|
Que los PIES te lleven por el camino más largo hacia
la felicidad, porque la felicidad son sólo puntos en
el mapa de la vida y el verdadero disfrute está en
buscarlos. Que tus pies nunca se cansen de caminar
aún cuando los obstáculos sean difíciles de
saltar y te lastime, ¡Sigue caminando!
Que los OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí
y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga, seguirá
siendo un colibrí, y es conveniente que lo sepas, para que
no confundas el sol con la luz ni el cielo con la voz que
lo nombra. Que tus ojos puedan descubrir el lado bello de
la vida, el positivo y que no te detengas en el lado oscuro de la vida.
Que las MANOS se tiendan generosas en el dar y
agradecidas en el recibir, y que su gesto más frecuente
sea para acariciar, para acercar y para reconfortar a los
que te rodean. Que tus manos sean puentes de unión
cargadas de energía que vaya de mano en mano,
de persona en persona y de país en país.
Que el OÍDO sea tan fiel a la hora del reproche como
debe serlo a la hora del halago, para que puedas
mantener el equilibrio en cualquier circunstancia.
Que tus oídos puedan reconocer el sonido del llanto
de un bebé como así también el grito
desesperado de quien pide ayuda.
Que las RODILLAS te sostengan con firmeza a la
altura de tus sueños y se aflojen mansamente cuando
llegue el tiempo del descanso. Que tus rodillas sean
el mejor apoyo cuando supliques ayuda, y para cuando
tengas que doblarlas ayúdalas desde tu corazón.
Que la ESPALDA sea tu mejor soporte y no la carga más
pesada. Que tu espalda sea tan fuerte para poder
cargar tu mochila llena de sueños, de esperanzas y de nuevos proyectos.
Que la BOCA refleje la sonrisa que hay adentro, para
que sea una ventana del alma y no la vidriera de los
dientes. Que tu boca se vista con una sonrisa que nazca
del alma y vibre en todo tu cuerpo todos los días de tu vida.
Que los DIENTES te sirvan para aprovechar mejor
el alimento y no para conseguir la tajada más grande
en detrimento de los otros. Que tus dientes te permitan
disfrutar de los mejores manjares, pero que al estar
dormido trituren todo lo desagradable que viviste
en el día y que no permitan que ese
alimento envenene tu interior.
Que la LENGUA encuentre las palabras más exactas
para expresarte sin que te malinterpreten. Que
la lengua encuentre las palabras que pueden
transformar y no aquellas que pueden destruir.
Que las UÑAS crezcan con lo suficiente para protegerte
sin necesidad de lastimar a nadie. Que tus uñas
no sean garras en actitud defensiva.
Que la PIEL te sirva de puente y no de valla. Que tu piel
sea la que te acerque a los demás y que sin importar
el color sientas que eres igual a ellos.
Que el CABELLO te de abrigo a tus ideas, que siempre
adornan más que un buen peinado. Que tu cabello sea
tu mejor sombrero, y proteja una mente lúcida y
gestadora de bellas ideas que ayuden a otros a cambiar.
Que los BRAZOS sean la cuna de los abrazos y no
camisa de fuerza para nadie. Que tus brazos sean
tan fuertes para cobijar al débil, tan suaves para
mecer a un recién nacido y tan firmes para contener
la ira, la bronca y las injusticias. Pero que sean
sumamente cálidos para dar amor a través de un abrazo.
Que el CORAZÓN toque su música con amor para que
tu vida sea un paso del universo hacia adelante. Y que
tu corazón con cada latido componga la más bella sinfonía
que te haga sentir que vale la pena escuchar esa música,
y que por sobretodo vale la pena estar VIVO.
|