Tercera Aparición
Jueves, 19 de enero de 1933:
"Soy la Virgen de los Pobres".
"Esta fuente está reservada para todas las Naciones,
para aliviar a los enfermos. Rezaré por ti. Adiós"
A las siete de la tarde, del jueves 19 de enero, cubierta la cabeza con un viejo abrigo para mejor resguardarse del frío, Mariette sale de casa acompañada de su padre. Después de algunos pasos, se arrodilla sobre la tierra nevada y reza. De pronto extiende los brazos y grita: "Oh, he la aqui" Un momento de silencio, luego pregunta: "¿Quién es Ud. mi bella Dama?» La Dama contesta: "Yo soy LA VIRGEN DE LOS POBRES". Entonces la Virgen conduce la chiquilla al manantial. Mariette anda despacio, se arrodilla en los lugares donde se paró la víspera. Junto al manantial se arrodilla con la mirada fija hacia lo alto del declive en donde se encuentra la Virgen. Mariette vuelve a preguntar: "Bella Dama, ayer Ud. dijo: este manantial me está reservado, es para mi. ¿Por qué para mi?" Señalándose, pone las manos en el pecho. La sonrisa de la Virgen se acentúa y le contesta que el manantial es "para todas las naciones.., para los enfermos". Mariette repite las palabras con voz clara y nítida y añade "Gracias, gracias". La Virgen dice despacito < Pediré por ti, hasta pronto ». La Virgen se aleja como la víspera, enpequeñeciéndose, por encima de los pinos.
Cuarta Aparición.
Viernes, 20 de enero de 1933:
"Deseo una pequeña capilla."
Mariette se siente un poco mal. Esto no le impide de salir ha a las siete de la tarde. Arrodillada en el huerto, reza el rosario. A los dos minutos grita: "He la aquí". Después ella pide con voz clara: "¿Qué desea Ud. bella Dama?" La Virgen contesta: "Desearía una capillita", luego, abriendo las manos, las extiende sin separarlas de su pecho. Con la mano derecha hace la señal de la cruz para bendecirla y desaparece. En este instante Mariette se desmaya. Ayudado por un vecino, el padre asustado la lleva a casa. Ella vuelve en si enseguida y se duerme tranquilamente.
Intervalo
Del 21 de enero al 11 de febrero todas las tardes a las siete Mariette va a rezar en su lugar acostumbrado. A menudo el frío es intenso pero Mariette continúa rezando. En estos días, solamente ella cree verdaderamente en la Virgen de los Pobres quien quiere volver a ver cueste lo que cueste. La volverá a ver.
Quinta Aparición.
Sábado, 11 de febrero de 1933:
"Vengo a aliviar el dolor. Adiós"
Mariette está arrodillada en el huerto. Algunas personas están presentes. Al final del segundo rosario Mariette se levanta de repente, se dirige hacia al borde del huerto y va hacia el manantial, se arrodilla en los mismos lugares como anteriormente. Una vez llegada al manantial se arrodilla, se inclina, pone la mano en el agua, se persigna con el rosario. La Virgen le confía: "Vengo a aliviar el dolor, hasta pronto". Luego, se aleja como de costumbre.
Sexta Aparición.
Miércoles, 15 de febrero de 1933:
"Creed en Mí, yo creeré en vosotros. Rezad mucho. Adiós."
La Niña le dice: "Santa Virgen, el capellán me ha encargado de pediros una señal". La Virgen contesta: "Creed en mi, yo creeré en vosotros". Luego confía un secreto a la niña. En el momento de desaparecer añade: "Rezad mucho, hasta pronto".
Séptima Aparición.
Lunes, 20 de febrero de 1933:
"Hijita, rezad mucho. Adiós"
Hay nieve, hace mucho frío. Al final del segundo rosario Mariette extiende los brazos bruscamente y su plegaria se hace más rápida. La bella Dama ha bajado como de costumbre y se lleva consigo la niña hacia el manantial. Mariette se arrodilla en los sitios acostumbrados y reza cada vez que se para. En el manantial la Virgen sonriente como siempre y le dice: «Querida niña, reza mucho ». Después, dejando de sonreír añade antes de marchase y con voz grave: "Hasta pronto".
