Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuarto Camino
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 
 
  Herramientas
 
General: EL RECUERDO DE SÍ - 2
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 13/08/2009 23:52
"El Recuerdo de Sí", dijo el señor Ouspensky en una oportunidad,
"significa la obtención de
un elemento de control de voluntad. Es un acto de hacer. No es soñar
hacer, sino una acción.
Al principio absorbe fuerza porque es usar algo a lo cual no estamos
acostumbrados. Pero más
tarde nos otorga fuerza". Agregó: "El Recuerdo de Sí es acción porque
no es sólo percepción
de sí, sino la capacidad de hacer lo que se quiere hacer —primero en
pequeña escala, como,
por ejemplo, controlarse en un arrebato de mal carácter o comportarse
diferentemente en
alguna ocasión en que, mecánicamente, se hubiese uno comportado como
siempre suele
hacerlo". Ahora bien, respecto de estas observaciones de O., es
necesario ante todo que un
hombre empiece por observar su manera de comportarse. Si no tiene idea
alguna acerca de su
comportamiento, si no puede verse en absoluto, por estar completamente
identificado consigo
mismo, en verdad todo trabajo sobre sí es inútil. No tiene idea alguna
de qué trata el Trabajo o
a qué debe aplicarlo —a saber, a si mismo. Recuerden, los topes, las
actitudes e imágenes de
nosotros mismos, etc., nos protegen rigurosamente contra los ataques
de los otros. Revelarle
al otro sus faltas no lleva a lado alguno, excepto a malos
sentimientos o a la violencia. No
podemos cambiarnos los unos a los otros, aunque podemos dejar lugar a
los otros para que
cambien. Pero este Trabajo le ordena que usted mismo debe observarse a
sí mismo a la luz de
lo que enseña, de modo que le sea posible cambiar. Esto es, se inicia
dentro de uno, como un
espía, dentro de nuestras bien protegidas fortificaciones. Sí, el "Yo"
Observante es un espía.
Por lo tanto todo depende de la sinceridad que se tiene para consigo
mismo. Si se niega a
reconocer en sí mismo lo que observa, caerá en una maraña interior
carente de vida, negativa.
Si, por otra parte, lo reconoce en su fuero interno, aun cuando sea
incapaz de cambiar cosa
alguna, verá que poco a poco es ayudado —no de la manera que esperaba—
sino porque lo
reconoce. Así mucho es lo que depende de esta sinceridad interior que
es el reconocimiento
de sí. Es lo opuesto de la auto-justificación. Abre las cosas. La auto-
justificación las cierra.
Agregaré, empero, que la gente cree reconocer lo que está fundamentado
en auto-justificación
y así su reconocimiento de sí es espurio y nada abre —de hecho, cierra
las cosas interiores
más que nunca. En este caso, la recepción de las tuerzas provenientes
de los Centros
Superiores —esto es, la ayuda— es más obstaculizada que nunca por ese
mentirse a si mismo.
Ahora bien, un acto de reconocimiento de sí es muy breve, tan breve
como el instante de
Recuerdo de Sí. Nada tiene que ver con el quejarse o el lamentarse o
el ser negativo. Es
simplemente una súbita introspección, una entrega momentánea a la
intratable voluntad de sí,
un librarse de la Falsa Personalidad, y así la breve acción de esa
Voluntad que no es la
voluntad de sí sino que proviene del "Yo" Real —porque el "Yo" Real no
tiene amor de sí y
de este modo tampoco voluntad de sí, sino Voluntad Real. Resulta que
las cosas empiezan a
cambiar para volver a disponerse en un orden correcto en uno mismo,
porque esto es lo que
los Centros Superiores tratan de hacer en todo momento. Como es
sabido, en nosotros casi
todo está incorrectamente conectado e intentamos llevar una vida con
una maquinaria que no
sólo está atascada por la suciedad y la herrumbre —tal como las
actitudes fijas— sino
326
conectada de una manera para la que no fue concebida.
Ahora bien, al encarar un estudio incesante del significado del
Recuerdo de Sí, recordaré que
