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General: LA NATURALEZA DE CRISTO- ¿CRISTO JESUS TUVO PREEXISTENCIA?
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From: BARILOCHENSE6999  (Original message) Sent: 08/06/2011 20:06

La Naturaleza de Cristo: Respuesta al Cristianismo Tradicional

Esta página tiene cuatro partes:

  1. Resumen de la enseñanza cristiana 'tradicional'.
  2. Las dificultades que tiene esta enseñza.
  3. Resumen de la verdadera enseñanza bíblica.
  4. Respuestas a los pasajes comúnmente usados en apoyo de la posición falsa.

Resumen de la enseñanza cristiana 'tradicional'
La vasta mayoría de los grupos cristianos de la actualidad enseñan que Jesús y Dios son la misma persona. Normálmente, se enseña que Jesús fue completamente humano tanto como Dios a la misma vez, y que aún cuando estuvo en la tierra, nunca dejó de ser Dios. Y si se hacen demasiadas preguntas acerca de esta doctrina, normalmente se responde que es un 'misterio', algo que realmente no se puede entender.

Las Dificultades Que Tiene Esta Enseñanza
Los Cristadelfianos no pretendemos comprender todo lo que es la gloria de Dios y su naturaleza; pero hay una diferencia entre aceptar que algo va más allá de nuestra comprensión, y aceptar algo que es simple y sencillamente contradictorio.

