Quisiera ser como el viento, 
                             para acariciar tus mejillas,
tan levemente como una brisa marina
 llena de la sal del mundo; 
sin que siquiera te dieras cuenta
 de su paso por tu aura.
En ese discurrir eólico,
 rodearía tu figura
 y te entregaría perfumes
 traídos de oriente 
por mi pensamiento peregrino ,
 sería siempre para ti mensajero del amor ,
 trovador de tus encantos y guardador de tu risa.
Quisiera ser como el viento,
 que con su suave brisa 
mueve montañas de dunas 
y levanta olas en el mar, 
para mecer las blancas gaviotas
          varadas en sus crestas y veleros                                        
que se ven en lontananza, 
sin saber a donde van,
tal vez , con un destino ignorado,
 que no llegue a ninguna parte.
Quisiera ser como los vientos alisios, 
para guiar tu destino a puerto seguro
 y cobijado en tu regazo, 
morir de amor en la tormenta de tus brazos.
 Quisiera ser como el viento
para subir a la cima de las montañas, 
atravesar, desfiladeros y quebradas,
 y desde aquella atalaya, elevarme al infinito,
 para buscar esa estrella en la que tú moras, 
y regresar juntos al edén de nuestros pensamientos. 
 
Casimiro López ano