**La tarde caía en el santuario atheniense, el imponente caballero de Tauro, habia visitado al patriarca, maxima autoridad del santuario despúes de Athena, se encontraba en las puertas de la casa de géminis, comenzo a bajar las escalinatas de marmol, haciendo resonal el metálico sonido de sus botas de oro por todo el santuario, el viento fresco del lugar se levantaba elegante acariciando los hermosos cabellos blanca del caballero dorado y ondenado la capa digna de aquel guerre de alto rango, los ojos cafe del dorado permanecian cerrados, como el mismo caballero disfrutara del hermosos lugar que lo rodeaba, mientras el imponente sol se ocultaba en las imponentes montañas que rodeaban al santuario, para dar lugar a la noble luna, lucero de la noche, cual boveda nocturna se teñia de colores anaranjados y violceos, mientras los ultimos rayos rojizos del sol acariciaban a las doce imponentes casas del santuario y la majestosa estatua de Athena, en cual la vestidura sagrada de aquel digno caballero brilla de intenso color dorado, como reverenciando al sol, al entrar en la casa sagrada de tauro, el silencio fue interrumpido por los pasos metálicos de aquel caballero, cual capa blanca se ondeaba al ras del piso, al compas de los pasos, los fornidos brazos del dorado los elevo a la altura de su pecho para cruzarlo y crear la real postura dorada, que este caballero llevaba, al acercarse a la entrada de tauro detiene su magnifico caminar, para abrir sus hermosos ojos cafe, y revelar el intenso brillo de los ojos que son espejo del sentimiento  que se acobija en el corazón de tal gallardo caballero, solo un pensamiento se apodera de la mente de Hasgardo, cuado eleva su vista al cielo para divisar la belleza de tal hermosa boveda. "Espero que tal armonia y tranquilidad que se haya en el santuario, no se vea interrumpida por alguna guerra santa generada por un Dios corrupto y posecivo y que la magnifica Diosa Athena resguarde la paz de la tierra."**