¿Es posible intoxicarse con vitamina D?
La vitamina D es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Facilita la absorción de calcio, por lo que contribuye a la salud ósea, y desempeña un papel clave en los sistemas inmunológico, muscular y nervioso.
Sin embargo, como sucede con otras vitaminas liposolubles, su exceso puede ser perjudicial. Al almacenarse en el tejido graso y no eliminarse con facilidad, un superávit puede alterar el equilibrio del calcio en sangre y provocar hipercalcemia.
La intoxicación por vitamina D es muy poco frecuente a través de la alimentación —pescado azul, huevos, lácteos enteros—o la exposición solar, que son sus fuentes naturales principales. El verdadero riesgo surge con el uso inadecuado de suplementos, especialmente cuando se consumen sin supervisión médica, o por errores en la dosificación. Además, algunos fármacos —anticonvulsivantes, glucocorticoides y ciertos diuréticos— pueden alterar el metabolismo de la vitamina D o potenciar sus efectos adversos.