No teníamos que haber Encarando Jamás y menos aún Reencarnar - Cuarto Camino

¡NO TENIAMOS POR QUÉ HABER ENCARNADO JAMAS: HABER CAIDO DE LA ILUMIANCIÓN JAMAS! Y todavía menos REENCARNAR

Somos mortales porque nos hemos separado indebidamente de Dios; como bien dicen los iluminados, la Biblia y religiones. Y ahora hasta cierto punto nos permite comprender la ciencia. Y ahora se trata pues de volver a él.

Al pecar hemos perdido el alma/interfaz que nos unía a Dios y su biorritmo evolucionante espiritual. Ahora se trata de formar el alma para poder volver al espíritu y retomar lo que dejamos de ser y hacer.

Sólo reencarnan las excepciones raras que no consiguen formar alma; bien por muerte prematura, suicidio o por incapaces. Y sólo lo hacen alguna vez más... Todo tiene su ritmo: siembra, cosecha. Sólo estos recuerdan algo… Otros pocos que creen recordar no hacen sino ser conscientes de la genética energética emocional heredada de ancestros cercanos o muy lejanos...

Cada vez que uno nazca aquí, debe perder todo su desarrollo/alma ANTERIORRRR para poder nacer en el espaciotiempo y empezar por ello de cero. Por eso no hay mecanismo evolucionador de tipo reencarnatorio. POR ESO NO SE RECUERDA; Y SIN RECUERDO NO HAY MECANISMO DEL QUE CONTINUAR ... Pero estas cosas y compresiones no pertenecen al esoterismo o espiritualidad o creencias pueriles asequibles a las mayorías…Por eso no las entiende cualquiera ni se difunden entre las masas.

Atentamente,

Paulino.
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¿Qué Pecado cometimos contra Dios que nos arrojó del Paraíso?

¿Qué Pecado cometimos contra Dios que nos arrojó del Paraíso?

Pecamos porque quisimos ser como Dios ¿Qué significa eso?

-Pues que quisimos conocer el bien y el mal; saber qué es bueno y malo. No tener forma (Alma). Y eso, es algo que sólo lo puede Ser y saber Dios. Sólo él que es Uno, puede saber que gustos y funciones nos son buenas, necesarias y cuales no a nosotros que somos expresiones/formas de su divinidad.

Sólo el puede saber cómo es nuestro modo de vivir, libertad, coocreación, forma y evolución.

Nosotros tenemos que aceptar pues los gustos y funciones que el nos da a desempeñar. Es decir, debemos aceptar el alma, que es el contrato de vida. Por eso, al caer en la tentación de cuestionar sus designios y nuestra formalidad, identidad; creamos pues una división y por tanto una dualidad inviable entre Dios y nosotros; rompiendo el contrato-alma y androgeneidad/unificación interna y externa; SEPARANDO LO QUE DIOS HABÍA UNIDO Y NADIE PUEDE SEPARA SINO PARA DESTRUIRSE; cayendo así, en el sueño premortal no irreversible; es decir, naciendo así en la dualidad que es el espaciotiempo y la vida como seres duales hombre y mujer. En la que jamás podremos saber qué nos es bueno y qué malo ni cómo dominarnos ni podremos volver a Dios si no nos arrepentimos y nos autorizan a hacerlo. Así vemos las consecuencias de querer ser algo que no es viable. Así comprendemos que no podemos ser como Dios ni como no debemos.
Así, el karma redentor al que nos hemos hecho acreedores puede devolvernos si lo suparamos, el Tao/interfaz simbiótico perdido, y despertarnos directamente a la eternidad en ésta propia vida animal. De lo contrario, después de la muerte de nuestgro cuerpo carcelario y redentor animal seguiremos purgando, espiando el karma hasta aprender. Y tal vez, algunos separdos como la cizaña del trigo y destruídos.

La aceptación es la palabra clave: hágase Tu Voluntad y no la mía. Es decir, no tener deseos personales; pero qué significa eso que casi nadie entiende:

Cita:

¿QUÉ SIGNIFICA NO TENER DESEOS PERSONALES?

No tener deseos personales, no significa NO TENER DESEOS, no significa no desear la vida y sus formas... Significa no desear lo que no nos pertenece, significa no quitarnos ni ponernos deseos por nuetra cuenta y riesgo; ya que no somos Dios para saber qué es bueno, malo y qué consecuencias. Nuestra libertad de elección es limitada por la ley, la justicia divina:

Significa aceptar los deseos personales que Dios nos da.

