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General: Isaac: El Hijo de la Promesa
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Respuesta  Mensaje 1 de 35 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999  (Mensaje original) Enviado: 08/06/2011 16:42

Isaac: El Hijo de la Promesa [CB12>

 


 

 Después de la destrucción de las ciudades de la llanura de Jordania, Abraham se mudó al sudoeste a una tierra llamada Gerar. Tal como  Dios había prometido, Abraham y Sarah iban a ser padres de un niño. Un ángel les había dicho que llamaran al bebé Isaac. Abraham tenía 100 años de edad cuando nació Isaac. Sarah tenía 90 años de edad (Gen. 21:1-3).

 

En aquellos dias se acostumbraba dar una fiesta en honor los niños que tuvieran entre dos o tres años de edad. Cuando Isaac tuvo esa edad, Abraham hizo la fiesta porque su hijo había dejado de ser bebé y se había convertido en un niño pequeño. Y como Abraham se había convertido en una persona muy respetada en esa región, invitó a hombres importantes a la fiesta, posiblemente inclusive al rey de Gerar.

 

Cuando Agar y su hijo Ismael vieron la atención especial que Isaac estaba recibiendo de tantas personas, ellos sintieron envidia. Ismael era el primer hijo de Abraham, y Agar estaba resentida porque Ismael no había sido honrado de la misma manera a esa edad (Gen. 21:8-9). Durante la cena, Agar e Ismael hicieron algunos comentarios desagradables sobre el pequeño  Isaac. Su madre se enojó mucho con ellos cuando los escuchó.

 

Ismael parte

 

Pese a que Sarah había sugerido que Abraham tuviera un hijo por medio de su sierva Agar,  a Sarah no le había gustado que Agar e Ismael vivieran en las mismas tiendas junto con Abraham y ella. Ella inmediatamente acudió a Abraham para pedirle que echara a Agar e Ismael. Esto era un problema para Abraham, quien sabía que habría muy poca felicidad en un hogar con dos madres celosas.

 

“Haz lo que Sarah desea y echalos,” Dios le dijo a Abraham. “Pero no te sientas triste por esto, porque Yo me ocuparé de ellos”. Isaac, no Ismael, será tu heredero, ¡pero a partir de Ismael haré una nación completa!” (Gen. 21:10-13).

 

Esta promesa alivió mucho a Abraham. Él obedeció a Dios. Temprano en la mañana siguiente él preparó provisiones para la partida inmediata de Agar e Ismael, quienes él esperaba que lograran llegar a un lugar donde pudieran descansar del caluroso sol de la tarde. Es posible que él también ansiara que no se fueran a vivir a demasiadas millas de distancia.

 

Mientras aún estaba fresco en la mañana, Agar e Ismael tomaron comida y agua, salieron de la tienda de Abraham y comenzaron a caminar. Agar, que era egipcia, partió con su hijo a través del desierto hacia el sur, posiblemente con la intención de regresar a su tierra natal (Gen. 21:14). Ella creía que si ellos podían llegar a al camino principal de las caravanas a Egipto, quizás podrían encontrar una caravana que los pudiera llevar a lo largo del sudoeste.

 

Esto no fue lo que ocurrió. Agar no pudo encontrar el camino de las caravanas. A la mitad del caluroso día ya habían bebido toda el agua que tenían. No había sombra, y hacía tanto calor que a la midad de la tarde Ismael cayó en la arena ardiente, y no pudo volver a levantarse. Al ser un adolescente en crecimiento, necesitaba mas refrigerios que su madre, quien se dio cuenta que si no encontraba agua pronto su hijo seguramente moriría de sed en unas horas.

 

Agar se desesperó. No parecía haber posibilidades de encontrar agua en aquella gran extensión de arena caliente y rocas. A media tarde, cuando el calor llegó a su peor momento, Ismael estaba solo parcialmente consciente. Agar luchó para hacerlo rodar hasta la sombra débil de un arbusto del desierto. Ella lo dejó allí y caminó lo suficientemente lejos como para no poder oir sus gemidos. Estos y los amargos sollozos de ella eran los únicos dos sonidos en el doloroso calor del desierto.

 

Ismael es rescatado

 

Luego de un tiempo se oyó un sonido sorpresivo. ¡Era la voz de un ángel que le habló a Agar! “No te preocupes por tu hijo, Agar,” dijo el ángel. “Ve y ayudalo. Dios hará surgir una gran nación de Ismael” (Gen. 21:17-18).

 

Agar levantó su mirada. Ella no vió al que hablaba, pero vio algo que no había notado antes. Era un manantial de agua clara y fresca que salía a borbotones de la arena y solo a unos pocos pies de distancia. Agar se lanzó al manantial, llenó su vacía botella de cuero, y agradecida se apresuró a verter un poco de agua entre los labios secos de Ismael. Dios le había prometido a Abraham que Él cuidaría a  Ismael y a su madre. Él comenzó salvando sus vidas en el desierto.

 

Después de que Ismael se recuperara, él y Agar todavía no lograban encontrar el camino de las caravanas. Ellos viajaron hacia el sudeste hasta un area desierta en la cual se quedaron. Ismael se volvió tan habilidoso con el arco que podía ensartar muchos pájaros y animales para alimentarse los dos. Ellos continuaron su vida en el desierto por muchos años hasta que él casi se convirtió en un hombre salvaje (Gen. 16:12). Agar logró traerle una mujer egipcia para que fuera su esposa (Gen. 21:21). Ismael y su esposa tuvieron hijos, y esos hijos crecieron y tuvieron hijos. Con el tiempo, una nación completa surgió de Ismael, tal como Dios había anticipado. Hoy en día conocemos a ese pueblo como los árabes.

