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REDES: ¡CÓMO SE HACE UN TERRORISTA !
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De: ESKARLATA  (Mensaje original) Enviado: 16/06/2009 15:10
Se creía, y estaba verificado, que los terroristas por regla general, eran incultos, dependientes y marginados. Pero ahora sabemos que hay un alto porcentaje de personas cultas, con formación superior. Esto nos lleva a replantearnos la manera de analizar este fenómeno mundial, y así lo haremos esta semana en Redes.
 
Las motivaciones de un terrorista suicida son muy diversas. No hay un perfil y por ello se hace más difícil identificarlos. No se puede combatir el terrorismo sin comprender la complejidad de los factores sociales, culturales y emocionales que influyen en los procesos internos de estas personas. ¿Cómo se hace un terrorista? ¿Qué les lleva a inmolarse?
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Scott Atran es profesor de la Universidad de Michigan y Directeur de Recherche del CNRS en París. Sus campos de investigación son muy amplios, y desde la antropología aborda la toma de decisiones, los valores culturales, la etnografía de Oriente Medio y, sobre todo, el fenómeno del terrorismo, del que hablaremos con él en esta entrevista

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Eduard Punset:

La teoría antes de Scott Atran (y era una teoría verificada, documentada) decía que los terroristas, por regla general (por supuesto, Marx solía decir que «lo que es verdad de una clase no necesariamente es verdad de un individuo») eran personas incultas, dependientes y marginadas, por así decirlo. Pero entonces llegaste tú y, después de una larga investigación, dijiste que eso no es verdad: que entre ellos hay un alto porcentaje de personas cultas … de hecho, mencionas algunos porcentajes, según los cuales alrededor del 58% de los terroristas han recibido educación superior, frente al 13% de la población a la que pertenecen… ¿no? Todo el mundo se sorprende cuando lo dices…

Scott Atran:

Aunque lo que sucedió en Madrid fue bastante distinto, en general, en la Yihad de todo el mundo (esto está cambiando con Internet), hasta ahora, la mayoría de yihadistas estaban en una mejor situación que la población de la que procedían; la mayoría tenían cierta educación universitaria, muchos tenían, por lo menos, formación técnica… la categoría más representativa en la Yihad es ingeniero, seguido por médico… Si pensamos en los revolucionarios (y estamos hablando de revolucionarios), el motivo por el que las revoluciones han triunfado en la historia de la humanidad frente a fuerzas de poder mucho más racionales como la policía y los ejércitos es porque las revoluciones eligen a personas capaces de demorar la gratificación, dispuestas a retrasar la recompensa y comprometidas con algo que no requiere recompensas directas (mientras que en la policía y el ejército normalmente se necesitan incentivos): los revolucionarios están

Tuve la oportunidad de entrevistar al imán de la mezquita Al-Quds hace un mes, es decir, la mezquita de la que salieron los que tramaron los atentados del 11 de septiembre, en Hamburgo. Y le preguntamos al imán: «¿por qué cree usted que ha sucedido esto?» ¿Sabes lo que me respondió? «No lo justifico en absoluto, pero deja que te cuente una historia. Había una vez dos carneros, uno con cuernos y otro sin cuernos. Y el carnero con cuernos solía embestir al carnero indefenso, así que Dios, en su infinita sabiduría, decidió cambiar los cuernos de dueño». Ésta es la visión de la Yihad. Eduard Punset:

¿Qué opinas sobre la tragedia de Madrid?

Scott Atran:

El 11-M...

Eduard Punset:

Lo has estudiado… ¿cuáles son tus conclusiones?

Scott Atran:

Pues bien, creo…

Eduard Punset:

No eran personas cultas.