Aquí pues se confunde el Vedanta Advaita:

Se confunde cuando rechaza el alma identitaria y personal como medio de superar la Dualidad. Y no hace otra cosa que caer en la más extrema de las dualidades. Pues para sentirse uno como Dios, rechaza la mitad dual de su cognición hemicerebral: la formal identitaria y sus deseos. Y al hacerlo así se sitúa completamente en la cognición del polo opuesto hemicerebral en el que no hay alma personal ni identidad personal, ni forma, ni deseos, ni saber. Se erige entonces en su propio Dios QUE DECIDE Y QUE SABEEEEE QUE ESTA BIEN Y QUE ESTA MAL; PUES RECHAZA EL POLO FORMAL EN LUGAR DE ACEPTARLO E INTEGRARLO; lo cual le llevaría a la máxima superación posible y permitible de la dualidad, LIBERTAD y del no saber.
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Hola Ramón.

Planteas:

Pregunto: ¿No debiera haber una explicación y espera de rectificación antes del castigo, o sea dar una oportunidad?
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Opino:

Según dicen los iluminados, la hubo; gracias a lo cual algunos lo evitaron y otros variaron sensiblemente su karma. Naciendo en mundos como éste o mejores. A cada cual según su pecado final.
No todos necesitaron llegar hasta el mundo material en el que la dualidad se presenta casi absolutamente dividida por tanto a punto de morir en unos pocos años.
Muchos conservaron la imagen y semejanza de lo divino y por tanto conservan la androgeneidad sin romper el matrimonio divino de la dualidad hombre-mujer indivisa. Por lo cual no descendieron hata el mundo material.
Pero los que lo fastidiamos más, rompimos el alma que unificaba la dualidad adán-eva y aquí estamos divididos como hombres y mujeres sin posibilidad de volver al espíritu hasta corregir lo necesario recomponiendo el alma si nos dan el visto bueno y ayuda concreta e indispensable para ello.
Aún después de la muerte nadie pasa al espíritu hasta no pasar el tiempo necesario en el purgatorio... Y alfinal, volver a unirse a su alma gemela en matrimonio perfecto y superador de la dualidad. El estado hombre y mujer no es natural, no se da en el espíritu-eternidad porque es una dualidad desunificada que crea tiempo, antagonismo, violencia y destrucción.
Por eso, todos aquellos que pretenden seguir siendo hombres o mujeres en el espíritu o fundirse con Dios, nada saben de las cosas del espíritu; sino del astral inferior.

Planteas, Ramón:

Pregunto: ¿Por qué no darnos la fe absoluta para no trasgredirla y no caer en pecado?

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Opino:

Porque lo absoluto sólo es cosa de Dios. Si lo fuera nuestra, entonces seríamos como Dios; es decir Dios; y para eso ya está él. No necesita suplantarse así mismo ni quedarse sin el "mecanismo celular" de su creación; ya que:

Dios, necesita lo diferente(multiplicidad) para poder crear una tripolaridad capaz de manejar la dualidad y a la vez la superación de la misma; pero nunca la superación absoluta. Pues sin esa dualidad superada relativamente en sentido de equilibrada, armonizada; no habría la tensión-esfuerzo que se da entre la diferencia de potencial, entre lo uno y la multiplicidad, entre polos para que de ahí surja la dinámica de la corriente de vida interna y externa. El devenir:

De ese modo, Dios alimenta la vida. Y la vida lo retroalimenta a él.

Un ejemplo de ese devenir lo tenemos entre el Vacío cuántico y el universo físico manifestado. Es decir, entre el vacío y la forma. O entre el espíirtu-alma y el cuerpo:
Los desequilibrios del espíritu o las renovaciones y reciclados, se transfieren al cuerpo y se depuran, ensayan o corrigen en el cuerpo cuando así es necesario. La eternidad, necesita el tiempo para eso:

Un bosón virtual emerge del vacío cuántico e interacciona con una partícula; y al instante la partícula emite un bosón virtual depurado que desaparece en el vacío cuántico llevando la respuesta a la pregunta formulada, planteada, etc.

El Vedanta Advaita, no acepta esa dualidad y limitación de libertad, no aceptan esa justicia. Ciertos gnósticos tampoco. Rechazan pues el Alma para así indiferenciarse absolutamente de Dios y por ello unirse a él absolutamente. Tal vez lo hagan por amor absoluto; pero la ley no le permite al ser humano nada absoluto, entonces le aplica la ley de Dios y si no hay arrepentimiento en tiempo útil, deviene el tratamiento terapéutico o en su caso la destrucción.

Atentamente,
Paulino.
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