 

La prueba mas difícil para Abraham

 

Con el transcurso de los años Abraham  demostró por su obediencia que era en verdad un servidor de Dios. Dios planeó ponerlo a prueba una vez más, y esta sería la prueba más difícil de todas. En ese momento él estaba viviendo en un lugar llamado Beer Sheba, al norte de donde Agar e Ismael habían se habían internado en el desierto. Allá creció Isaac. Abraham estaba agradecido porque Dios le había dado este buen hombre joven. Él se impresionó un día cuando oyó a Dios decir: “Lleva a  Isaac a la tierra de Moriah y ofrecelo como ofrenda quemada” (Gen. 22:2).

 

Abraham hubiera elegido dar su propia vida, pero esto no era lo que Dios le había dicho que hiciera. Abraham sabía que lo mejor que uno puede hacer es obedecer al Creador, sin importar cuán difícil pueda ser. Entonces él comenzó a seguir las instrucciones que había recibido.

 

Pero antes de que Abraham pudiera en realidad sacrificar a su hijo el Señor le dijo: “No hagas daño a Isaac.¡ Sé que me temes, porque has tenido la voluntad de entregar a tu hijo!(Gen. 22:10-12).

 

Abraham sabía que Dios estaba hablandole por medio de un ángel. Se desplomó en sus rodillas, llorando y colmado de felicidad y agradecimiento porque Dios no le había pedido que tomara la vida de su hijo. Entonces él vio en la cercanía un carnero que se sacudía en un matorral donde estaba atrapado. Abraham se dio cuenta que Dios le había proporcionado un animal para sacrificar en lugar de Isaac (v.13).

 

Isaac también debió haber estado agradecido cuando su padre cortó las sogas que lo sujetaban. Para obtener mas explicaciones acerca de esta historia ver el documento Abraham e Isaac: Un Sacrificio por la Fe (No. CB11).

 

Quizás uno pueda pensar que fue cruel por parte de Dios hacer que Abraham casi asesinara a  Isaac. Dios nunca es cruel. Él siempre es amoroso y piadoso. A veces Dios da pruebas muy difíciles a aquellos que eligen obedecerle. Esto es para demostrar la obediencia o la sabiduría, tal como a veces los maestros en la escuela o los padres nos dan pruebas para saber cuánto estamos aprendiendo.

 

En el caso de Abraham esto demostró que  Abraham amaba a su Creador más que a ninguna otra cosa o persona, incluyendo a su hijo. Abraham demostró gran fe por lo que estaba preparado para hacer. La prueba fue buena para  Abraham y un buen ejemplo para millones que luego leerían acerca de este evento. Además señaló un momento mil años mas tarde cuando Dios mismo estaría dispuesto a entregar a Su único hijo, Jesús, para que fuera asesinado a causa de todas las malas acciones realizadas por el hombre.

 

La promesa de prosperidad para los descendientes de Abraham

 

Antes de que Abraham e Isaac bajaran el cerro de regreso, el Señor le habló una vez más a  Abraham. “Dado a que has estado dispuesto a entregar a tu hijo por me,” prom­etió Dios, hablando por medio de un ángel, “Yo te bendeciré en verdad. Tus descendientes van a ser como las estrellas de los cielos en multitud y como las arenas de la costa. Ellos podrán conquistar a sus enemigos. Todas las naciones del mundo buscarán ser tan prósperas como aquellas que desciendan de ti. ¡Todo esto ocurrirá porque me has obedecido!”

 

Luego de que Abraham e Isaac regresaran a donde los dos siervos estaban esperando, ellos partieron de regreso a Beer Sheba.

 

Mas tarde, Abraham se mudó a Hebron en la parte sur de la isla de Canaan. Allí, Sarah murió a la edad de 127 años. Esta madre de muchos millones de personas que ahora viven alrededor del mundo fue enterrada en una cueva que le pertenecía a Abraham.

 

Pasados tres años después de la muerte de su esposa Sarah, Abraham comenzó a pensar que  Isaac debía casarse. En ese momento Isaac tenía 40 años de edad. Abraham estaba preocupado por lograr que su hijo no tomara por esposa una mujer entre los canaanitas, que eran adoradores de ídolos.

 

Abraham le ordenó al encargado sus siervos que tomara hombres, camellos y provisiones y fuera a la Mesopotamia, la tierra natal de Abraham, y trajera al volver una esposa para Isaac elegida entre su propio pueblo (Gen. 24:3-4). En aquellos tiempos era costumbre que los padres eligieran a las personas que se casarían con sus hijos e hijas, y esto es costumbre aún hoy en día en algunos paises.

 

Abraham estaba seguro de que todavía había en Mesopotamia muchas personas que adoraban a Dios. Él tenía un hermano, Nacor, que aún vivía allí y tenía una gran familia (Gen. 22:20-24). Él sabía que Dios estaría mas complacido si Isaac se casaba con alguien de su propia familia (descartando parientes cercanos) que si tomaba una esposa que adorara ídolos.

