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General: Nisman: más cerca de una conclusión sobre las pericias
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From: Ruben1919  (Original message) Sent: 11/06/2015 20:40

Nisman: más cerca de una conclusión sobre las pericias

La muerte del fiscal

Los peritos criminalísticos entregaron ayer sus informes a Fein. El reporte informático estará en un mes y medio. Pero aún no se sabe si fue un asesinato o un suicidio.

  • María Eugenia Duffard

La fiscal Viviana Fein ya cuenta con el grueso informe de los peritos que integraron la Junta Criminalística que finalizó ayer y ahora se tomará varios días para analizar el material y cruzarlo con las conclusiones de la Junta Médica. 

Aunque la conclusión sobre esas pericias está así más cerca, Fein no emitirá su dictamen hasta no conocer el resultado del peritaje tecnológico que estaría listo recién a fines de julio (ver pág. 4). En ese dictamen, la fiscal deberá definir si considera que la muerte del fiscal Alberto Nisman fue un suicidio y pedir el cierre de la causa o indicar que se trató de un homicidio y solicitar el cambio de carátula para profundizar la investigación. 

Ayer, los seis peritos que integraron la Junta se trasladaron desde la División de Homicidios de la Policía Federal hasta la Fiscalía 45 y le entregaron a Fein sus respuestas a los puntos de pericia, seis que planteó ella y otros cinco que incorporó la jueza Fabiana Palmaghini a pedido de la querella. Le propusieron, además, que convoque a un encuentro que reúna a los miembros de la Junta Criminalística con los de la Médica para un análisis conjunto, pero la fiscal lo habría descartado sosteniendo que sería “una pérdida de tiempo”. 

Daniel Salcedo, designado por la ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, presentó un informe en disidencia de unas 200 páginas que incluyó una secuencia fáctica en animación computada; mientras que el nombrado por la defensa de Diego Lagomarsino, Luis Olavarría, coincidió con la posición de los peritos de la Policía Federal e incorporó una suerte de anexo de unas 30 páginas al documento oficial de más de 90.

En esos textos, los expertos explicaron lo que, a su entender, demuestran las pruebas encontradas en el baño. Hubo pocas coincidencias y una gran diferencia: para Salcedo, Nisman no estuvo solo en el baño a la hora de su muerte; para los oficiales y Olavarría, sí. Para el primero Nisman estaba arrodillado en una pierna frente a la bañadera al momento que se efectuó el disparo, mientras que para los segundos estaba parado frente al espejo. 

Para sostener su hipótesis, Salcedo explicó en su informe que la mancha de sangre encontrada sobre la bacha del baño provino del orificio en el que entró la bala y si hubiera estado parado en ningún caso esa mancha habría existido en ese lugar. 

Pero los peritos oficiales encontraron otra explicación. Olavarría aseguró que esa sangre salió de la boca, pese a que la Junta Médica confirmó que no había rastros de sangre en la tráquea, y propuso métodos de prueba sencillos, como la búsqueda de mucosa en la muestra de sangre, para demostrarlo. Los oficiales, menos precisos, señalaron que la sangre pudo haber provenido tanto de la boca como de la nariz o los oídos. 

Según Salcedo, las manchas advertidas en el lado izquierdo de la remera del fiscal demuestran que el cuerpo estaba sobre un charco de sangre, pero fue corrido por otra persona para poder salir del baño, por eso la remera apareció manchada pese a que no había sangre debajo de esa parte del cuerpo del fiscal. 

En cambio, para Olavarría y los oficiales, esas manchas de la remera se debieron a absorción por capilaridad y no se encontró sangre debajo del cuerpo justamente porque había sido absorbida por la remera. 

Otro punto importante en el que disintieron unos y otros fue en el modo en el que se originó el disparo (Ver “Las principales ...”).

Analizando las manchas de sangre de las manos de Nisman, Salcedo sostuvo que la mano derecha de otra persona sujetó la derecha del fiscal para apretar el gatillo, mientras que los otros advirtieron que fue el propio fiscal quien se tomó la mano derecha con la izquierda. Para sostener esta hipótesis, los oficiales señalaron que Nisman tenías manchas de sangre en esa mano izquierda. Salcedo, sin embargo, afirmó que la mano izquierda no presentaba gotas de sangre, sino que estaba impregnada lo que demuestra que no se generaron por retro proyección al momento del disparo, sino por contacto. 

