de la noche, que como el sol ciega
cuando se mira con el corazón y en
la inmensa distancia, se ama con pasión. 
Tantas noches mirándole en silencio,
y ninguna de ellas me inspiras para
escribirle un poema de amor a la
mujer amada, que con ilusión
añoro que pronto esté cerca de mi.
¡OH amada mía! ¡Ven! Junto a mi,
acércate para abrazarte y decirte
lo mucho que te quiero, ¡Ven! Sólo 
deseo que el resplandor de la Luna 
refleje tu hermoso cuerpo, cerrando mis 
ojos para soñar que tú también me 
amas, y así hasta el amanecer.
