Lección 2
¿Quién te ha Puesto a Ti por Juez sobre Nosotros?
(La Memoria de Adán y su Linaje como Jueces en Egipto)
El Exilio y el Éxodo de Ra
Osiris había sido capturado y hecho pedazos por su hermano rival Set con la ayuda de "72 cómplices." Más tarde Set fue condenado al destierro por su continuada y desleal conducta. Sin embargo no fue acusado, ni mucho menos encontrado culpable, en relación con el asesinato de Osiris. De hecho, fue en realidad recompensado con la mitad del reino de Osiris, concedido por Geb,1 otro participante en el asesinato. En medio de los recuerdos fragmentarios de la muerte de Osiris, el último responsable puede ser identificado mediante un detalle al parecer extraño. El número 72 estaba relacionado con el dios Ra,2 e indirectamente le señala a él como el principal conspirador. De hecho, Ra, que había sido convertido en juez de todo Egipto, cayó en desgracia por haber autorizado el asesinato de su propio "hijo."3 Durante la mayor parte de la historia faraónica, Ra fue venerado como el dios principal de Egipto. Su gran crimen y su peculiar castigo fueron minimizados, disimulados, e incluso perdonados, pero no completamente olvidados, especialmente en Mesopotamia, en donde este dios fue conocido como Marduk y Bel.
Según las fuentes mesopotámicas, la humillación del Jefe de la Justicia Ra fue como sigue: Fue rápidamente arrestado, juzgado, y condenado por un enojado y atento jurado de dioses organizado por la viuda Isis. Después, Ra fue metido en un féretro y condenado de por vida a permanecer dentro de una habitación en una pirámide artificial de Egipto, al parecer la "Cámara del Rey" de su propio santuario, la Gran Pirámide de Giza.4 Sin embargo, tres días después la pena de muerte fue anulada tras la apelación de Thoth y conmutada en exilio. Se presentó a una víctima propiciatoria humana y fue sacrificada. Ra fue entonces liberado pero expulsado de Egipto, al desierto.5 No recibió ningún castigo adicional después de esto, sino que se le permitió reiniciar su vida y su realeza en una "ciudad de refugio" conocida más tarde como Babilonia.6 El daño ocasionado por la reentrada forzada a la improvisada cámara funeraria, así como el sarcófago vacío, permanecerían como testimonios de que se había "levantado de entre los muertos."7
El nombre mesopotámico popular de Ra, Marduk, puede traducirse como "hijo de la montaña pura."8 En el antiguo Egipto, la palabra para pirámide era mr y la misma pirámide era denominada "montaña pura." Conforme a su nombre, al llegar a Babilonia, Marduk empezó a construir una pirámide de estilo mesopotámico llamada zigurat. Aún así, en tan sólo siete años,9 su orgulloso trabajo y su rehabilitación personal fueron interrumpidos por una segunda rebelión y la necesidad de prepararse para un inminente Diluvio. Mucho más tarde sería un rey exiliado que seguía el modelo de Ra, Hammurabi, el que debía restaurar la "Casa de Marduk," llamada templo de Esagila, y también terminar el inacabado zigurat, conocido como Etemenanki. Esta pirámide mesopotámica es referida en la Biblia como la "Torre de Babel."10
Después de que Ra partiera de Egipto, el dios Set asesinó de nuevo, esta vez a Horus el Viejo. Con el tiempo, Set fue obligado a rendir sus armas por consideración a Thoth, Isis, y un nuevo defensor, Horus el Joven, pero evidentemente el orden no fue restaurado del todo. Cuando Ra regresó para consolidar sus antiguos dominios en Egipto, se encontró con que un nuevo régimen se había establecido en el lugar, y la autoridad que su padre Ptah le concedió una vez ya no se respetaba. Un recuerdo del antiguo Libro Egipcio de los Muertos describe a los "hijos de Ra" como desobedientes y culpables de atrocidades. Thoth incita al Creador a limitar sus días. Él decide hacer eso y más - aniquilarlos a base de restaurar la Tierra a su estado primordial de inundación.11
Otra leyenda egipcia del Imperio Nuevo relata que el que una vez fuera el orgulloso Ra, ahora convertido en un viejo y decrépito, paranoico e indignado, convocó a los "hijos" que permanecían fieles para discutir el destino del mundo y la rebelde humanidad. Ante la urgencia de Ra, Hathor salió rápidamente bajo su identidad como "El Gran Diluvio"12 y en seguida empezó a exterminar sin cuidado a la gente.13 Pero cuando el agua que cubría la tierra se volvió roja de sangre, Ra se arrepintió de su ambición asesina y en lugar de eso decidió rescatar a los rebeldes súbditos. Se dijo después que Ra deliberadamente cambió el color de las aguas del Nilo al color de la bebida fermentada favorita de Hathor, la cerveza roja. Al haberse emborrachado, ella abandonó su empeño por destruir a la humanidad y los que quedaban vivos se salvaron.
Ra Salvó a Muchos, Ptah Eligió a Pocos
En las tradiciones mesopotámicas, fue Ea (Ptah) más que su hijo Marduk (Ra) al que se le atribuyó la salvación de las almas del Gran Diluvio. Ea es un antiguo nombre semítico (acadio) y significa "El que vive (en el) Agua." Su nombre sumerio era Enki, "Señor (de la) Tierra." Este dios tenía también múltiples nombres en Egipto. Además de Ptah, era conocido en el Alto Egipto y en Nubia como Khnum, el regulador de la inundación anual del Nilo.14 Los nombres de Ptah y Khnum significan ambos "Moldeador" o "Modelador." Ptah fue descrito como "el que creó la vida en un torno de alfarero."15 El dios Khnum del Alto Egipto era específicamente "El Dios Alfarero," y a veces se le representaba dando forma a un hombre o a un rey en su torno de alfarero.16
En lugar de actuar para salvar a las multitudes, Ea, dios de las aguas vivientes, filtró las noticias sobre el inminente diluvio a uno de sus hijos. En el relato acadio de La Leyenda de Adapa, quien se beneficia de esta información privilegiada se dice que forma parte de la descendencia humana, el hijo de Ea, el apto, libre de culpa, el que tiene sus manos limpias, el profeta, el más sabio (atrahasisa), el modelo de los hombres, Adapa.17 Adapa (Atrahasis), como el patriarca Noé, era un marinero y se distinguía entre sus semejantes como una persona ejemplar. Adapa se hundió en su barco debido a una gran tormenta, y también como Noé, sobrevivió milagrosamente.
En la Epopeya de Gilgamés, el dios Ea dice, "yo he revelado a Atrahasis un sueño, y es así como él se ha enterado del secreto de los dioses."18 Ese secreto era que la humanidad sería destruida por el Diluvio. Con despecho, Ea/Enki no sólo le previno a Adapa, sino que también le dijo cómo sobrevivir. Durante la lluvia, Adapa actuó con la habilidad de un "señor" para ordenar y maldecir. Después, Adapa (junto con su esposa) se volvió "como los dioses" en el sentido de ganar una vida más larga. Su triunfo sobre los elementos y el destino divino señalaron también el final de siete años de gran tribulación para la humanidad. Por orden del gran dios Enlil habían sufrido los estragos del hambre, las bestias salvajes, de las plagas, y finalmente el Gran Diluvio.19 Por fin podrían encontrar descanso, o así lo esperaban.
José el Soñador
En el historia bíblica de Jacob, es José (colocado en la función de Ea/Enki-Ptah) el que advierte de una futura catástrofe de siete años relacionada con el agua. No sólo le dice al faraón lo que ha soñado (efectivamente dándole al faraón el sueño), ¡sino que también le proporciona su interpretación! También sabe precisamente qué acciones se deben tomar. Se almacenará el grano durante los siete años de abundancia, y después se distribuirá para paliar el hambre en los siguientes siete años de carestía.
El sueño del faraón presenta siete vacas y siete espigas. La vaca en Egipto era el símbolo de Hathor. Los siete cultos locales de Hathor y sus templos localizados en varios lugares a lo largo del Nilo, en Egipto, fueron llamados "Los Siete Hathores." José (al igual que Ptah) predice que las vacas (que simbolizaban a Hathor en su identidad como el Diluvio) estarían gordas durante siete años y después mortalmente flacas durante siete años más. En otras palabras, siete años de buenas inundaciones anuales del Nilo y buenas cosechas estarían seguidos por siete años desastrosos.
El Nilo personificado así como Hathor podía forzar un éxodo del pueblo trayendo demasiada agua así como demasiada poca. En tiempos de una insuficiente inundación, el Nilo hacía una retirada aparente a Nubia. Egipto se convertiría entonces en un desierto, y se decía que Hathor acechaba y mataba hombres como una hambrienta leona del desierto llamada Sekhmet. Hathor (y el Nilo) tenía que ser halagada por Ptah y Ra para que regresara a Egipto y retornara de nuevo a su agradable forma de donadora de la vida.20
¿Quién Es Tu Padre?
La identidad del verdadero padre de Ra en Egipto estuvo parcialmente oscurecida. En la llamada "teología Menfita," Atum-Ra (bajo el nombre de Nefer-tem, "el bello Tem") era el hijo mayor de Ptah, pero todos los demás dioses y diosas eran considerados hijos suyos. Sólo en Mesopotamia era Ea/Enki (al igual que Ptah) con énfasis el padre de Marduk (al igual que Ra). En la relación entre Marduk y Ea está también claro el origen del epíteto bíblico de Jacob. El hebreo Yah-chub significa "amado de Yah (Ea)."21 Sin embargo, como se apuntó antes, en la teología egipcia desde la IV Dinastía en adelante, Ra fue combinado con Atum y sustituyó incluso a Ptah en la posición de "Creador" y "Padre de los Dioses." Consistente con esta suprema conversión, el José bíblico es considerado en el Libro de Génesis como uno de los hijos de Jacob en lugar de su padre. Los demás miembros principales (y originalmente mayores) del panteón, incluidos tanto dioses como diosas, también se encuentran entre los hijos del Jacob bíblico, y por la misma razón básica.
Ya hemos discutido sobre los seis hijos de Jacob nacidos de Lía, estos son Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, y Zabulón. Lía seguía el modelo de la diosa Hathor/Tefnut; Rubén el de Geb; Simeón el de Thoth; Leví el de Set, Judá el de Horus el Viejo; Isacar el de Osiris; y Zabulón el de Isis. Aparte de estos hijos de Jacob, primero nace Dan y después Neftalí. A continuación vienen Gad y Aser, seguidos por José y Benjamín. Vamos a tratar ahora los arquetipos divinos de estos seis "hijos menores."
El nombre y la Bendición de Neftalí son decididamente femeninos, y como en el caso de Zabulón (Yzebel-Isis) no derivan de un dios sino de una diosa. Neftalí es comparado con una cierva que recorre todo el mundo y que, fantásticamente, pronuncia dichos hermosos u órdenes. En egipcio nef significa "bonito, perfecto," como en el nombre de Nefertiti, "la bella viene."22 En hebreo, Neftalí es un juego de palabras con Nephil (de naphal), una palabra que tiene los significados de "tirano, bravucón, alguien caído/descendido, salir adelante, emitir, esparcir, expandir." Nephilim es el título aplicado a la caída raza de gigantes de la que se habla en Génesis 6:4, y la cual entendemos ahora que se trata en realidad de la raza de los patriarcas arquetípicos. El mismo nombre de Neftalí significa, "mi lucha" y procede de pathal, enredar, luchar contra alguien, volverse intratable, ofensivo, rebelde, y contencioso." Es muy similar también en forma y pronunciación a la palabra pathah, abrir (el útero), seducir, engañar."
En su Bendición, Dan hijo de Jacob es llamado serpiente (nachash)23 y víbora (shephiyphon).24 Dan, se dice, morderá los talones de un caballo y hará a su jinete que se caiga hacia atrás en el camino. La palabra utilizada para jinete, rakab (pronunciado rakáb), es un juego de palabras con Rahab (pronunciado rajáb), un epíteto de la Diosa Madre. Dan representa entonces a Adán y a su raza, y es caracterizado como un agresor despreciable y venenoso que no permitirá que una criatura más avanzada le pase por encima sin ser molestado. Como una víbora, se mueve por la tierra lentamente. Rahab cabalga velozmente en su gran caballo.25
La breve descripción de Adán como rojo es muy amplificada por las palabras elegidas en la Bendición de Dan.26 Dan como representación de Adán es de piel blanca, quizás incluso más que Eva "la cierva,"27 y un miembro de su raza grande, hermoso, y viril. Tiene el pelo rojo cobrizo y brillante, cubriéndole todo menos la coronilla. Su rostro se distingue por un labio superior prominente o un bigote/barba, y por nódulos en su frente o "cuernos." Su voz es ronca. Su discurso fluido pero vano. Está preparado para utilizar sus dientes como un arma. Su método preferido para abatir enemigos o presas es la emboscada o el ataque por la retaguardia (con números mayores).28 Tiene una sabiduría obtenida por una cuidadosa observación, y siempre está preparado con astutas predicciones y hechizos mágicos. Aunque no se le considera como un rey propiamente dicho,29 juzga a su pueblo, disperso por todo el mundo, el cual será más tarde contado o asimilado como una tribu bíblica.30
¿Esta Época o la Primera Época?
El Adán también conocido como Dan no fue el primer hombre, sino el dirigente de un gran grupo de personas. Sin embargo se le describe como una repetición del primer hombre. Aún así, hay límites a lo que Dan puede hacer para imitar a su distante antepasado. Hay evidencias en varias tradiciones que demuestran que el Adán original poseía órganos sexuales masculinos y femeninos31 y que dio a luz después de fecundarse a sí mismo.32 En la mitología egipcia, Atum, el primer hombre-dios, necesitó masturbarse para engendrar a su hija Tefnut y a su hijo Shu.33 Más tarde Tefnut se juntó tanto con Atum como con Shu, y también con hijos nacidos de ella. El nombre de Atum significa "totalidad," aparentemente no sólo en el sentido de "todos los hombres" sino también "todas las mujeres." Atum fue considerado como el que se creó a sí mismo, esto es, que podía reproducirse por sí mismo, por consiguiente se convirtió en el padre y en la madre de sí mismo.34
En el relato bíblico, Dios crea primero al hombre, a saber Adán, a su propia imagen, siendo quizás tanto varón como hembra. También, más de un hombre así pudieron haber sido creados como sugiere el texto de Génesis.35 Eva es formada después a partir de la costilla de Adán, que es su costado, y más específicamente parece que es su "lado femenino." Dios entonces cierra a Adán,36 y la mujer nacida de él crece para convertirse en su esposa. Con respecto a esta primera mujer, Adán dice, "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne,"37 lo cual habría sido bastante literal y completamente cierto.
Todo va bien para la primera pareja, sin embargo la orden de reproducirse, salir, expandirse, e incluso dominar y gobernar la tierra es ignorada o al menos postergada. No quieren dejar la seguridad de su jardín de amor, y en cambio caen presas de un plan de saber-más-y-rápidamente - un atractivo atajo a la iluminación y a ser como dioses. No siguen su misión señalada hasta después de ser disciplinados y sentirse culpables e inferiores por querer algo bueno y tenerlo simplemente al alcance, aunque celosamente guardado como propiedad exclusiva de un superior.
Y precisamente, ¿quién era este superior, tan partidario de tales tácticas psicológicas? Poco se puede decir del "Dios" que formó al primer hombre, esto es, el dios que hizo a Atum. Sin embargo, las subsecuentes creaciones simuladas son más fáciles de comprender. Por ejemplo, entre los primeros descendientes de Atum, el dios Ptah se convirtió en el "creador" de la humanidad mediante un programa de endogamia. Como se apuntó antes, Ptah también era conocido como Ea y Enki en Mesopotamia. Su hermano mayor Enlil estaba en contra del establecimiento de una casta sirviente, y después decidió hacerlos desaparecer. En el "paraíso" de este Adán y Eva, Enlil representa a Dios y Enki es la serpiente que anima a las nuevas criaturas a volverse como Dios. En la antigua Mesopotamia, Enki personificaba la astucia, y su emblema era un par de serpientes entrelazadas. Él mismo había comido del "fruto prohibido" del incesto. Enki también recibió una cruel maldición por esto, pero después recuperó la salud y el favor.38
En la época muy posterior de Dan, la situación habría sido bastante diferente.39 Las Bendiciones de Dan y Neftalí (discutidas anteriormente) implican que el suceso creativo de esta era ocurrió cuando dos razas y culturas diferentes se entremezclaron. Un pueblo sofisticado apareció de repente en el Oriente Medio, y quizás recibieron la bienvenida como si fueran los mismos dioses que regresaban. Un grupo reducido de personas (con ciertas ventajas) pudo por lo tanto tomar posesión de los vastos territorios del otro grupo más numeroso.40 Para el depredador, el método era aprovecharse de los hábitos, y especialmente las supersticiones, de la presa.
El plan empezó de forma bastante ingenua con una propuesta de hermandad entre los respectivos dirigentes, y mediante el hecho de compartir una esposa común. Esta Eva, también llamada Neftalí, no era una nueva criatura, sino, al igual que Dan, sólo un espécimen ejemplar de un grupo o raza particular. Ella vino del "costado" de Adán, esto es, nació de una mujer de su propia raza y de su familia inmediata. Sin embargo, ella no fue engendrada por Adán, sino por un hombre de otra raza, eso es, un dirigente del otro lado (el opuesto).
Mediante una oferta de alianza, un ingenuo Adán y su gente fueron convencidos para que bajaran la guardia. Así como el dios Enki había provocado que un "sueño profundo" cayera sobre la tierra primordial de Abzu con el fin de dominarla y gobernarla, así la tierra de Adán es conquistada, y por alguien que asumía la postura de su propio dios y creador. Adán y su raza están cegados por su propia forma de religión, y también por sus propios miedos y lujurias, enamorados como si estuvieran bajo los efectos del vino. Cuando despiertan y se dan cuenta de lo que ha pasado, es demasiado tarde. Están como si tuvieran cadenas y fueran a destruirlos.41
Dentro de la animista cultura de esta época y lugar, la "astuta serpiente" representa a un gran hombre sabio del pueblo de Adán, probablemente el mismo padre de Adán. La esposa de Adán, la ingenua pero inquisitiva Eva, es incitada por su suegro a abrir los ojos y a ver a través de las blancas mentiras dichas por su propio dios-padre. Este acto de subversión, posiblemente inducido, es finalmente utilizado por "Dios" para servir a su "bien mayor." De hecho por esto el Dios en escena es el más falaz. Debido a la acción de uno solo, Dios puede echar la culpa y la maldición sobre todo el pueblo de Adán.
Primero se da la maldición "de Dios" sobre la raza de la "serpiente," y es discutiblemente más severa que las maldiciones puestas sobre Adán y Eva. De aquí en adelante la raza de Adán tenía que comer el polvo levantado por la nueva raza de la mujer. En Génesis 3: 15 (RV) leemos: "Y pondré enemistad entre ti [la serpiente] y la mujer, y entre tu simiente [la raza de la serpiente] y la simiente [raza] suya; ésta [la descendencia de la mujer] te herirá en la cabeza, y tú [la raza de la serpiente] le herirás en el calcañar." Las victorias de la gente de Adán sobre la nueva casa gobernante serían pocas y fútiles. La rica y dispersa tierra de E-den ya no sería conocida como la "Casa de Dan" durante mucho más tiempo.42