  1. El principio más fundamental de la Biblia es que Dios es UNO. Cualquier enseñanza que parezca desviarse de este fundamente tan sencillo necesita examinarse minuciosamente. La trinidad pretende poder reconciliar el hecho que Dios es uno con la realidad que Jesús y Dios tenían personas y voluntades distintas. Y esto a pesar que no hay un solo pasaje en todo el Antiguo Testamento que siquiera de una noción de esta idea. No tiene sentido creer en algo tan contradictorio (¡y tan importante!), con tan poca evidencia.
  2. La mortalidad e inmortalidad son caracteristicas completamente contradictorias la una de la otra. Si Jesús es Dios, no puede haber muerto pues que Dios es inmortal. De la misma forma, si Jesús murió, no puede ser Dios, pues que Dios no puede morir, siendo inmortal por naturaleza. Un ser o (A) puede morir, o (B) no puede morir. No puede ser ambas cosas.
    Usted tiene que escoger una de las alternativas: O Jesús es Dios, y no murió; o murió y no es Dios. Biblicamente, es imposible que ambas cosas sean ciertas. Los cristianos tradicionales normalmente responden a esto que Jesús era 100% hombre y 100% Dios. Pero esto realmente no tiene sentido lógico, ni mucho menos apoyo bíblico. Y siga leyendo...
  3. Para que las tentaciones de Cristo hayan sido reales, tenía que existir la posibilidad de que pecara. ¿Qué sentido tiene decir que alguien es tentado, si no le es posible pecar? Ninguno. Si Jesús es Dios, le era imposible pecar, y por tanto no puede haber sido realmente tentado en todo el sentido de la palabra. En Mateo 19:17 (donde Jesús dice "Ninguno hay bueno sino uno: Dios") señala la diferencia entre él y su padre; que el Padre es bueno por naturaleza, mientras que Jesús por naturaleza era hombre. Vea I Tim 2:5. Y si aún apoya la idea del 100%/100%, ¿cree que Dios se halla podido arriesgar a encerrarse en un cuerpo que tenía la posibilidad de pecar? Creemos que no.
    Si Jesús fuera Dios, le hubiera sido imposible pecar, y no tuviera sentido decir que fue pecado como nosotros, y que probó nuestras debilidades. Finalmente, Santiago 1:13-15 dice explicitamente que Dios no puede ser tentado.
  4. Otro punto: Dios es omniciente (todo-sabio), mientras que en Lucas (2:40, 52) se nos dice que Jesús crecía y aprendía. Aprender significa adquirir conocimiento que préviamente no se tenía. La trinidad dice que Jesús nunca dejó de ser Dios; pero entonces, ¿porqué tenía que aprender? El también dijo explícitamente que habían cosas que no sabía, aún en su ministerio; por ejemplo, la fecha de su venida (Marcos 13:32). O no lo sabía, y no era Dios, o si lo sabía, y le estaba mintiendo a sus dicípulos. Nosotros preferimos creer que no era Dios, a creer que mintió.
    Si era Dios, ¿porqué no sabía éstas cosas? ¿Y como es posible que siendo ignorante de muchas cosas, fuera Dios?
  5. Nadie niega que Dios es Todopoderoso, mientras que Jesús siempre reconocía que su poder lo había recibido del Padre. (vea por ejemplo Juan 7:16, 8:28, 12:49–50, 14:28). Muchas veces también dijo lo mismo acerca de su enseñanza. Además, recuerde la ocasión en que Jacobo y Juan le pidieron estar a su derecha e izquierda en el reino, y él les dijo que no era suyo darlo, sino para quienes el Padre lo había preparado. Si Jesús era el mismo Dios Todopoderoso, ¿qué sentido tendría que dijera que no estaba en su derecho dar las posiciones a su derecha e izquierda? Si fuera Dios, esto sería mentira. Y no es posible que Dios sea uno, y a la vez tenga varias personas, con distintos niveles de autoridad y poder.
  6. En el jardín Jesús oró: "no se haga mi voluntad sino la tuya". Como pueden ser ambos el mismo Dios, si aquí Jesús reconoce que tenían distintas voluntades?
  7. Dios es por naturaleza invisible, y nunca ha sido visto (Jn. 1:18, I Tim. 6:16, I Jn. 4:12); Jesús claramente fue visto. Pienselo: decir que Jesús es Dios, y que Dios nunca ha sido visto no es misterio, sin simplemente una contradicción que no tiene sentido. Usted necesita tener suficiente confianza en su propia capacidad mental para distinguir entre algo que es misterio o comprensible solo a seres divinos, y algo que sencillamente no tiene sentido.
  8. Bíblicamente, Dios=el Padre, y ningún otro. Vea estos pasages Rom. 1:7, Col.3:17, I Tes. 1:1, II Tim 1:2 y muchos más como ellos en las cartas de Pablo. En la Biblia 'Dios' y 'el Padre' se usan intercambiablemente. Esto no es verdad para ninguna otra persona en la Biblia. Vea también I Cor. 8:6 - "para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas la cosas...'. Más claro no se puede hablar.
  9. En Mateo 28:10 Jesús habla de sus seguidores como 'hermanos'. Si él es Dios, ¿somos 'hijos de Dios' o 'hermanos de Dios'? No podemos ser las dos cosas. La naturaleza igualmente nos enseña que una persona no puede ser su mismo padre o su mismo hijo. Otra vez, decir que alguien es su mismo Padre no es 'misterio', sino algo que simplemente carece de sentido. ¿Cree usted que Dios esperaría que usted creyera que él es Padre e Hijo a la misma vez, sin darle una buena explicación de como pudiera ser? Dios nos pide creer muchas cosas por fe, pero no cosas que se contradicen en sí. Si usted dijera 'yo soy mi papá', ¿esperaría que alguien lo tomara en serio? Dios tampoco espera de nosotros que creamos lo que en ninguna forma tiene sentido.
  10. Mateo 3:17 - "Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia". ¿Qué valor habría en que Dios manifestara su complacencia con si mismo? ¿Y que valor habría en que Dios se complaciera en Cristo, si a este le era imposible pecar? Otra vez, si eran la misma persona, este pasaje carece de importancia, y se vuelve solo parte de un dialogo vacío, sin poder.
  11. I Cor 11:3 y 15:8. Otros dos ejemplos donde se habla del Cristo resucitado, reconciendo claramente que no es igual a Dios, su Padre.
  12. Un punto más. En Juan 8:17-18 Jesús cita de la ley la necesidad que la evidencia sea atestiguada por dos testigos para tener valor. Y aquí Jesús dice que sus testigos son él y su Padre. Dos personas. No es posible entonces afirmar que ambos son Dios, y a la vez decir que Dios es uno.
  13. En Efesios 5:2 Cristo es descrito como "ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragrante." Si son la misma persona, esto no tiene sentido. ¿Como podría ser ofrenda a si mismo? Y piense también esto: ¿Puede usted realmente concebir en su mente al único y Todopoderso Dios creador, como un 'sacrificio'?

Si quiere ver puntos adicionales, y más pasajes de apoyo, lea el folleto ¿Puede Jesús Ser el Mismo Dios?

Lo Que Enseña la Biblia
Creemos que Jesús es hombre (I Tim 2:5), nacido de una mujer hace mas o menos 2000 años. No creemos que halla tenido existencia personal anterior. Siendo hijo de Dios, no era exactamente igual a nosotros; sin embargo, en su naturaleza tenía las mismas debilidades. Jesús, con paciencia, oración y fuerza de carácter, resistió las tentaciones que le presentóla vida, hasta el punto de dar su vida antes de ceder al pecado. Al dar su vida, nos abrió a nosotros un camino hacia Dios, quienes antes vivíamos alejados por nuestros pecados.

Jesús es el Hijo de Dios, y ascendió al lado de su Padre 40 días después de ser resucitado de los muertos. Regresará a tierra a establecer su reino en la fecha señalada por su Padre, para completar la obra de reconciliar al hombre con su Creador.