 

El siervo de Abraham encuentra a Rebeca

Despues de dias de viaje hacia el noreste, el siervo de Abraham y su caravana llegaron una noche a un pozo de agua justo fuera de la ciudad de Nacor (Gen. 24:10). En aquellos dias las mujeres eran las que iban a los pozos a extraer agua. El siervo de Abraham rogó que entre ellas hubiera una que resultara una buena esposa para el hijo de su amo. Él también rogó que Dios le señalara a esta mujer haciendo que ella se ofreciera como voluntaria para extraer agua para él y los camellos. Esto puede parecer pedirle mucho a Dios. ¿Qué mujer se ofrecería voluntariamente a extraer agua para diez camellos sedientos?

 

Pero aún antes de que el siervo hubiera terminado su plegaria, una hermosa y joven mujer se acercó al pozo. Cuando ella sacó agua, el siervo de Abraham se acercó y le pidió agua para beber. En seguida la mujer le ofreció la jarra de agua (Gen. 24:11-15). “Bebe, señor mio,” dijo ella. “Esto casi puede ser la respuesta a mi plegaria,” pensó el siervo. “Ella está dispuesta a darme de beber, pero seguramente no va a querer mas molestias.” Por esto el siervo de Abraham se sorprendió  al oir a la joven mujer decir, “¡con mucho gusto les daré agua a los camellos también! ¡les daré todo lo que puedan beber!”

 

Esta era una respuesta directa a la plegaria que había hecho solo unos minutos antes. El siervo de Abraham estaba seguro de que esta era la mujer para Isaac. Para pagarle por su molestia, él le dio un anillo de oro que pesaba medio siclo y dos brazaletes que pesaban diez ciclos (Gen. 24:22).

 

Los diez siclos representan los honorarios por la redención de una mujer de entre cinco y veinte años. Los honorarios por la redención de las personas estaban especificados por ley y no eran una carga (Lev. 27:1-8). El medio siclo representa el impuesto especifico impuesto por el Templo para Expiación (Ex. 30:11-16). Cristo pagó el precio por nosotros, cuando entregó su vida. Los brazaletes y el añillo de naríz también se relacionan con la expiación (Num. 31:49-50).

 

Cuando él le preguntó su nombre, él recibió otra sorpresa. “Yo soy Rebeca,” ella le dijo. “Yo soy la hija de Bethuel, el hijo de Nacor.”

 

Nacor era el hermano de Abraham, ¡entonces esta joven mujer era prima segunda de Isaac! Fue una buena noticia para el siervo el saber que había encontrado una mujer que era del pueblo de Abraham, y una que sabía del Único Dios Verdadero. El siervo de Abraham le agradeció a Dios inmediatamente por haberlo ayudado.

 

Laban invita a la desconocida a casa      

 

Rebeca corrió a su casa entuciasmada a contarle a su familia lo que había ocurrido, y para mostrarles el añillo y los brazaletes. Cuando su hermano, Laban, vio las costosas joyas y escuchó la historia de Rebeca, fue apresuradamente al pozo para invitar al siervo de Abraham a su casa (Gen. 24:29-31). El siervo estaba agradecido por la invitación, pero antes de aceptar, se aseguró que los hombres que estaban con él descargaran, se alimentaran e hicieran lechos de paja para los camellos. Él y sus hombres recibieron agua para lavarse los pies. Esta era una costumbre que era muy útil en tierras áridas donde los pies de los viajeros quedaban polvorientos y agotados.

 

Luego recibieron comida, pero el siervo no quería comer antes de decirles a sus anfitriones cuál había sido el motivo de su presencia (v. 33). Él relató a la familia de Rebeca lo que le había ocurrido a  Abraham desde que había dejado Haran muchos años atrás. Él relató cómo Abraham había obedecido a Dios en las tierras donde otras personas no tenían nada que ver con Dios y cómo Abraham se había vuelto rico y  felíz padre de un hijo obediente, Isaac.

                          

Cuando el siervo les contó de su plegaria por una buena esposa para Isaac, y cómo Rebeca había cumplido con lo que él había pedido, la familia de Rebeca se convenció de que Dios lo había guiado a Rebeca.

 

“Creemos que es el deseo de Dios que Rebeca se convierta en la esposa de Isaac,” le dijeron al siervo (v. 50).

 

El siervo estaba tan complacido al oir esto que nuevamente agradeció a Dios. Luego entregó a Rebeca oro y plata y verstimenta hermosa, y obsequios costosos para su familia (v. 53). Los obsequios costosos que recibieron rebeca y su familia mostraban que en su futuro tendría riqueza. Luego, finalmente, todos disfrutaron una fiesta felíz. Si el lector cree que esto no era justo para Rebeca porque ella tenía poco o nada para decir acerca de todos estos planes, debe recordar que en aquellos tiempos las esposas eran elegidas de un modo diferente. En este caso, Rebeca sin duda estaba contenta y entuciasmada, aunque no  conocía a Isaac. Lo que es más importante es que Dios había puesto su mano en esto, lo cual aseguraría la felicidad de todas las personas involucradas.

 

Por la mañana siguiente, la familia de Rebeca preguntó si ella podía quedarse unos días más en su casa. El siervo de Abraham les recordó que, dado a que Dios lo había guiado tan rápidamente a Rebeca, nada debía ser postpuesto. Rebeca afirmó que ella estaba dispuesta a partir inmediatamente, entonces la caravana emprendió  su viaje de regreso. En el viaje de retorno la caravana se agrandó al agregar camellos que cargaron a Rebeca, su asistente y sus siervas. La familia de Rebeca estaba triste al verla partir, pero ellos también estaban felices porque obviamente ella se casaría con un buen hombre  (vv. 55-61).