Scott Atran:

No. No habrá más atentados como los de Al Qaeda. Creo que Al Qaeda está muerta, no tiene sentido ni siquiera imputarle los atentados de Madrid. No existe una institución central de Al Qaeda… aunque, por supuesto, ETA no fue; eso olvídalo. ¿Y quién fue, entonces? Básicamente había dos grupos. Por un lado, un grupo de estudiantes que, desde el año 2000, habían conocido a Abu Dahdah y Amer Azizi de Afganistán, y solían reunirse en un río cerca de Madrid, en Navalcarnero, creo que era… cantaban canciones yihadistas y celebraban picnics. ¡Lo hicieron durante 3 años, pero fueron incapaces de llegar a nada! Decían que querían hacer algo… y, de repente, en verano del 2003, apareció gente de Tetuán, que traficaba con

drogas… especialmente un tipo llamado Jamal Ahmidan (que regresó tras estar en la cárcel en Casablanca, cuando los marroquíes arrestaron a todo el mundo tras los atentados). Jamal estaba enfadado. Y conoció al nuevo imán sustituto de la mezquita, que resulta que era uno de los estudiantes. Jamal era como un pequeño Napoleón… un tipo práctico, listo… quería hacer cosas. Los dos se conocieron, repentinamente, en agosto. Y fue entonces cuando lograron algo que los estudiantes, con sus ideologías y sus sueños, nunca habían conseguido… Jamal incluso fue a Bilbao a medio plan para disparar a dos personas que no le habían pagado el dinero de las drogas: tenía empuje, era una persona muy dinámica… Cinco de los siete terroristas que se inmolaron eran amigos del traficante de drogas, no de Serhane, no de los soñadores.

Eduard Punset:

Del traficante…

Scott Atran:

Y todos procedían de un pequeño lugar en un barrio de Tetuán, el Jamaa Mezuak. ¡Todos vivían en un radio de 2 manzanas! Le preguntamos al padre de uno de los que se había inmolado, Rifaat: «¿por qué? ¿Por qué lo hizo?» Vendía caramelos en la calle…. Y lo que nos dijo fue que su hijo admiraba a Jamal, que para él era alguien grande. Así que, al final, se inmoló porque Jamal también lo hacía… cabe preguntarse qué perfil podemos sacar de Sherhane, el soñador; Jamal, el traficante de drogas con empuje; y Rifaat, el vendedor de caramelos que admiraba a su amigo… ¡no hay ningún perfil! La Yihad es tan dispersa psicológicamente (incluso si lo restringimos a los hombres-bomba) como la población normal. ¡Y luego 

descubrimos algo todavía más extraño! Uno de los hermanos que había sobrevivido, Tariq Oulad Akcha, hermano de dos que se inmolaron, ¡había estado enviando durante el último año terroristas suicidas a Irak! Ese hermano…

Eduard Punset:

Había enviado…

Scott Atran:

Había estado obteniendo

Eduard Punset:

Oye, lo que dices tiene más que ver con las emociones que con la lógica y la racionalidad. ¿Tenemos alguna oportunidad de saber algo, de avanzar algo en el conocimiento de esta teoría cognitiva del compromiso, ahora que empezamos a saber cosas sobre las emociones? Me refiero al miedo, a la desesperación… al desprecio hacia los demás…

Scott Atran:

¡Es difícil! A la gente no le gusta mucho hablar de sus emociones, y menos abordarlas científicamente… Pero… ¿podemos saber algo de las emociones, del miedo, la desesperación y demás? ¡Ay!