SITIOS UNITARIOS

DE TRINITATIS ERRORIBUS
El Otro Sitio de Apologista
El Sitio principal del Ing° Mario A Olcese Sanguineti
Siitio exclusivo que explica el Reino de Dios
Sitio del Ing° Mario A Olcese Sanguineti
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http://apologista.blogdiario.com/tags/preexistencia/

http://comunidadbetor.org/index.html

 

http://www.mindspring.com/~anthonybuzzard/trinidad.htm

http://apologista.blogdiario.com/tags/PREEXISTENCIA/

SABINITO
Nuevo Site Unitario
foro de Cristianismo unitario

Maor BaOlam Avdiel Ben-Oved
http://agudatbeneiisrael.*************/

http://www.natzratim.com/

Porque Los Natzratim Discipulos de Rabi Yehoshua de Natzrat NO creen en Jesus

Porque Yehoshua de Natzrat NO ES Jesus el falso mesias de la Cristiandad

http://luzverdadera.*************/20...1_archive.html

GUEVER
Usted lee el siguiente estudio y deja de creer en un mesias griego divino preexistente. Estudie teologia con mentalidad hebrea.

http://agudatbeneiisrael.*************/

http://luminariasdelosnatzratim.file...por-guever.pdf

http://qahalmeorothanatzratimchile.*************/

http://luminariasdelosnatzratim.wordpress.com/

LA TRINIDAD Y LA DOCTRINA DE LA DIVINIDAD DE CRISTO TIENEN ORIGEN EN LA FILOSOFIA GRIEGA
http://www.my-forum.org/descripcion....o=421269&pag=0

http://desenmascarando.multiply.com/

Independientes


http://www.biblebasicsonline.com/spanish/


Cristadelfianos
http://www.labiblia.com/la_fe/naturalezadecristo.htm



Mauro Apolos Hummerich
www.evangeliocristiano.com



Mario Olcese

http://www.mindspring.com/~anthonybuzzard/trinidad.htm
http://www.elevangeliodelreino.org/
http://apologista.blogdiario.com/tags/PREEXISTENCIA/
ERICK VIVANCO

http://www.dabarqodesh.com/


ENLACES

La Naturaleza de Cristo

 
¿ Por qué Yehoshua es el Mashíaj ?
GEMATRIA "NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO" MACRO CODIGO
Anti-Mashiaj y la Bestia (cristologia griega)
Juan 1:1-¿Demuestra preexistencia de Cristo?
La Naturaleza de Cristo
JESUS ES HIJO CARNAL DE JOSE
Parabolas/alegorias de Cristo
Teologia de la Naturaleza del Cristo
JESUS ES "HIJO ADOPTIVO" DE DIOS-NO CONSUSTANCIAL
Cristo y el Corán
YESHUA, NUESTRO MESIAS JUDIO
YESHUA EL BUEN PASTOR
REMOVIENDO LA LEVADURA COMO CRISTO
Uno es nuestro Rav, el Mashíaj
JUSTIFICADOS POR EL MESÍAS YESHUA
Mashiaj No Salva dando inmortalidad, él trae Ieshu
Las enseñanzas de Rabi Iehoshúa de Natzrat
Jesús y Ieshú, deformaciones religiosas de un pers
La Judaeidad de Yeshua
Iehoshua, un ser extraordinario a imitar
¿Formó Iehoshua una secta, culto o religion?
Expresiones de Cristo-Mensaje
¿Porque Iehoshúa enseño más en Galilea ?
[PDF] DEREJ IHVH La enseñanza de rav El Mashiaj
Asombrosas "Coincidencias" entre Ieshúa e Israel
Cristo era de oficio CONSTRUCTOR/TEKTON/ARQUI-TEKT
El Mashiaj y la Tribu de Gad.
Los Natzratim en los Días del Mashiaj
Iehoshúa de Natzrat en su estado original
La Avoda HaAv en los Días del Mashiaj
Los Natzratim con Iehoshúa de Natzrát
La fe de Jesus, que es la fe de Abraham
FAUSTO PAOLO SOCIANO, UN UNITARIO
ISLAM TIENE ORIGEN EN CRISTIANOS UNITARIOS




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Reply  Message 37 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 12/06/2011 19:10

http://evangeliocristiano.com/cristianismobiblicounitario/jesus-es-humano

 

Reply  Message 38 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 12/06/2011 19:11
Por Xavier

La frase del Griego traducido como “yo soy” [ego eimi> en el cuerpo de las escrituras Juaninas [1> aparecen en la boca de Jesús unas 15 veces. En cada vez que aparece [menos en Juan 8.58> es traducido como “ese soy yo” o “soy yo”.[2> Decir que ego eimi se refiere al Gran “YO SOY” de Ex 3.14 es mal leer el texto. De los dichos de ego eimi en el Evangelio de Juan, los que tienen el predicado “Yo soy el pan de vida”, “la puerta”, “el camino”, “el buen pastor”, etc., no implican que el sujeto sea Dios. Pero si llama la atención al que las dice en términos más fuertes posibles: “Yo soy el—al que deben ver y escuchar si quieren conocer a Dios”.