 

Isaac conoce a su novia

 

Días mas tarde, mientras Isaac estaba fuera caminando en un campo, vio una caravana acercandose. Él se acercó al encuentro, esperando que fuera la que su padre había enviado a Nacor. Cuando Rebeca vió un hombre corriendo hacia ellos, ella preguntó quién era él. Cuando le dijeron que sería el hombre con el cual ella se iba a casar, ella se alegró. Ella se arregló rapida y modestamente con un largo velo antes de bajar de su camello para encontrarse con su futuro esposo (v. 65).

 

Isaac y  Rebeca se casaron rápido después de su encuentro. Y dado a que tenían la bendición de Dios, ellos fueron muy felices (v. 67). A través de ellos, el Creador se acercó un paso para dar inicio a la nación que realizaría una importante tarea en el mundo a traves de sucesivas generaciones.

 

Treinta y seis años mas tarde, a la edad de 175 años, Abraham murió (Gen. 25:7-8). Los primeros dos hijos, Ismael e Isaac enterraron a su padre en la misma cueva en la que fue enterrada la primera esposa de Abraham, Sarah (Gen. 25:9-10). Ver el artículo Abraham y Sarah (No. CB10).

 

Si bien Isaac y Rebeca eran felices en su matrimonio, los años pasaban y ellos no tenían ningún hijo. Ellos estaban tan desilusionados que por fin Isaac le pidió a Dios que les enviara un niño (Gen. 25:21). Dios respondió la plegaria. Despues de veinte años de matrimonio, por fin  Isaac y  Rebeca se dieron cuenta que pronto serían padres.

 

En un momento Rebeca sufrió de dolores extraños entonces oró por alivio. Dios le dijo, posiblemente en un sueño o en una visión, que ella daría a luz al comienzo de dos naciones. Dios le dijo que una nación resultaría mas fuerte que la otra, y que el primero en nacer serviría al otro. Dios le dio fuerza para continuar en este estado hasta que se convirtió en madre de dos hijos mellizos. El primero en nacer se llamó Esau. El segundo se llamó Jacob (Gen. 25:22-26).

 

Isaac y Abimelec

 

Había hambruna en la tierra e Isaac acudió al rey Abimelec en Gerar. Esta era una hambruna diferente de la que había ocurrido en los tiempos de Abraham cuando él fue a Egipto (Gen. 12:10). El Señor se presentó ante Isaac y le dijo que no fuera a Egipto.

 

“Reside en esta tierra. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tus descendientes os daré todas estas tierras. Así cumpliré el juramento que hice a tu padre Abraham. 4Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y en tu descendencia Serán benditas todas las naciones de la tierra, 5 porque Abraham Obedeció mi voz y Guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis instrucciones. 6 Habitó, pues, Isaac en Gerar  (Gen. 26:3-6)

 

Ahora, al igual que Sarah, Rebeca también era muy hermosa. Entonces cuando los hombres de ese lugar le preguntaron a Isaac por su esposa él dijo, “Ella es mi hermana”. Él tenía miedo de decir que Rebeca era su esposa porque pensaba que los hombres podrían matarlo y tomar a su esposa. Sin embargo, luego de que Isaac había estado un largo tiempo el rey miró por la ventana un día y vio a Isaac acariciando a su esposa. Entonces mandó a buscar a Isaac y le dijo, “¡Ella es en realidad tu esposa! ¿Por qué dijiste que era tu hermana?”

 

Isaac le dijo al rey que tenía miedo de ser asesinado por Rebeca. Entonces Abimelec se enojó porque cualquiera de sus hombres podría haber tomado a Rebeca por esposa. Entonces dio órdenes a todo el pueblo que cualquiera que tocase a  Rebeca sería asesinado (Gen. 26:7-11).

 

Es interesante destacar que el padre de Isaac, Abraham hizo lo mismo cuando fue a Egipto. Él mintió con respecto al hecho de que Sarah (Sarai) era su esposa y dijo que era su hermana. Al igual que Isaac, él también pensó que esta mentira salvaría su propia vida (Gen. 12:11-14). Ambos debieron haber confiado en que Dios los cuidaría porque así lo había prometido.

 

Isaac plantó cultivos y con el tiempo se volvió muy rico, y esto continuó. Él tenía tantas manadas y rebaños que los filistinos lo envidiaron y se volvieron malos. Entonces ellos llenaron los pozos de Isaac con tierra. Finalmente Abimelec le dijo a Isaac que se mudara porque se estaba volviendo demasiado poderoso (Gen. 26:12-16). Dado a que Dios cumplió Sus promesas Su pueblo fue bendecido y fueron considerados como una amenaza para los otros en las tierras en las que habitaban.

 

Entonces Isaac se mudó y se estableció en el valle de Gerar. Él abrió nuevamente pozos viejos que su padre había dejado. Los siervos de Isaac cavaron en el valle y encontraron un pozo de agua fresca allí. Pero los otros pastores pelearon con ellos y les dijeron que el agua era de ellos. Entonces él le dio al pozo el nombre de Esec porque ellos pelearon con él. Luego cavaron otro pozo y pelearon también por este, entonces le dieron el nombre de Sitna. Continuó su camino y cavó en otro pozo y nadie peleo por este. Le puso el nombre de Rejobot, diciendo, “Ahora el Señor nos ha dado un lugar y floreceremos en la tierra” (Gen. 26:17-22).