Eduard Punset:

Y la venganza…

Scott Atran:

¡Y la venganza! Pues bien, empezamos a hacerlo. Muy poco porque, como decía antes, a la gente no le gusta abordarlo. Pero empezamos a comprender cosas como el terrorismo suicida. Hicimos un estudio en Indonesia y Palestina para estudiar el apoyo al terrorismo suicida, y descubrimos que, en tiempos de amenaza, cuando las personas se sienten amenazadas políticamente, reaccionan con júbilo, con alegría, ante los atentados suicidas. Esto nos agarró totalmente por sorpresa… ¿por qué la alegría? Y luego se realizaron estudios cerebrales que demostraron que la alegría está muy, muy relacionada con la venganza… con la sensación de felicidad que uno experimenta al culminar una venganza. ¿Y de dónde

procede la venganza? La venganza parece proceder del ultraje moral, de una afrenta hacia la identidad, la dignidad de alguien. Hemos descubierto que estas emociones están estrecha y complejamente relacionadas, pero estudiarlas presenta varias dificultades. Por ejemplo, la tristeza y la ira son, fisiológicamente, casi opuestas, si tenemos en cuenta la movilización del cuerpo y del sistema nervioso. La ira requiere mucha energía, mientras que la tristeza provoca una pérdida casi total de energía (utilizo el término «energía» metafóricamente) en las respuestas del organismo. Sin embargo, cognitivamente son las dos emociones más similares que hay, y la única diferencia cognitiva es si, ante un acontecimiento adverso, hay un agente o no. Si crees que hay un agente responsable, te enfadas. Si no puedes achacarle la adversidad a ningún agente, te pones triste. Así que, aunque fisiológicamente la brecha sea enorme y las dos emociones no puedan estar más lejos, cognitivamente no podrían estar más cerca. Y seguimos intentando entender esta relación tan compleja… porque si solamente estudiamos la fisiología no lo entenderemos, y si solamente estudiamos la cognición tampoco…

Bloque 4

Eduard Punset:

¿Sabes? Nací en Barcelona, y en mi infancia escuché hablar mucho sobre el anarquismo, probablemente uno de mis abuelos pertenecía al movimiento...

Scott Atran:

Y tú sigues manteniéndolo un poquito… [Risas]

Eduard Punset:

Por lo que oí, ¿sabes? Pues bien, fue un movimiento de masas en Cataluña, y es increíble lo poco que sabemos, incluso los catalanes, sobre por qué el anarquismo se impuso como lo hizo. ¿Hay alguna diferencia entre esos anarquistas que ponían una bomba, y estaban solos, sin instituciones, sin fe, y los terroristas modernos?

Scott Atran:

Creo que el movimiento anarquista era muy parecido al de ahora. Entre 1878 y 1940, el movimiento anarquista golpeó a los gobiernos de todo el mundo: la emperatriz de Austria, el primer ministro de Francia, el presidente de los Estados Unidos, el archiduque de Austria, lo que inició la Primera Guerra Mundial, que fue incluso más terrible… pero todos los gobiernos respondieron como si hubiera una especie de Central Anarquista que lo dirigía y controlaba todo. Por eso instauraron la policía secreta, y los servicios secretos, los precursores del FBI, de Scotland Yard, la Ojranka rusa, que precedió a la KGB… ¡todo para combatir esa amenaza! De hecho, el gobierno estadounidense no decidió hasta después del asesinato de John Kennedy, cuando revisaron los asesinatos, que no existía ninguna

Central Anarquista, pero entretanto, cuando Teddy Roosevelt, tras el asesinato de McKinley, pronunció su primer discurso ante el Congreso, lo hizo de una manera casi idéntica al discurso de George W. Bush tras el 11 de septiembre: «existe el mal en el mundo, y el papel de los Estados Unidos es combatirlo… estáis con nosotros o contra nosotros, y tenemos el derecho de intervenir en cualquier parte del mundo si los demás no están dispuestos o no son capaces de combatir la amenaza del mal». Pero luego el anarquismo despareció. Los últimos resquicios se produjeron en la Guerra Civil española…

Eduard Punset:

En la Guerra Civil española…

Scott Atran:

Pero los bolcheviques usurparon ese papel. El anarquismo no estaba organizado, y despareció de la faz de la tierra. Ahora lo tenemos en Nueva York, y en Hamburgo, vuelve a haber anarquistas… pero quedan los vestigios, es casi prehistórico. Sin embargo, los sueños de los anarquistas de un mundo justo e igualitario, en este caso frente al poder del estado y el capital, no son muy distintos de los sueños de los terroristas actuales. La diferencia es que el nuevo terrorismo tiene matices religiosos: es una fe en una comunidad, en un más allá, lo cual los hace sentirse más enaltecidos, me parece, que el movimiento anarquista. Y, por tanto, podría ser incluso más poderoso.