De los “absolutos” [independientes> usos de ego eimi, la mayoría simplemente establecen una identificación: “Ese soy yo”, es decir [“Yo soy el que buscas”>. Esto es así de 4.26 (el Mesías del que hablas); 6.20 (confirmando la identidad de Jesús en el lago por la noche, tal y como Mar 6.50, Mat 14.27); 9.9 (en el los labios no de Jesús, sino del ciego); y en 18:5-8 (el “yo soy tu hombre” del arresto; cp. Hechos 10:21). A pesar de que evoca temor (y no, como por la reacción anterior de blasfemia en 8:58) entre los oficiales de arresto, el motivo de tal reacción podría ser simplemente debido al “poder y majestad” que estaba con Jesús, de acuerdo a Sal 45 [la gente, naciones o tropas “caerán bajo sus pies”>. En cualquier caso, solo aparece en la “Cristología elevada” del Evangelio de Juan.

La frase está en la escena de la resurrección en Lu 24:39[3> y tres veces más en Juan 8:24, 28, 13:19.[4> Estos no debería de significar que Jesucristo sea YHWH (de hecho en estos dos últimos hay un contraste con el Padre que lo envió), sino “el Mesías de Dios”.[5>

Por lo tanto, no tiene sentido que a Jesús le hagan decir: “Yo soy YHWH, el Dios supremo del Antiguo Testamento, y siendo YHWH hago lo que me dicen”; y en 13.19: “Yo soy Dios, y Yo estoy aquí porque alguien me ha enviado.” Que Jesús asume el nombre divino no es declarado en ningún lugar o implicado en este evangelio. Aún los Judíos no lo acusaron de eso—sólo de llamarle a Dios su propio padre, y, por lo tanto, implicando una igualdad con Dios. Lo que toman como blasfemia cuando dicen que se hacia “un dios” en 10:33, es de nuevo aclarado como un mal entendimiento de quien Jesús realmente es: “el Hijo de Dios.”[6> Como resultado, lo peor que pueden decir de él en el juicio es que declaraba ser “el hijo de Dios”.[7>

YHWH en el NT. La aparente exclusión del nombre divino [YHWH> en el Nuevo Testamento, no hace al “Dios” [ho theos> de Israel, el Padre de Jesús de Nazaret, de alguna manera diferente o no identificable. El nombre es substituido por el titulo estándar “Señor” o en el lenguaje Arameo “Abba”[8>. En cada caso, le sigue su equivalente griego de pater [“padre”>. Si hay una conexión con el Gran “YO SOY” de Ex 3.14 en el Nuevo Testamento, se encuentra en la frase Griega ho ōn ho ēn ho erchomenos: “El Que es y Que era y Que ha de venir”.[9>

La primera expresión (ho ṓn) declara que nunca ha habido un momento en que Dios no existió, por lo que Él es auto-existente. La segunda expresión (ho ḗn = el Que había sido), nos lleva más atrás, antes de la misma creación, a la cual Dios le dio existencia, El mismo siendo auto-existente. La última parte [ho erchómenos, literalmente “Aquel que viene”> no excluye el hecho de que Él vino en diferentes momentos y de diferentes maneras hablándole a Su creación (Heb 1:1-2). Él vino, Él está aquí, y Él todavía seguirá viniendo en formas peculiares y necesarias para la ejecución de Su voluntad. La razón por la cual esta designación de Dios sólo es dada en Apocalipsis puede ser porque solo allí es donde ese plan y propósito de Dios se revela plenamente. En todas sus apariciones esta frase es aplicable sólo a Dios, Padre.

Conclusión. Las declaraciones de ego eimi atribuidas a Jesús revelan su identidad y su auto-conciencia de ser el Mesías profetizado [Juan 4:25-26>, “el unigénito Hijo de Dios” [Juan 1:18; 10.33>. Decir que estas declaraciones, de alguna manera, nos revelan el nombre único, divino y personal de Dios, su Padre [Juan 17.3; 20:17>, significaría que Jesús es también el “Auto-Existente”, “Gran YO SOY”, YHWH. Eso hiciera a dos YHWH en vez de uno, como lo dice la confesión Judía-Cristiana del Shema [Deu 6.4; Mar 12.29>.
 