 

Desde allí Isaac fue a Beer Sheba. Allá el Señor apareció ante él y le dijo, “Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, porque Yo estoy contigo; te bendeciré y multiplicaré el número de tus descendientes por la paz de mi siervo  Abraham” (Gen. 26:23-24).

 

Isaac construyó un altar allá e invocó el nombre del Señor. Allí instaló su tienda y sus siervos cavaron un pozo. Mientras tanto Abimelec había venido a su encuentro desde Gerar con algunos de sus hombres. Isaac preguntó: ¿“Por qué has venido a mi si fuiste hostil conmigo y me has echado?” (Gen. 26:25-27).

 

Ellos respondieron: “Vimos con claridad que el Señor estaba contigo; entonces dijimos, ‘Debe haber un juramento de alianza entre nosotros. Hagamos un pacto contigo de que no nos harás daño, así como nosotros no te hemos molestado sino que siempre te hemos tratado bien y te hemos enviado lejos en paz.’ Y ahora has sido bendecido por el Señor” (Gen. 26:28-29).

 

Isaac entonces hizo un banquete para ellos y ellos comieron y bebieron. El banquete era para mostrar la amistad entre las partes del pacto. Temprano en la mañana siguiente los hombres juraron un pacto unos a otros. Luego Isaac los despidió y ellos partieron en paz. Esse día los siervos de Isaac vinieron a decirle que habían encontrado mas agua. Él le dio a ese pozo el nombre de Seba y hasta hoy en día en nombre del pueblo ha sido Beer Sheba (Gen. 26:30-33).

 

La bendición de Isaac continuó

 

Los hijos de Isaac crecieron y Esau se volvió un habilidoso cazador y Jacob trabajaba cerca de su casa entre las tiendas. Isaac amaba a Esau más y Rebeca  amaba mas a Jacob (Gen. 25:27-28), entonces cada padre tenía un hijo favorito. Esto no es algo bueno de fomentar en las familias. Sin embargo, si bien los padres aman a todos sus hijos, ellos a veces pueden favorecer a uno más que a otro.

 

Esau era el primogénito entonces él era el heredero a las promesas del derecho por nacimiento. El derecho por nacimiento inluia los derechos de herencia del primogénito. Esto significa que Esau tenía derecho a una parte doble de las pertenencias de su padre. Bajo presión, Esau vendió su derecho de primogenitura a su hermano menor Jacob. Entonces Esau sintió desprecio por Jacob y su derecho de nacimiento (Gen. 25:29-34).

 

Jacob y su madre habían planeado lograr la bendición para Jacob. Dios ya le había prometido a Rebeca que el hijo mayor serviría al hijo menor, entonces ella debió haber tenido fe en que Dios cumpliría lo que había dicho (Gen. 25:23). Debido al mal sentimiento que se había originado entre los dos hermanos, Jacob fue enviado lejos por su propia seguridad  y para encontrar una esposa. Para aprender mas acerca de la historia de estos hijos de Isaac ver el artículo Jacob: El Hijo de Isaac (No. CB13).

 

Jacob finalmente se reconcilió con su hermano  Esau y volvió a casa con su padre Isaac en Hebron donde Abraham e Isaac habían estado. Despues de haber vivido 180 años, Isaac tomó su último respiro y “murió y se reunió con todo su pueblo, anciano y lleno de días.” Y sus hijos Esau y Jacob lo enterraron (Gen. 35:27-29).

 

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Respuesta  Mensaje 2 de 35 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 15/02/2012 20:43
 

~ Isaac ~

Isaac= «risa».

E

l hijo de Abraham y Sara nacido probablemente en Beerseba (Gn. 21:14, 31) cuando su padre tenía 100 años y su madre algo más de 90 (Gn. 17:17; 21:5).

 

Cuando Dios dio la promesa de que Sara tendría un hijo, Abraham, incapaz de creerlo, se puso a reír (Gn. 17:17-19). Más tarde, al oír la misma promesa dada por un extraño que se había detenido en sus reales, Sara se rió también de incredulidad (Gn. 18:9-15). Después del nacimiento del niño, reconoció gozosa que Dios le había dado motivos para reír, tanto a ella como a sus amigas, pero con risa de alegría (Gn. 21:6). Como recuerdo de estos acontecimientos, Abraham lo llamó Isaac, «él ríe» (Gn. 21:3).

Fue circuncidado al octavo día (Gn. 21:4).

Isaac, el hijo de la promesa y heredero legítimo, gozaba de mayores privilegios que Ismael, hijo de Abraham y de la esclava (Gn. 17:19-21; 21:12; 25:5, 6).