Bloque 5

Eduard Punset:

Por eso es tan importante la investigación que las personas como tú estáis haciendo, porque realmente necesitamos entender, no sé si decir de una vez por todas, pero por lo menos parcialmente, qué es lo que crea a un terrorista. ¿Cómo se hace un terrorista?

Scott Atran:

Tenemos un problema con el terrorismo, porque es una tormenta perfecta de sesgos psicológicos. La gente cree que, como se producen grandes acontecimientos como el 11 de septiembre o el 11-M, tiene que haber un diseño inteligente y grandes causas detrás. ¡Pero no! Otra idea es que los acontecimientos tienen que encajar con cualesquiera que sea la creencia de ese momento. ETA, por ejemplo, estaba en el ambiente, y por eso los españoles, un tercio tal vez, creen que ETA tuvo algo que ver. Con los estadounidenses era Saddam Hussein… así que pensaron que quizá Saddam era responsable… lo que sucede es que se crea una reacción casi impenetrable psicológicamente al terrorismo y, por tanto, no se puede abordar psicológicamente el problema, así que la manera de encararlo es estrictamente mediante cosas como la actuación policial o militar …

Eduard Punset:

Exacto.

Scott Atran:

…que apenas surten efecto, de hecho consiguen los efectos opuestos. Tenemos una expresión en francés: «

on ne peut pas tuer une mouche avec un gant de boxe» (no se puede matar una mosca con un guante de boxeo/ a cañonazos )… estamos utilizando misiles de crucero, y tanques, y aviones e invasiones… ¡pero solamente hay que asistir al juicio del 11-M de Madrid y mirar a estos tipos durante dos minutos! ¡Simplemente mirarlos! ¡No son gigantes de tres metros! Es como la imagen de la cueva, cuando no sabemos quién hay dentro, si son enanos o gigantes, y solamente vemos las sombras que se proyectan en el exterior. Pero como nosotros somos quienes somos, somos depredadores, vemos agentes depredadores por todas partes, y proyectamos gigantes. Y mi investigación pretende demostrar que no son gigantes.

Eduard Punset:

Exacto. Y lo que está demostrando tu investigación, realmente, es que hemos hecho frente a muchas cosas para dirigir nuestras civilizaciones, pero nos hemos olvidado de lo más básico. ¡Me refiero a las emociones!

Scott Atran:

Sí, en eso mismo pensaba yo. Cuando antes hablaba de sueños, no me refería a los sueños como a una novela de ficción, sino como algo que pone en marcha nuestras emociones. Fuimos a Tetuán tras pasar mucho tiempo en el juicio de Madrid, observando a la gente, charlando con ellos, cuando descubrimos que 5 de los 7 que se inmolaron procedían del mismo barrio. Y nos pusimos a hablar con tres niños de la zona, de una misma familia. Había un niño de seis años, otro de ocho, y otro de catorce, más o menos. Les preguntamos cómo se llamaban. Y el de 6 añitos respondió: «me llamo Eto’o».