Reply  Message 39 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 12/06/2011 19:12

La fe de Jesús

 
Por Robert Hach

Los escritores del Nuevo Testamento (NT) llaman a sus lectores a creer, tener fe “en” Jesús, específicamente en lo que respecta a su ser Ungido de Dios (en Hebreo, Mesías, o el Mesías, Griego, Christos, o Cristo: aquel a quien Dios ungió para gobernar el Reino de Dios), que murió por los pecados de todos y a quien Dios le resucitó de los muertos y le exaltó a Su diestra. Esto es de conocimiento común entre todos los que profesan ser cristianos. Lo que es mucho menos conocido, sin embargo, es que los textos clave en las cartas del apóstol Pablo explican que la justicia de Dios, una justicia de la fe, que incluye el perdón de los pecados y la esperanza de la salvación-se convierte no en la posesión de los creyentes por su propia fe en Jesús, sino debido a la fe de Jesús.

El Jesús del NT es, por tanto, no sólo el objeto de la fe del NT, sino también la fuente, así como el modelo de la fe del NT. Que es simplemente decir que creer en Jesús es creer en lo que Jesús creía y, por tanto, trató de persuadir a otros a creer: “el evangelio del reino de Dios” (Lucas 4:43). La fe de Jesús es a menudo llamado, por Pablo, “el evangelio de Cristo” (Romanos 15:19), por el cual él se refería a la proclama no sólo sobre Jesús, sino también por Jesús, confirmado por la mención de su doxología romana a "mi evangelio y la proclamación de Jesucristo" (Romanos 16:25).

Esto significa que la fe que está en el Jesús del NT es la fe que viene del Jesús del NT. Tener fe en el Jesús del NT, entonces, es tomar la fe de Jesús como si fueran propios.

Testimonio de Pablo para la fe de Jesús

Las versiones castellanas del NT suelen representar las referencias de Pablo a la justicia de Dios y la fe de Jesús, en Romanos 3:22 y 26, en Gálatas 2:16 (dos veces) y 3:22, y en Filipenses 3:9, como la fe “en” Jesús. En relación con estos textos, los traductores se han visto obligados a elegir entre “en” y “de” debido a la ausencia de cualquier preposición entre las palabras “fe” (Griego pistis), y “Jesús” (Griego, Iesous) y/o “Cristo” (Griego, Christos) en el idioma original. (El idioma original es pisteos Iesou Christou en Rom. 3:22 y Gal. 3:22; pisteos Iesou en Rom. 3:26; pisteos Iesou Christou en Gal. 2:16, y pisteos Christou en Gal. 2:16c y Fil. 3:9; también, en Ef. 3:12 aparece autou pisteos, que suele ser traducida como “fe en él”, pero también puede ser traducida como “su fe”, es decir, la fe de Jesús).

El idioma original permite ya sea “en” (genitivo objetivo) o “de” (genitivo subjetivo) como posibles traducciones, lo que significa que el contexto inmediato debe determinar qué preposición es la más probable. Las versiones en español suelen insertar “en” y no “de,” al menos en parte, a la vista de otros textos de “fe” en los que la preposición “en” (Griego, eis o en) realmente no aparece en el idioma original (por ejemplo, Juan 3:16 y Gal. 2:16b y 3:26, aunque Gal. 3:26 también puede ser traducido como “hijos de Dios en Cristo por la fe”, es decir, la fe de Cristo).

Probablemente lo que pesa aún más fuertemente contra una decisión de los comités hispanos para traducir el testimonio de Pablo a la fe de Jesús ha sido el sesgo trinitario de los traductores eclesiásticos, cuyo “Jesús” divino no habría tenido necesidad de su propia fe en Dios ya que él mismo fue “Dios en la carne” y “la segunda Persona de la Deidad.” La expresión clásica de este punto de vista trinitario vino del teólogo católico Tomás de Aquino, quien escribió:
“...desde el momento de la concepción, Cristo tuvo la visión completa de la naturaleza misma de Dios...Por lo tanto no pudo haber tenido fe”.
Sin embargo, agregar la preposición “de” en lugar de “en” a aquellos textos en los cuales no aparece la preposición se convierte en la alternativa más convincente cuando los textos en cuestión se comparan con la referencia de Pablo en Romanos a “la fe de Abraham” (Rom. 4: 16). También en este caso, ninguna preposición aparece entre las palabras “fe” y “Abraham” (Griego, pisteos Abraau). Todas las versiones NT en español, naturalmente vierten la frase “la fe de Abraham”, porque “la fe en Abraham” no tendría sentido.

El hecho de que el tema de Pablo es “la justicia de Dios” en todos los textos que se refieren a pisteos Iesou o pisteos Christou, así como en su única referencia a “la fe de Abraham” (pisteos Abraau) hace que la traducción de los textos relevantes en términos de la fe “de” en lugar de la fe “en” Jesús sea aún más probablemente correcta. Un examen de los textos relevantes en Romanos 3-4 apoya esta conclusión.