Dios sometió a Abraham a prueba respecto a Isaac, ordenándole que lo ofreciera en holocausto (Gn. 22:6). Según Josefo, Isaac tenía entonces 25 años. Isaac no se resistió, por respeto a su padre y a Dios. El ángel del Señor intervino, impidiendo el sacrificio en el momento en que iba a ser llevado a cabo, y Abraham halló allí un carnero, que ofreció en lugar del joven. Son varias las lecciones que se desprenden de este hecho. En primer lugar, Dios no consintió la consumación de un sacrificio humano. Los cananeos y otras naciones idolátricas los llevaban a cabo, pero Dios manifiesta su horror ante tales prácticas, y las condena severamente (cfr. Lv. 18:21; 20:2; Dt. 12:31). Pero hay también otras dos lecciones que se pueden ver en este pasaje. En primer lugar, la prueba de la fe de Abraham. Dios había prometido a Abraham una numerosa posteridad que le vendría por Isaac; por otra parte, su hijo debía ser ofrecido en holocausto. La sencilla conclusión de Abraham fue que su hijo resucitaría (cfr. He. 11:17-19). Pero, lo más importante, es que Isaac es un tipo de la Cruz. El hijo único, amado, tanto tiempo prometido y esperado, es ofrecido en Moria (cerca del Calvario, Gn. 22:2; 2 Cr. 3:1). Él, consciente libremente de su muerte, lleva la madera del suplicio, se dirige hacia el suplicio con su padre, que extiende la mano él mismo para darle muerte (Is. 53:4, 6, 10). Isaac, salvado por la ofrenda cruenta de un sustituto (el carnero), es devuelto a Abraham por una resurrección «en sentido figurado» (He. 11:19). Jesucristo cumplió totalmente este tipo, muriendo verdaderamente como nuestro sustituto, sufriendo el castigo de Dios, siendo restituido al Padre mediante una verdadera resurrección.

Isaac habitaba en el Neguev (Gn. 24:62), y era amante de la soledad. Sufrió hondamente la muerte de su madre (Gn. 24:63, 67). Se casó a los 40 años, pero no fue hasta los 60 que tuvo hijos de su mujer Rebeca (Gn. 25:20, 26). El relato de la expedición del mayordomo de Abraham, comisionado por éste para que consiguiera una esposa para Isaac (Gn. 24), es una de las más bellas páginas de las Escrituras. Constituye un tipo del Padre enviando al Espíritu Santo a buscar Esposa (la Iglesia) para el Hijo (cfr. L. S. Chafer: Teología Sistemática, «Eclesiología», tomo II, PP. 143-146). Además, arroja mucha luz sobre las costumbres de aquellos tiempos, y está lleno de colorido y vivacidad.

La debilidad de Isaac hacia Esaú, sabiendo que Jacob había sido elegido por Dios para heredar la bendición (Gn. 25:21-26), le acarreó una gran tristeza: verse privado durante muchos años de la presencia de su hijo Jacob, y conocer el odio tomado por Esaú hacia su hermano.

Por orden de Dios, Isaac no descendió a Egipto en una época de hambre (Gn. 26:1). Tuvo conflictos con los filisteos, que moraban en Gerar (Gn. 26:6-30) en su búsqueda de pozos para sus ganados. Después del retorno de Jacob, ya reconciliado con Esaú, pudo ver a su hijo y su descendencia, cuando habitaba en Arba (Hebrón). Allí murió a los 180 años de edad, siendo sepultado por sus hijos (Gn. 35:27-29).

El NT alude a Isaac, el hijo de la promesa (Gá. 4:22, 23), declarando que él manifestó su fe durante su vida de nómada, morando en su tienda, y bendiciendo a Jacob y a Esaú «respecto a cosas venideras» (He. 11:9, 20).

Las cartas de Nuzu, descubiertas en un lugar cercano a la moderna Kirkuk entre 1925 y 1941, no solamente ilustran la vida y las costumbres de los patriarcas, sino que dan ejemplos semejantes al nacimiento de Ismael (Gn. 16:1-6). El código matrimonial de Nuzu estipulaba que una mujer estéril debía dar a su marido una esclava como concubina. Si esta esclava tenía un hijo, éste no podía ser despedido. Esto explica la mala disposición de Abraham a despedir a Ismael cuando Sara se lo pidió. Esta demanda era contraria a la costumbre; y Abraham no cedió más que ante la intervención de Dios, con su promesa formal igualmente dada a Ismael (Gn. 21:9-13).

 


Respuesta  Mensaje 3 de 35 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 15/02/2012 20:46
 

Isaac

Jesús

Único hijo

Génesis

22:2

Juan 3:16

Ofrecido en una montaña

22:2

Mateo 21:10

Llevó asno al lugar de sacrificio

22:3

Mateo 21:2-11

Dos hombres fueron con él

22:3

Marcos 15:27; Lucas 23:33

Tres días en el viaje. Jesús, tres días en la tumba

22:4

Lucas 24:13-21

Hijo cargó madera o madero en su espalda hacia la montaña

22:6

Juan 19:17

Dios habría de proporcionar, Él mismo, tanto el cordero/carnero como a Jesús para ambos sacrificios

22:8

Juan 1:29

Hijo fue ofrecido sobre la madera/sobre una cruz de madera

22:9

Lucas 23:33

El carnero en matorral de espinas

22:13

Juan 19:2

La semilla se multiplicaría/los creyentes (Iglesia)

22:17

Juan 1:12; Isaías 53:10

Un sirviente obtiene la novia para el hijo

24:1-4

Efesios. 5:22-32;
Apocalipsis 21:2,9; 22:17

La novia era una bella virgen

24:16

2 Corintios 11:2

En Génesis 22:2 y Hebreos 11:17, la Biblia parece afirmar que Abraham tuvo un solo hijo:

 

"Y Dios le dijo: -Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, vete a tierra de Moriah y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré." Génesis 22:2

"Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac: el que había recibido las promesas, ofrecía su unigénito." Hebreos 11:17

Sin embargo, en otra porción bíblica la Biblia parece contradecirse cuando dice que Abraham tenía dos hijos:

 

"Decidme, los que queréis estar bajo la Ley: ¿no habéis oído la Ley?, pues está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y el otro de la libre." Gálatas 4:22

La respuesta a esta aparente contradicción se encuentra en entender la representación tipológica de Isaac, claramente el segundo hijo de Abraham, como un tipo de Cristo.

