ZZzzzzzz - A FLOR DE PIEL

ZZzzzzzz

Oye, no es por nada
pero qué bien sienta
ir a la cama cuando
te mueres de sueño.
Como esas veces
que ya te vas desatando
los zapatos, o las botas
o las zapatillas y las
vas dejando por el
pasillo y te empiezas a
quitar el gersey,
la camisa,
los pantalones,...
y empiezas a ponerte
el pijama sin mirar,
con los ojos cerrados,
como un robot.
Una manga por aquí,
la cabeza por allá,
un pié por aquí,...
y tocas la cama.
Y la sientes blandita,
y retiras las sábanas,
y empiezas a oír
las voces de esas sirenas
cantando la nana de...
DUERMETE NIÑO,
DUERMETE YAA,
QUE VIENE EL COCO
Y ... no sé más.
Y empiezas a ver
ovejitas en un prado
todas comiendo hierba
verde y florecitas,
y las nubes se mueven
suavemente...
Zzzzzzzzzzzz
y los pajaritos trinan
Zzzzzzzzzzzzz
¿Te has quitado
los calcetines?
Zzzzzzzzz... nooo
¡¡¡Quítatelos anda!!!
Zzzzzzzzz...voooyyy
Y si, te los quitas
pero se quedan
dentro allá al final
de la cama, justo
donde das con la
puntera de los dedos
pa que te tengas
que incorporar y
meter la mano hasta
el final de la cama
para echarlos fuera
y que aparezcan
a la mañana siguiente
junto a la ventana.
En fin,... ¿se puede
dormir yaaaaa?
Siiiiii
Vale...zzzzzzzzzzzz.

COMUNERO

¡Qué envidia! Lo leeré y releeré hasta que me dé sueño, hasta que logre dejar de oir el coro de los perros del barrio, el silbato del último tren se pierda en la distancia y falte una hora para que pase el siguiente avión, hasta que el último borracho deje de cantar y se duerma y la botella ruede en la acera hasta chocar con el poste. Y cuando llegue el tiempo del silencio, el cuerpo se sienta pesado, bien anclado en el lecho y los ojos se comiencen a cerrar ¡ZAS! otro remezón de la tierra me hará saltar porque es el tercero del día y los sismólogos han estado anunciando un megaterremoto para este año.

Cuando todo se calme - por ahora - y el corazón deje de bombear a toda máquina, no queda más remedio que acomodarse en la cama otra vez tratando de repetir ese tonto versito con que me hacía dormir mi madre: "Sábana blanca, colchón de pluma, no hay otra negrita con tanta fortuna..."