En primer lugar, Pablo se refirió a “la justicia de Dios a través de [Griego, dia> la fe de Jesús Cristo [Griego, pisteos Iesou Christou> a [Griego, eis> todos los que creen” (Romanos 3:22). Es decir, “todos los que creen” en Jesús reciben “la justicia de Dios” por medio de “la fe de Jesús.”

Para Pablo, la fe de Jesús es el medio por el cual la justicia de Dios viene a los creyentes en él, es decir, a aquellos cuya fe es instruida y modelada tras la fe de Jesús.

Para Pablo, Habacuc 2:4 es probablemente una profecía mesiánica: Jesús, como el Ungido de Dios, es la profetizada venida del “justo” que, por lo tanto, “vivirá por fe” y, al hacerlo así, servirá como el instrumento mediante el cual Dios había de justificar a los creyentes. Como Pablo explica, y apoya con la cita de Habacuc, el Evangelio revela “una justicia de Dios a partir de [Griego, ek> fe por [griego, eis> fe” (Rom. 1:17a). Es decir, la justicia de Dios viene “de” la fe de Jesús “a” la fe de los creyentes.

En consecuencia, la justificación de Dios de los pecadores es una cuestión de perdón en que, perdonando a los pecadores, Dios cumplió su promesa de Abraham para bendecir a todas las naciones, mostrándose “ser justo [es decir, fiel a su promesa Abrahamica> y justificando [es decir, contando como justicia la fe de> a aquel de la fe de Jesús" (Romanos 3:26).

Pablo estableció la conexión entre la fe de Abraham y la fe de Jesús: La justicia “[no de la ley, sino> de la fe”, ejemplificado inicialmente, y de manera imperfecta, por Abraham, y ejemplificado por último, y perfectamente, por Jesús, es el instrumento a través del cual lap promesa Abrahamica de Dios se cumplió y, por tanto, llega a todos los que ajustan su propia fe con la fe de Abraham, cuya fe fue perfeccionada por Jesús, la simiente de Abraham.
 
El punto de Pablo de que la promesa de Dios de bendecir a todas las naciones fue dada a Abraham y a su descendencia ” – a quien Pablo dejó claro en su primera carta a los Gálatas “es Cristo” (Gálatas 3:16)- es la clave para entender la relación entre “la fe de Abraham” y “la fe de Jesús.” Así como la justicia de Dios vino a Abraham por la fe de Abraham en la promesa de Dios-de darle un hijo, por quien Dios haría de Abraham una gran nación, a través del cual Dios bendeciría todas las naciones (véase Gen 12:1-3; 15:1-6; 18:18; Gal. 3:8)- y por la fe de Abraham la justicia de Dios llegó a Israel, así la justicia de Dios llegó a Jesús por la fe de Jesús en la promesa de Dios hecha a Abraham, y a través la justicia de la fe de Jesús la justicia de Dios viene a los creyentes de todas las naciones.

Jesús, entonces, es la verdadera “simiente” de Abraham porque él, al igual que Abraham antes que él, creyó en la promesa de Dios hecha a Abraham y así recibió la justicia de Dios. Y así como la justicia de Israel vino a través de la fe de Abraham en la promesa de Dios (y eventualmente se perdió el debido a la incredulidad nacional/ idolatría), así la justicia de la comunidad internacional de la fe viene por la fe de Jesús en la promesa de Dios de bendecir a todas las naciones en la simiente de Abraham.

El Jesús del NT inauguró el nuevo pacto entre Dios y todas las naciones por medio de creer en la promesa de Dios hecha a Abraham de bendecir a todas las naciones a través de una simiente suya. Jesús manifiesta su fe en la promesa de Dios por medio de su proclamación de las buenas nuevas del reino de Dios, que condujo a su crucifixión en las manos de las autoridades religiosas (judías) y políticas (Romanas) a (la Iglesia y Estado “) de Judea del primer siglo.

Es decir, porque Jesús creía— estaba convencido— de que su buena noticia del reino de Dios constituye el anuncio de Dios sobre el cumplimiento de la promesa de Dios hecha a Abraham de bendecir a todas las naciones, Jesús trató de persuadir a sus oyentes a creer la misma buena noticia para su justificación. Y porque el internacionalismo implícito de su buena noticia del reino (que posteriormente se extendería a todas las naciones a través de sus apóstoles) amenazó el nacionalismo de las autoridades Judías y romanas, el mensaje de Jesús-su fe- lo condujo a su ejecución por crucifixión.

El anuncio de Jesús y la crucifixión, entonces, manifestó su fe en la promesa de Dios, que tanto reivindicó Jesús (es decir, lo declaró justo/fiel) con haberle levantado de los muertos y exaltándolo a la diestra de Dios en el reino venidero. Y al hacerlo, Dios le reveló que él cumpliría su promesa de Abraham para bendecir a todas las naciones mediante la resurrección de la muerte a la vida de la comunidad internacional de la fe en el reino de Dios en la parusía de Jesús, al final de la época actual.
 