Es que según el ex jefe de la Policía Bonaerense, esa mano fue manchada por otra persona cuando tomó a Nisman del brazo para colocar debajo de su hombro izquierdo el arma y simular el suicidio. Los peritos oficiales y Olavarría descartaron esta posibilidad e indicaron que el arma terminó allí porque cayó detrás de Nisman cuando este se disparó, rebotó en la pared y quedó bajo su hombro. 

Pese a las marcadas diferencias, tanto los peritos de la querella y la defensa como los de la Policía Federal destacaron el buen tono en el que se desarrolló la Junta y reconocieron el respeto mutuo. Esa cordialidad, sin embargo, no sirvió para que los expertos acercaran posiciones y revieran su interpretación respecto de lo que sucedió el fin de semana del 18 de enero en el departamento A del piso 13 de las Torres Le Parc.



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From: Ruben1919 Sent: 02/07/2017 14:48
La bizarra investigación de la muerte del fiscal se lleva en secreto
El show Nisman y la laptop
Después de tanto anuncio insinuado pero no cumplido, la investigación manipulada busca “evidencias” en la computadora del técnico Lagomarsino. Es que si se quiere forzar que Nisman fue asesinado, hace falta un asesino...

La pseudo-investigación de la muerte de Alberto Nisman continúa realizándose a escondidas. De vez en cuando se publican dudas o conclusiones que va elaborando Gendarmería –bajo la responsabilidad política de Patricia Bullrich– o la fiscalía de Eduardo Taiano. Según el cronograma adelantado por el diario Clarín, en la semana que pasó debería haberse dado a conocer una pericia, hecha por Gendarmería de manera oculta, con la conclusión de que a Nisman lo mataron, contradiciendo así todas las pericias anteriores. No sólo no se publicó sino que las partes fueron convocadas el 10 de julio para hacer un estudio balístico y el 2 de agosto para hacer el análisis toxicológico. Además se le formuló a las partes cien preguntas vastas, como por ejemplo “cuándo fue la data de muerte”. Es decir, que al menos oficialmente, las cosas van para largo. Esto no quita, por supuesto, que se esté trabajando clandestinamente, a espaldas de la causa judicial. Clarín también adelantó que a principios de junio, con la presencia de las partes, se haría una reconstrucción de lo ocurrido en el departamento de Nisman. Se estaba construyendo –afirmaron– una maqueta a tamaño real del piso 13 de Le Parc. Por ahora, no hubo ni construcción ni reconstrucción. 

Durante el fin de semana pasado se hicieron trascender dudas sobre el informático Diego Lagomarsino, a quien apuntan para involucrar de alguna manera. Como preparan todo para establecer que hubo homicidio, necesitan un homicida. Como nueva prueba, Clarín dijo que que no se encontró la computadora desde la cual el informático Lagomarsino, de manera remota, hacía el mantenimiento de las computadoras del fiscal. La lógica es que Lagomarsino mintió sobre su trabajo y por lo tanto es sospechoso. La explicación de la defensa es simple. Todos esos trabajos los hizo siempre el informático desde una laptop que lleva en su mochila y usando el programa TeamViewer licenciado a nombre del propio Lagomarsino. Cuando allanaron la vivienda del técnico –un domingo–, éste estaba con sus hijos en casa de un amiguito de ellos, y por lo tanto no se llevaron la laptop. Tan sencillo como eso. 

Rebobinando

La guerra de guerrillas mediático-judicial-política, en la que cada tanto disparan con un aparente nuevo elemento o una supuesta prueba, tiene como objetivo instalar la hipótesis del homicidio, rechazada por las tres pericias que se hicieron en la causa bajo la conducción de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. La junta médica concluyó que “no hay certeza pericial de homicidio”. La junta criminalística sostuvo que “no se encontró ningún rastro que indique el desplazamiento de personas por el interior del baño”, es decir que Nisman estaba solo en el momento del disparo. Finalmente, el estudio del laboratorio químico y forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta dictaminó que “sobre (las manos del fiscal) se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”. 