Todos sabemos que Abraham tuvo dos hijos, a Ismael (de su esclava Agar) y también tuvo a Isaac, el hijo de Sara, la esposa de Abraham.

Pues para resolver este aparente problema tenemos que entender que para los planes de Dios, Isaac era el hijo de la promesa, no Ismael:

 

"Entonces dijo Dios a Abraham: «No te preocupes por el muchacho ni por tu sierva. Escucha todo cuanto te diga Sara, porque en Isaac te será llamada descendencia. También del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente". Gen. 21:12

Todos sabemos que hoy día logramos la salvación porque al aceptar a Jesús, nos hemos hecho herederos de la promesa hecha a Abraham, no por sangre, sino por fe. Pues de la misma forma en la que Abraham no se negó a sacrificar a su hijo a Dios, Dios no se negó a sacrificar a su hijo por los descendientes de Abraham, tanto por los descendientes por sangre - los Israelitas, como por los descendientes por la fe - nosotros, la Iglesia de Jesucristo.

Isaac, tipo de Cristo

Para presentar apoyo adicional a nuestra conclusión, he preparado la tabla siguiente, para mostrar las similitudes entre Isaac y Jesús; para presentar cómo Isaac es el tipo de Cristo que siglos más tarde sería sacrificado por Dios para cumplir con el pacto hecho entre Él y Abraham.

Jesús mismo avala nuestra conclusión cuando afirmó:

 

"Abraham, vuestro padre, se gozó de que había de ver mi día; y lo vio y se gozó." (Juan 8:56).

Jesús aquí nos dice que Abraham había visto la representación del Evangelio en su ofrenda de su hijo, su "único hijo." Así que cuando se usa el término " único hijo" se hace una referencia a que el único hijo de Abraham, Isaac, estaba cumpliendo un sacrificio profético de que un día el Único Hijo de Dios sería también sacrificado.

En otras palabras, la lógica del pacto entre Dios y Abraham es la siguiente:

 

"Como tú (Abraham) sacrificaste a tu "único hijo" por mí, yo también un día sacrificaré a mi "Único Hijo" por ti y por tu descendencia. Aunque Abraham no sacrificó su hijo en el mundo físico, en el conocimiento futuro de las cosas que Dios tiene, Dios supo que si el ángel no detiene a Abraham, él lo hubiera sacrificado. En otras palabras, en efecto, para Dios, Abraham sacrificó a su "único hijo" para mostrar su amor, obediencia y entrega total a Dios.
 

 

¿Por qué dice la Biblia que Isaac era el "único hijo" de Abraham?

¡Por que dadas las circunstancias, en efecto lo era! Desde el punto de vista espiritual, universal y divino, Isaac era el "único hijo" de la promesa o del pacto. De todos los hijos que Abrahan tuvo, 8 en total, Isaac fue el "único hijo" que Dios tenía en mente desde antes de la fundación del mundo para desarrollar su plan de salvación universal. No a Ismael, ni a Zimram, ni a Jocsán, etc. Ismael, aunque inocente, fue víctima del error de sus padres. Pero Dios no tenía por qué alterar su plan de salvación por el pecado de Abraham y Sara.

Además, desde el punto de vista práctico, Abraham también era el "único hijo" de Abraham y de Sara. Cuando Dios dijo "Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac…", Dios hacía una declaración técnicamente y factualmente cierta, ya que Ismael y su madre se habían marchado varios años antes. Isaac era entonces, el "único hijo" de Abraham y de Sara. Isaac era el hijo de un esposo y una esposa; no el resultado de un pecado, como lo fue Ismael, quien era hijo del esposo de Sara y un de sus esclavas, no de Sara y su esposo. Isaac era el hijo matrimonio a quien le confería la promesa y Dios no tenía por qué alterar su Plan para acomodar un pecado.

 

"Pero Sara vio que el hijo de Agar, la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Por eso dijo a Abraham: «Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac, mi hijo». Génesis 21: 9-10

Cuando esta declaración de Dios se hizo, los demás hijos de Abraham tampoco habían nacido, esto, de acuerdo a lo que nos dice el récord histórico.

 

"Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura, la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa." Génesis 25:1

Estos seis hijos adicionales que tuvo Abraham nacieron después de Isaac a través de su esposa Katurah, con quien se casó después de la muerte de Sara. Este hecho debió ser conocido por los escritores de Génesis, Hebreos y Gálatas.

¿Es posible que haya un error y los pergaminos originales no digan "único"?

No. La Biblia dice literalmente "Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas". No es necesario forzar la Biblia para que diga lo que a nosotros nos parece correcto. Lo correcto es lo que dice la Biblia, la que no contiene errores en su forma original o en su forma "autógrafa".

La explicación disponible es totalmente coherente, tanto desde el punto de vista histórico y factual, como desde el punto de vista del Plan de Salvación contenido en su totalidad por la Biblia, la Palabra de Dios.