Reply  Message 40 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 12/06/2011 19:12

¡Un Interesante estudio que usted no puede perderse!

(Al final le presentamos el estudio en inglés en caso de que la traducción no sea lo suficiente clara para usted)

Hach Robert 

Los escritores del Nuevo Testamento (NT) llaman a sus lectores a creer, tener fe “en” Jesús, específicamente en lo que respecta a su ser Ungido de Dios (en Hebreo es Mesías, o ‘el Mesías’, y en Griego es Christos, o Cristo: aquel a quien Dios ungió para gobernar el reino de Dios), que murió por los pecados de todos y a quien Dios le resucitó de los muertos y le exaltó a Su diestra. Esto es de conocimiento común entre todos los que profesan ser cristianos. Lo que es mucho menos conocido, sin embargo, es que los textos clave en las cartas del apóstol Pablo explican que la justicia de Dios, una justicia de la fe, que incluye el perdón de los pecados y la esperanza de la salvación—se convierte, no en la posesión de los creyentes por su propia fe en Jesús, sino debido a la fe DE Jesús.

El Jesús del NT es, por tanto, no sólo el objeto de la fe del NT, sino también la fuente, así como el modelo de la fe del NT. Esto es simplemente decir que creer en Jesús es creer en lo que Jesús creía y, por tanto, trató de persuadir a otros a creer: “el evangelio del reino de Dios” (Lucas 4:43). La fe de Jesús es a menudo llamado, por Pablo, “el evangelio de Cristo” (Romanos 15:19), por el cual él se refería a la proclama, no sólo sobre Jesús, sino también por Jesús (tomando su lugar), confirmado por la mención de su doxología romana a “mi evangelio y la proclamación de Jesucristo “(Romanos 16:25).

Esto significa que la fe que está en el Jesús del NT es la fe que viene del Jesús del NT. Tener fe en el Jesús del NT, entonces, es tomar la fe de Jesús como si fuera de uno.

Testimonio de Pablo para la fe de Jesús

Las versiones castellanas del NT suelen representar las referencias de Pablo a la justicia de Dios y la fe de Jesús, en Romanos 3:22 y 26, en Gálatas 2:16 (dos veces) y 3:22, y en Filipenses 3:09, como la fe “en” Jesús. En relación con estos textos, los traductores se han visto obligados a elegir entre “en” y “de” debido a la ausencia de cualquier preposición entre las palabras “fe” (Griego pistis), y “Jesús” (Griego, Iesous) y / o “Cristo” (Griego, Christos) en el idioma original. (El idioma original es pisteos Iesou Christou en Rom. 3:22 y Gal. 3:22; pisteos Iesou en Rom. 3:26; pisteos Iesou Christou en Gal. 2:16, y pisteos Christou en Gal. 2:16 c y Fil. 3:9; también, en Ef. 3:12 aparece autou pisteos, que suele ser traducida como “fe en él”, pero también puede ser traducida como “su fe“, es decir, la fe de Jesús).

El idioma original permite ya sea “en” (genitivo objetivo) o “de” (genitivo subjetivo) como posibles traducciones, lo que significa que el contexto inmediato debe determinar qué preposición es la más probable. Las versiones en español suelen insertar “en” y no “de”, al menos en parte, a la vista de otros textos de la “fe” en los que la preposición “en” (Griego, eis o en) realmente no aparece en el idioma original (por ejemplo, Juan 3:16 y Gal. 2:16 b y 3:26, aunque Gal. 3:26 también puede ser traducido como “hijos de Dios en Cristo por la fe”, es decir, la fe de Cristo).

Probablemente lo que pesa aún más fuertemente contra una decisión de los comités hispanos para traducir el testimonio de Pablo a la fe de Jesús ha sido el sesgo trinitario de los traductores eclesiásticos, cuyo “Jesús” divino no habría tenido necesidad de su propia fe en Dios ya que él mismo fue “Dios en la carne” y “la segunda Persona de la Deidad.” La expresión clásica de este punto de vista trinitario vino del teólogo católico Tomás de Aquino, quien escribió que “desde el momento de la concepción, Cristo tuvo la visión completa de la naturaleza misma de Dios. . . Por lo tanto no pudo haber tenido fe”.

Sin embargo, agregar la preposición “de”  en lugar de “en” a aquellos textos en los cuales no aparece la preposición se convierte en la alternativa más convincente cuando los textos en cuestión se comparan  con la referencia de Pablo en Romanos a “la fe de Abraham” (Rom. 4: 16). También en este caso, ninguna preposición aparece entre las palabras “fe” y “Abraham” (Griego, pisteos Abraau). Todas las versiones NT en español, naturalmente vierten la frase “la fe de Abraham”, porque “la fe en Abraham” no tendría sentido.