Eduard Punset:

Eto’o, el futbolista…

Scott Atran:

Sí, el futbolista del Barça. Y luego le preguntamos al de 8 años cómo se llamaba, y nos dijo que Ronaldinho. Y uno dijo: «pero si Eto’o es una mierda» y el otro: «no, Ronaldinho sí que es una mierda», y empezaron a pelear entre sí. Pero entonces el chaval mayor me dijo: «oye, ¿por qué no le compras a Eto’o, mi hermano, una bicicleta?», a lo que yo repuse: «mira, he estado viajando desde muy lejos y estoy agotado, yo lo que necesito un avión… hagamos un pacto: tú me ayudas a conseguir un avión, y yo te consigo una bicicleta». Era un poco injusto, pero entonces Eto’o, el pequeñito, me agarró de la mano y me dijo: «¡sí! ¡Conseguiremos un avión y lo estrellaremos en plena Casa Blanca! ¡Bum! Porque yo soy Osama Bin Laden». Y yo le respondí: «¡pero si acabas de decirme que eres Eto’o!», y él frunció el ceño y contestó: «¡pero Osama Bin Laden es más grande!»

Y no puedo evitar pensar que ésta es la elección para estos niños. ¿Acaso son terroristas, o terroristas potenciales? ¡No! Su panorama ideológico es éste, éstos son sus héroes… porque son héroes. Y la pregunta es: ¿qué héroe escogerán? ¿Qué sueño? ¿Cuál logrará encender sus pasiones, su amor, su amistad, su lealtad? ¿Cuál despertará su ira? Porque creo que todos los fenómenos culturales son fenómenos biológicos que activan nuestras predisposiciones evolutivas, especialmente nuestras emociones. De hecho, creo que la razón evolucionó al servicio de las emociones.

Eduard Punset:

Hemos estado hablando largo y tendido sobre el terrorismo, pero no hemos mencionado a las víctimas. ¿Qué podemos decir de las víctimas?

Scott Atran:

Son las personas que nos mueven a hacer algo… son nuestros hijos, nuestras hijas, nuestros amigos, nuestros hermanos, nuestros compatriotas, los que murieron en vano… simplemente por esta batalla entre los miedos y los sueños incompatibles, las nociones incompatibles de lo sagrado y lo santo… me parece que es una tragedia terrible que en la actualidad haya armas en manos de personas que pueden usarlas para perseguir sus sueños. Ya no necesitamos líderes para eso… y esto ya era así con el movimiento anarquista. Me refiero a la dinamita, a las ametralladoras… desde el inicio de la historia humana hasta mediados del siglo XIX, apenas hubo movimiento en cuanto a la potencia de las máquinas y el poder de las personas. Pero desde 1860 hasta 1940, hubo un cambio tan enorme en la manera en la que los humanos interactuaban con el mundo que eso le confirió poder a las personas… era como lo que pasa ahora, si pensamos en los ferrocarriles, y los telegramas… el mundo se conmocionó durante un instante en 1883 con la explosión del Krakatoa, cuando todo el mundo se enteró de lo que sucedía… esto forma parte de nuestro mundo, y ahora todavía más, a causa de la libre circulación de personas por las fronteras. Todas las personas creen que su mundo es el correcto; todos tenemos un sesgo de realidad, incluso nuestros científicos.

Y si las personas se sienten ultrajadas, si creen que su gente está siendo atacada, entonces atacarán a su vez a los objetivos más fáciles que puedan encontrar. Y resulta que estos objetivos son personas que no tienen nada que ver… me parece que para respetar a esas personas, a los que han

 

tenemos el deber de entender este fenómeno y abordarlo de una manera más interesante y que pueda resolverlo, en lugar de hacerlo con bombas y retórica que no pueden solucionarlo en absoluto.