Pastor Dawlin A. Ureña
Grand Rapids, Michigan, USA


Respuesta  Mensaje 4 de 35 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 15/02/2012 20:56

Isaac y Jacob, Herederos de las Promesas

Lección 4

LECTURAS BIBLICAS: Génesis Capítulos 21: 1-10, Génesis 24-28, 32, 37, Génesis 45, 49:9-10, Romanos 9: 7-18

Las promesas que se hicieron a Abraham eran una parte significativa del plan y propósito que Dios tenía para esta tierra y para el hombre que la habitaba. Estas promesas son tan importantes que a una de ellas se le llama "el evangelio" en Gálatas 3:8.

Estas promesas fueron transferidas a los descendientes de Abraham. Isaac (su hijo) y Jacob (su nieto) A cada uno de ellos se les dijo que sus descendientes también tendrían la oportunidad de participar de la herencia.

Sin embargo, los hijos naturales de Abraham no tenían garantía de que llegarían a ser herederos de estos convenios especiales. Ni el primogénito era escogido automáticamente como el heredero. Los convenios de la promesa se extendieron a aquellos descendientes que fueron seleccionados por Dios. La lectura de Romanos ilustra el principio que está implicado en este inusual plan de herencia.

POR LO QUE HA LEIDO HASTA AHORA, UD. DEBERIA HABER APRENDIDO LOS SIGUIENTES IMPORTANTES DATOS BIBLICOS:

1. Isaac fue seleccionado para ser el hijo que heredaría las promesas. Fue escogido porque era el hijo de la promesa, nacido de Sara, la esposa de Abraham.

2. Génesis 17:19 verifica que las promesas que fueron hechas a Abraham continuarían por medio de Isaac.

3. Isaac y Jacob escogieron esposas de entre la familia de Abraham, que eran más piadosas que las esposas que escogió Ismael de entre las naciones vecinas. Deberíamos aprender todo lo importante que es casarse con alguien del mismo origen, especialmente alguien que tenga la misma fe.

4. Los hijos de Isaac eran Jacob y Esaú. Jacob, el más joven, fue escogido para que fuera el verdadero heredero de las promesas.

5. En Hebreos 12:14-17 aprendemos algunas importantes lecciones de la historia de Esaú, en que él vende su primogenitura a Jacob. Nunca deberíamos anteponer nuestro apetito carnal a nuestro compromiso con Dios.

6. El nombre de Jacob fue cambiado a "Israel", que quiere decir "porque has luchado con Dios". Este es ahora el nombre nacional del pueblo escogido de Dios.

7. Jacob tuvo 12 hijos. Cristo era descendiente de Judá, uno de estos hijos. Génesis 49:10 es en realidad una profecía que muestra que Cristo vendría de Judá: "No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos".

8. José era el hijo favorito de Jacob. Sus hermanos lo odiaban y lo vendieron como esclavo. Dios permitió que sucediera esto para preparar el escenario para que la familia de Jacob fuera protegida contra el hambre por José, quien llegó a ser un gobernante en Egipto. Estas circunstancias impulsaron a José a llevar a su familia a vivir en Egipto.

9. Hay mucha similitud entre la vida de José y la vida de Cristo. Ambos fueron traicionados y vendidos. Ambos fueron arrojados a un pozo (el sepulcro, en forma figurada) Ambos se convirtieron en redentores (salvadores) para sus hermanos.

10. Como resultado de la vida y experiencias de José, la nación de Israel se trasladó a Egipto. Después llegaron a ser esclavos de los egipcios, preparando el escenario para su gran liberación de Egipto bajo el liderazgo de Moisés

VERSICULOS SUGERIDOS PARA APRENDER DE MEMORIA: Génesis 26:4, Génesis 28:14, Romanos 9:8


Respuesta  Mensaje 5 de 35 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 15/02/2012 21:31

La lectura de la Torá en Rosh Hashaná


En Rosh Hashaná, se sacan del arca dos pergaminos de la Torá. La lectura en el primer día es la porción de Bereshit 21 que se refiere al nacimiento de Isaac, ya que fue en Rosh Hashaná que Sara, su madre, fue recordada por D-os con la promesa de su nacimiento. Se llaman cinco personas a la Torá. El maftir es leído del segundo pergamino y se refiere al sacrificio especial del día como es recordado en parashat Pinchas. La porción de la haftara es tomada de la plegaria de Jana en Samuel I 2, ya que también a Anna la recordó D-os en Rosh Hashaná. Además, su plegaria forma la base para las nueve bendiciones recitadas en el servicio de Musaf de Rosh Hashaná.

En el segundo día, la lectura de la Torá consiste en la Akedah, la prueba de Abraham cuando se le ordena que sacrifique a su hijo Isaac (Bereshit 22), y de nuevo hay cinco aliot. La lectura del maftir, en el segundo peregrino, es la misma que la del día anterior.

La haftarah en Irmeiahu contiene una narración de la futura redención de Israel, inspirando a la congregación con la esperanza de que la promesa de mérito en el futuro le permita al pueblo de Israel soportar su Día de Juicio inmediato, y salir como los receptores de la Piedad Divina.

Además de esto, la haftarah también contiene la historia del dolor inconsolable de nuestra Madre Raquel por el exilio de sus hijos, y la seguridad que le dio D-os de que su esperanza para su redención sería satisfecha. El hecho de que Raquel también fue recordada por D-os en Rosh Hashaná es otra razón para escoger este pasaje en la haftarah para este día.



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