que no se podía
ya cambiar...
Fueron tantos años de tortura inútil que ni se para qué...
Para que daba vueltas como un carrusel??
preguntándome el por qué??
porqué a mi?
Ahora comprendo el porqué era muy necesario
pasar por todo lo doloroso, para que hoy valorara
lo que es la verdadera felicidad,
si no hubiese pasado por esos momentos difíciles
no entendería lo que ahora gozo plenamente
y se que es un regalo de Dios...
Fue muy difícil.... si ... lo se...
pero ahora agradezco lo vivido porque los frutos
se han dado en abundancia ya solo para el amor,
ese amor que me permite ver las cosas desde otra perspectiva
y me mantiene joven de espíritu
con la ilusión de vivir muchos años sintiendo
y gozando de mi presente borrando las penurias del ayer...
Mi vida es nueva, acaba de nacer,
con la firme esperanza, la ilustre ilusión de que la vida es justa
y se le da a cada quien lo que se merece.
A mi me da la felicidad en el amor...
Y yo la recibo... la vivo y la acepto porque me la merezco..
y porque así lo quiere mi Dios...
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