una de las primeras cosas que hemos afirmado se refiere a que no nos
recordamos a nosotros
mismos y que, al contrario, nos identificamos continuamente con todo
cuanto sucede dentro y
fuera. Esta comprensión debe producirse muy gradualmente. Fingir que
se comprende, es
peor que nada. De esta comprensión gradual llegamos a percibir que
somos mecánicos, que
sentimos, pensamos y actuamos mecánicamente. También imaginamos que
podemos
modificar nuestra conducta; pero nos damos cuenta que ésta es
imposible. Ahora bien, la
comprensión de la propia mecanicidad es llamada una forma de Recuerdo
de Sí. Una nueva
comprensión significa una nueva conciencia. Esta nueva conciencia nos
muestra que lo que
antes imaginábamos era conciencia y conducta consciente no es
conciencia sino mecanicidad.
Y es esta nueva conciencia la que nos eleva por encima de nuestro
nivel previo de conciencia.
Pertenece al Tercer Estado de Conciencia —a saber, el Estado de
Recuerdo de Sí que todos
deben buscar en el Trabajo—. La próxima cosa, al encarar por primera
vez al estudio
incesante del Recuerdo de Sí, es hacer un propósito temporario, y
cuando se recuerda a si
mismo debe recordar al mismo tiempo su propósito. Esto se relaciona
con lo que se dijo antes,
en lo tocante a que el Recuerdo de Sí es más importante que la
Percepción de Sí porque
contiene un elemento de control de voluntad —tal como el de
controlarse en un arrebato de
mal carácter—. Recordarse a sí mismo en relación con el propósito-
Trabajo otorga fuerza
porque la extrae, digamos, del arrebato de mal carácter. Esto es,
puede hacerlo. Pero no piense
que cada vez que se recuerda a sí mismo y al mismo tiempo su
propósito, logrará el éxito. Si
no lo logra, reconózcalo y no se vuelva negativo —de otro modo se
establecerán asociaciones
equivocadas con todos sus esfuerzos de Trabajo—. Suceda lo que
sucediere, por más que
fracase —nunca se vuelva negativo—. "Si lo hace alimentará a la Luna" —
esto es, la parte
negativa del Centro Emocional—. Esta parte nos lleva a la esfera
regida por dos veces más
leyes que las que rigen la prisión donde estamos en esta Tierra y está
designada por el nombre
de "Luna". Hemos de comprender que existe un estado peor por debajo de
nosotros. Si no lo
creen, basta mirar en torno y contemplar lo que sucede en este mundo.
Ahora bien, todos los
estados negativos, ya sean religiosos o de otra naturaleza, nunca nos
llevarán a parte alguna, y
merece ser tenido en cuenta porque oculta una trampa. Nada puede
crecer en la parte negativa
del Centro Emocional excepto las emociones negativas. Imaginar que se
puede ir a alguna
parte siendo continuamente negativo, malhumorado, miedoso, triste,
etc., es una trampa muy
ingeniosa que traga con toda facilidad a millones de personas.
Ahora bien, nos han enseñado que tenemos derecho a ser negativos. Se
debe, desde luego,
reflexionar toda la vida sobre su significado. Aparentemente alguien
nos concedió este
derecho. Pero Gurdjieff decía también: "Tenemos derecho a recordarnos
a nosotros mismos.
El Hombre, en efecto, ha nacido con este derecho —pero se ha dormido
—". Finalmente,
señalemos que la ayuda está allí, pero no puede llegamos en el Segundo
Estado de Conciencia,
en el que estamos identificados con todo, aunque lo puede hacer cuando
estamos en el
Tercer Estado de Conciencia. Cabe decir, a este respecto que, al tomar
el Trabajo sólo al nivel
del Segundo Estado de Conciencia, caracterizado por el identificarse y
la multiplicidad de
"Yoes", todos en conflicto y deseosos de seguir diferentes rumbos, la
gente se preocupa por
todo, incluso el Trabajo. Y en lugar de relajarse y practicar el
Trabajo, se preocupan con todo
cuanto se relaciona con él, no viendo que esos preocupados "Yoes" son
justamente las cosas
con las cuales no deben identificarse.

http://groups.google.com/group/SECRETO-MASONICO



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados