Algunos piensan que el príncipe William es el escogido; el hombre que llevará la marca de la bestia. Pero toda hipótesis necesita retomar el hilo principal del mundo secreto que nos rodea. Y debéis saber que Guillermo de Cambridge desciende del linaje del Rey David, algo que el rabinato siempre ha considerado verdadero, y por ello los Windsor llevarían la semilla del Mesías. Pero otros dicen también que el verdadero origen de esta saga ancestral es la desparecida tribu de Dan, una de las doce tribus de Israel vecina de las tribus de Efraín, Benjamín y Judá, que llegó a extenderse entre los fértiles valles de la Sefelá y las llanuras costeras del Mediterráneo.

Tribu poderosa y mercantil que nunca aceptó las sagradas reglas de Jehová y desobedeció a sus hermanos. Su castigo fue la desaparición y la ocultación de aquel linaje que abjuró del dios judío pero conservo su raza, su instinto y sus conocimientos.

Las palabras proféticas sobre el hombre vil, a la que los judíos nunca llamarán rey ( el título semita para el Mesías)  y que vendrá sin avisar par tomar mediante la seducción el reino ¿no podríamos aplicarlas en pleno siglo XXI al mayor de los seductores, el príncipe Guillermo?  2000 millones de personas viendo las imágenes de esta perfecta representación de dos escogidos para la gloria en la abadía de Westminster. Como sucedió con Diana, la princesa del pueblo, llorada y casi idolatrada, su hijo, fruto del sacrificio, ejemplo de belleza, bondad y entrega, nunca estaría entre los sospechosos habituales de representar al anticristo.. Pero su padre, discreto masón grado 33,  es seguidor, heredero y creyente de los Illuminati, la más peligrosa de las herejías financieras que en su código genético mezclan la sangre de Cristo y la semilla de Satanás para hacerse fuertes e intocables.

Mientras la cursilería imperante lloró siempre a la pobre Diana que nunca pudo ser feliz, lejos quedó la cuesiton del porqué de aquel matrimonio de Carlos con Diana. Pues debéis saber que Diana trajo una línea de sangre merovingia, los reyes franco-romanos que formaron el corazón de la aristocracia europea y por Diana Frances Spencer trajo la mejor herencia a la decaída corona inglesa. Entre los antepasados ​​de la princesa estaban los reyes Stuart, (Carlos II y Jacobo II), la famosa casa de Estuardo que reinara entre 1371 y 1603. sobre todos los territorios de Britannia. La línea de sangre de Diana reforzó a la actual familia real porqué en su hijo, el príncipe Guillermo, podría reclamar en su título todos los linajes de la monarquía inglesa, un poder de código genético nunca antes visto.

Guillermo cumplirá treinta años en 2012, la misma edad de Cristo cuando el hijo del carpintero se introdujo en el ministerio de la palabra y congregó grandes fuerzas a su alrededor. Cuando Nostradamus, iniciado en los Protocolos de los Sabios de Sión, se refería en sus cuartillas a la llegada de “Le Grand Monarca”, o el gran rey, todos sabían que en última instancia, el ungido sería de la  dinastía merovingia. Que así aseguraba la doble hegemonía del Papado y el Imperio, del Vaticano y de los Habsburgo. Con frecuencia se refiere Nostradamus a a los Caballeros Templarios y la casa de Lorena, que son sinónimo de los Habsburgo. ¿Seguimos? No os perdáis en el camino porqué todos los caminos llevan a Guillermo de Cambridge.

Fuente: http://www.al2012.com/2011/04/29/el-linaje-satanico-del-principe-guillermo/