Octava Aparición.
Jueves, 2 de marzo de 1933:
"Soy la Madre del Salvador, Madre de Dios. Rezad mucho. Adiós."
Llueve torrencialmente. A principios del primer rosario, de pronto para de llover, el cielo se aclara, las estrellas brillan. De pronto Mariette se calla, extendiendo los brazos. La Virgen aparece por la octava y última vez.
La Virgen lucía más hermosa y más sublime que nunca antes en sus visitas. Pero no se sonrió. Su rostro estaba muy serio. Quizás ella también estaba triste porque venía el final. Le dijo a la niña, YO SOY LA MADRE DEL SALVADOR, MADRE DE DIOS. REZAD MUCHO, ADIOS. Con eso, Ella puso las manos sobre Mariette, la bendijo con la señal de la cruz y se fue. Según se iba, las nubes cubrieron el cielo otra vez, y la lluvia volvió a caer implacablemente. Mariette no se daba cuenta de la lluvia que golpeaba su cara y su cuerpo. Se desplomó en la tierra, llorando convulsivamente, repitiendo Santa María mientras lloraba.
La reacción inmediata a la visita de Nuestra Señora a Banneux
fue poderosa en cuanto a las grandes conversiones.
Después de la primera visita, la niña se convirtió. Su papá, que había sido la fuerza dominante de apatía y rebelión contra la Iglesia, experimentó cambio al momento. Ni en Lourdes, Fátima o Beauraing, ocurrieron los cambios tan rápidamente. Los, padres de Bernardita Soubirous y Lucía dos Santos no aceptaron las apariciones hasta bastante después de que habían terminado. Sin embargo, aquí en Banneux, el poder de Nuestra Señora se sintió y se obedeció inmediatamente.
El sacerdote, Padre Jamin, se mantuvo reservado por algún tiempo, antes de que públicamente admitiera su creencia en la aparición. Su posición era difícil. La niña de su parroquia estaba declarando una visita celestial justamente al pie de otra que había sido declarada en el mismo país y en el mismo mes. El sabía que surgirían comparaciones. El también sabía que los ojos de Bélgica, y posiblemente de toda Europa estarían fijos en él y en su comportamiento. Un gran factor en su aceptación de las apariciones debe haber sido los frutos inmediatos que surgieron.
Casi inmediatamente, ocurrieron curas milagrosas. El gran número de milagros que ocurrieron fue tan abrumador, que tomó por sorpresa a la Iglesia local. Durante algún tiempo, parecía que las apariciones en Beauraing y Banneux estaban compitiendo entre sí por reconocimiento. La Virgen también se hizo cargo de eso.
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 Capilla característica de la Virgen de los Pobres en muchos países.
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En 1949, ambas apariciones fueron aprobadas por la Iglesia, Beauraing el 2 de Julio, y Banneux el 22 de agosto. Son las últimas apariciones en recibir aprobación formal de la Santa Sede, aunque otras si tienen la aprobación de sus obispos.
La pequeña capilla que la Virgen había pedido fue construida, congregando a peregrinos de todas las naciones. En unos pocos años, la necesidad por este lugar de esperanza se hizo mas aparente al pueblo de Bélgica y de toda Europa. Después de los años de guerra, el santuario de Banneux fue agrandado pues se construyó una basílica. La capilla original, construida en el lugar donde Nuestra Señora apareció primero, en el patio de la familia Beco, es todavía la atracción principal para los peregrinos que van allí. A unas 150 yardas, está la estatua de Nuestra Señora de Banneux, LA VIRGEN DE LOS POBRES, parada sobre el manantial que ella reservó para todas las naciones, para aliviar el sufrimiento de los enfermos. En la actualidad de la fuente brotan 2000 galones de agua diarios, recordándonos el amor de la Virgen y las aguas del bautismo, fuente de vida y perdón.