Todo ese curso adverso de los estudios científicos llevó al fiscal Taiano, que instruye la causa, y al gobierno nacional, que conduce la Gendarmería, a realizar de nuevo todas las pericias, pero al principio marginando a las partes, entre ellas a la defensa de Lagomarsino. También quedaron a un costado los forenses designados por la Corte Suprema y los peritos criminalísticos de la Policía Federal. En la versión de Clarín de fines de mayo se anunció que Gendarmería dictaminaría en 30 días, o sea en la semana que pasó, que lo de Nisman fue homicidio. Además, adelantaron la realización de una reconstrucción, una semana más tarde, a principios de junio, en que podrían participar los peritos de parte. Desde entonces no hubo novedades ni se hizo la reconstrucción. 

Calendario

Ahora se notificó a los peritos que el 10 de julio se hará la pericia balística, es decir se volverá a determinar la distancia y el ángulo del disparo; se reiterará que el proyectil salió de la pistola calibre 22 y otros elementos que se trabajaron desde un principio. El 2 de agosto están convocados los especialistas para hacer el análisis toxicológico, una medida llamativa, tal vez orientada a tratar de introducir en el caso que Nisman murió el sábado 17 y no el domingo 18 de enero de 2015. Esto último fue lo establecido por trece de los quince forenses, en su gran mayoría designados por la Corte Suprema. Entre ellos intervino Fernando Trezza, una autoridad mundial en materia de establecer la data de una muerte. Todos coincidieron en que Nisman murió el domingo al mediodía. La querella que encabeza Sandra Arroyo Salgado –ex pareja de Nisman– insiste en que el deceso del fiscal se produjo el sábado al atardecer, porque ese día estuvo Lagomarsino en el departamento del fiscal. Pero hay constancias muy claras de que Nisman habló por teléfono o chateó con tres personas después que el técnico abandonó el edificio Le Parc: habló con el custodio Néstor Durán, chateó con el periodista de Infobae Laureano Pérez Izquierdo y con la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat. Con ésta última intercambió un último mensaje a las 21.17, mientras que las cámaras de seguridad verificaron que Lagomarsino salió de Le Parc a las 20.34 y las cámaras del complejo en Martínez donde vive el informático lo muestran ingresando en el garage a las 21.04.

En el equipo de Arroyo Salgado se produjo un cambio de importancia. El principal perito, el ex titular de la Bonaerense Daniel Salcedo, se fue a trabajar a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). O sea que revista ahora en el Poder Ejecutivo, algo que también revela su alineamiento anterior. En su lugar ingresó el ex comandante de Gendarmería, Eduardo Frigerio. 

Técnico

De los nuevos trabajos, hechos a escondidas, la entente judicial-mediática-política va haciendo trascender supuestos resultados. El principal: que Gendarmería va a dictaminar que hubo homicidio. Pero el complemento de esa hipótesis es que Lagomarsino fue parte del plan criminal, algo poco entendible porque en el baño quedó la pistola registrada a su nombre. Por un lado se dice que intervino un comando ultra-sofisticado iraní-venezolano-kirchnerista y por el otro lado uno de los supuestos integrantes del comando cometió la super-torpeza de dejar un arma propia en la escena. Nada cierra. 

Aún así, para instalar la sospecha se señala que no está claro cómo hacía Lagomarsino para concretar el mantenimiento, a distancia, de las computadoras de Nisman. En los aparatos del fiscal están las entradas del técnico para hacer los trabajos. Incluso figuran a nombre de Lagomarsino. Pero trataron de sembrar dudas sobre cómo lo realizaba el técnico porque en la computadora de mesa de su casa no se encontraron rastros de esos trabajos de mantenimiento. La defensa del técnico, a cargo de Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, explicó que el juzgado allanó el domicilio de Lagomarsino en un momento en que el técnico no estaba en su casa. En el procedimiento se llevaron todo, pero la computadora con la que trabaja Lagomarsino –una Dell Latitude– no estaba allí ya que la lleva siempre encima, en la mochila. 

El programa para trabajar de manera remota en las computadoras de Nisman, el TeamViewer, estaba a nombre de Lagomarsino para darle más seguridad a la operación: no era ni una copia ni una versión gratuita. El técnico hacía el mantenimiento desde su laptop Dell y, por supuesto, se requirió la autorización de Nisman para instalar la aplicación inicial y operar de manera remota. 