zakat (caridad) de los ricos de Tetuán y otros lugares… no sabemos exactamente cómo lo hacía, pero la organización era similar a la de la antigua ruta de la seda, nada que ver con Al Qaeda… en la prensa, todo el mundo habla de Al Qaeda, ¡pero olvidémonos de Al Qaeda! Se trata de alguien que conoce a alguien que conoce a un familiar que conoce a… y así acababan llegando a Damasco, o a Turquía, por vía marítima. Pero el tema es que logró enviar a 30 terroristas. ¿Y dónde vivían? ¡Justo delante de los otros 5, los que se inmolaron en Madrid! ¿Por qué este barrio? ¿Qué tiene de especial este pequeño lugar para que 35 de sus habitantes se vuelen por los aires en nombre de la Yihad? Ninguno de ellos tenía una educación especialmente religiosa (quizá un par de ellos, solamente)… pero eran amigos. Hemos descubierto que el 70% de los que se inscriben en estos grupos lo hacen a través de amigos, y el 20% a través de familiares: lo único necesario es que haya alguien que le diga a sus amigos: éste es el camino. Hay decenas de millones de personas que simpatizan con la Yihad, tal vez incluso centenares de millones; pero muy pocos acaban cometiendo actos violentos. Sea cual sea el parámetro que utilicemos para intentar entenderlo (la motivación religiosa, el perfil psicológico…) ¡la cosa no cambia! ¿Cuál es la diferencia entre los que se inmolan, los que matan, y los que no lo hacen? Pues resulta que la clave es si pertenecen al mismo equipo de fútbol, si se criaron juntos… las bodas también son muy importantes para consolidar relaciones en el último minuto. Lo hemos visto en Madrid, en Hamburgo, en el último atentado de la Jemaah Islamiya en Bali¡lo importante es la dinámica de los grupos pequeños! Eso es lo que impulsa a la gente a hacer algo así… y también es lo que hace que uno arriesgue su vida por los demás en el ejército... los héroes que ganan medallas al honor, ¿de verdad crees que lo hacen por la gloria y por su país? ¡No! A fin de cuentas, lo hacen por sus amigos. Es cierto que el panorama de los terroristas incluye la Yihad como algo para avanzar, pero lo que realmente hace que alguien esté dispuesto a morir son los amigos. Quieren estar con sus amigos, no fallarles… crecieron juntos de niños, jugaron juntos… formaron vínculos entre los 15 y los 30 años… antes de los 15, lo importante es la familia. Entre los 15 y los 30, son los nuevos amigos que pasan a formar parte de nuestra vida. Después de eso, llega la vejez… ¡es el fin! [Risas.] 

 

comprometidos con una causa, con un sueño: ¡y esto los hace muy poderosos! Les da mucho poder. Y en cuanto a lo de la autoestima baja… otro argumento que escucho siempre es que lo hacen por humillación. Pues bien, nunca se ha hecho un estudio sobre la humillación. Acabo de terminar entrevistas con la Jemaah Islamiya en Indonesia, y con Hamas y otras organizaciones en Palestina, y hemos descubierto que la humillación está inversamente relacionada con la disposición a participar en actividades terroristas. Las personas humilladas no tienen la fuerza interior, ni la garra, ni la motivación, ni la autoestima que se necesitan para hacer este tipo de cosas. Así que no es por humillación, ni por pobreza, ni por falta de educación, ni por las 72 vírgenes… lo cual, por cierto, ¡no es más que la fantasía sexual de nuestra sociedad! Siempre que se lo pregunto a los muyahidines de todo el mundo con los que hablo, me dicen: «¿estás de guasa? Si alguien viniera a nosotros buscando vírgenes, ¡le cerraríamos la puerta en las narices!». ¿Y por qué lo hacen entonces? Es una pregunta difícil, pero la analogía más cercana que puedo darte es el holocausto. Piensa en los judíos de Estados Unidos, que no participaron en la Segunda Guerra Mundial, que no sabían nada de la opresión nazi y que, sin embargo, a la hora de defender el judaísmo son más fanáticos, por así decirlo, que los propios israelitas o que los judíos de otras partes del mundo, ¡aunque no lo experimentaron directamente! Pero sienten que hubo un ataque contra su gente, su identidad, y a través de Internet, a través de los medios de comunicación, a través de este mundo básicamente injusto en el que está circulando su visión «justa» de la sociedad… ¡creen que los suyos están siendo atacados! Y que es necesaria la justicia para aquellos con los que se identifican.


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