También se mencionó como sospechoso que en el allanamiento se encontró un CD con los dos comunicados, uno más largo y uno más corto, con el que Nisman difundió la denuncia que realizó contra Cristina Fernández de Kirchner cuatro días antes de morir. El tema central de la denuncia era el memorandum de entendimiento con Irán. Ese CD era de “sólo lectura”, o sea que no podía ser modificado, y fue como todos los que se entregaron a los medios. Las modificaciones que tiene se hicieron antes de grabarlos y por lo tanto antes de la entrega a los medios y a Lagomarsino. En su último encuentro, Nisman le dió el CD y un impreso de los comunicados y le dijo que los leyera. Era material público. 

Finalmente se insiste como si fuera otro elemento de sospecha, con que en la casa del informático había un CD con escuchas del caso en el que fue denunciado Mauricio Macri, por el armado de una red de espionaje ilegal. Quien impulsó la causa contra el ahora presidente fue el propio Nisman y lo que le entregó a Lagomarsino no fue un CD con escuchas sino un CD con entrecruzamiento de llamadas, es decir listado de llamadas en los que se verificaba con quién se había comunicado cada uno de los protagonistas del espionaje: Macri, el Fino Palacios, el espía Ciro James y otros funcionarios del gobierno porteño imputados en la causa. Uno de los espiados era el cuñado de Macri, Daniel Leonardo, pero Mauricio dice que la operación la hizo Franco Macri, no él. 

Nisman designó a Lagomarsino en 2007, o sea que estuvo años trabajando con cargo en la Unidad AMIA, aunque Lagomarsino ya trabajaba con él desde antes. Está el contrato de trabajo pedido al entonces procurador Esteban Riggi, con la firma de Nisman, y según declaró Lagomarsino, el fiscal se quedaba con la mitad de su sueldo todos los meses. El técnico debía devolverle el 50 por ciento de lo cobrado, en efectivo. Tras la muerte del fiscal, hubo varias investigaciones para tratar de establecer si Lagomarsino tenía vinculación con algún servicio de inteligencia. Por ahora no se le encontró nada. Lagomarsino jura y perjura que no tiene relación con ningún servicio y ni siquiera el macrismo que gobierna desde hace un año y medio, le detectó ningún vínculo extraño. 

Mañana

Mientras a escondidas parece que Gendarmería hace su pericia, en la superficie están convocados mañana los peritos informáticos: Marcelo Torok por la defensa de Lagomarsino y Gustavo Presman por la querella de Arroyo Salgado. El tema es siempre el mismo: el ingreso a la computadora de Nisman el domingo 18 a las 7.30. En forma desesperada, la querella que encabeza la ex pareja de Nisman trata de plantar que esos movimientos en la computadora fueron hechos de forma remota porque si los hizo Nisman mismo, el domingo tempranito, se le cae su hipótesis de que la muerte fue el sábado 17. Las pruebas indican que fue Nisman el que hizo las operaciones desde su departamento, en Le Parc. A las 7.32 entró a ver a la nota escrita por este cronista en PáginaI12; después leyó Clarín, La Nación, Perfil –está probado que el diarero dejó los diarios de papel recién después de las 9–luego consultó los mails en su cuenta de Yahoo; chequeó en Instagram las fotos de una modelo con la que había dormido tres días antes, entró a un posteo en Infobae de Claudio María Domínguez sobre el regreso de la muerte, pasó el programa borrador CCleaner como lo hacía habitualmente y dejó la computadora en reposo. Todo está registrado y no hay registro de que alguien haya usado la computadora de manera remota. 

A simple vista parece haber una investigación y una pericia clandestina, urdida entre Gendarmería, el gobierno y Arroyo Salgado. Nadie conoce su cronograma y lo cierto es que hasta ahora no se cumplió el calendario anunciado por Clarín. En la investigación oficial, la que se pretende que sea legal, mañana arrancan los informáticos, después la balística y la toxicológica. Quedan unas 100 preguntas a responder en el camino o sea que no habrá resultados a corto plazo. El temor y la sospecha es que lo oficial es una especie de show, mientras se cocina a escondidas la que querrán hacer valer política y mediáticamente.

raulkollmann@hotmail.com



 
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