El hecho de que el tema de Pablo es “la justicia de Dios” en todos los textos que se refieren a pisteos Iesou o pisteos Christou, así como en su única referencia a “la fe de Abraham” (pisteos Abraau) hace que la traducción de los textos relevantes en términos de la fe “de” en lugar de la fe “en” Jesús sea aún más probablemente correcta. Un examen de los textos relevantes en Romanos 3-4 apoya esta conclusión.

En primer lugar, Pablo se refirió a “la justicia de Dios a través de [Griego, dia> la fe de Jesús Cristo [Griego, pisteos Iesou Christou> a [Griego, eis> todos los que creen” (Romanos 3:22). Es decir, “todos los que creen” en Jesús reciben “la justicia de Dios” por medio de “la fe de Jesús.” La mayoría de las versiones en español del NT sufren de redundancia al hacer que Pablo diga que “la justicia de Dios” viene “por la fe en Jesucristo a todos los que creen en Jesús. ¿Cuál es la diferencia entre la justicia de Dios que viene por la de en Jesús y venir a ser creyentes en Jesús? Esta traducción hace que Pablo se repitiera en dos sucesivas frases preposicionales.

En cambio, para Pablo, la fe de Jesús es el medio por el cual la justicia de Dios viene a los creyentes en él, es decir, a aquellos cuya fe es instruida y modelada tras la fe de Jesús.

Segundo, la muerte de Jesús en la cruz sirve “para mostrar la Justicia de Dios en el presente tiempo, que Dios deba ser justo y justificador de aquel de la fe de Jesús”. (Romanos 3:26, las palabras griegas traducidas “justicia” y “justo” y “justificar” son todas parte de la misma palabra familiar). En otras palabras, Dios justifica-considera como justo-a todos cuya fe es “de” la fe de Jesús. Tener fe en Jesús, entonces, es tomar la fe de Jesús como propia, de modo que la justicia de Dios que trabaja en la fe de Jesús, mostrada especialmente en su crucifixión, venga a todos los que son “de” su fe.

El razonamiento de Pablo en relación a ambos términos, “fe” y “justicia” es dependiente en un pacto más que a una definición legal de la justicia y, por tanto, de la justificación.

La definición legal (y, no casualmente, la eclesiástica y, por tanto, la popular) de la justicia es la obligación de Dios para su ley: Dios no tiene más remedio que justificar a aquel que obedece y condenar al que desobedece su ley. (Tenga en cuenta que el perdón no es una opción para el Dios de la justicia legal: justificar a los pecadores porque Jesús pagó por sus pecados no es lo mismo que perdonarlos,  en que el perdón es, por definición, la cancelación de una deuda no pagada, más sobre esto abajo).  Pero esta definición legal, la justicia de Jesús no fue una justicia de una justificación por la fe, sino una justificación por obras.

En consecuencia, el Dios de la justicia legal justifica a los pecadores, no porque perdona sus pecados, sino por la obediencia de Jesús a la ley y el pago de Jesús por los pecados. Esto no puede ser una cuestión de perdón porque el perdón es, por definición, la cancelación de una deuda sin pagar, mientras que Dios, conforme a la interpretación legal (y eclesiásticas) de la expiación, justifica a los pecadores no porque él ha perdonado sus pecados, sino porque ha sido pagado (o, según el evangelio trinitario, se ha pagado a sí mismo) por la sangre de Jesús para justificarlos. El así mal llamado “perdón” del Cristianismo Eclesiástico viene después de la justificación legal, que excluye en sí mismo la posibilidad del perdón real en que la justificación de Dios de los pecadores equivale a la aceptación de Dios del pago de Jesús por sus pecados.

La misma objeción a la teoría eclesiástica de la expiación está expresada en el Catecismo Racoviano, el tratado Sociniano sobre el unitarismo bíblico:

Pero para un perdón gratuito nada es más opuesto que. . . El pago de un precio equivalente. Porque donde un acreedor es satisfecho, ya sea por el propio deudor, o por otra persona en nombre del deudor, no puede decirse con verdad de él que él perdona la deuda libremente.

Según la teoría eclesiástica de la expiación, la justicia legal de Dios demandaba el pago por los pecados, y la sangre de Jesús proveyó de pago a fin de permitir que Dios sea justo legalmente y, a la vez, para justificar legalmente a los pecadores. Dado que la ley, debido a su demanda de pago, es incapaz de perdonar (es decir, de cancelar una deuda sin pagar), el Dios eclesiástico de la justicia legal es igualmente incapaz de perdonar. (Esto, supongo, es por qué muchos de los adherentes al Cristianismo eclesiástico no han podido recibir el perdón de Dios y, por tanto, siguen permaneciendo en culpa).

La creencia generalizada de que la justicia de Dios es una cuestión de guardar la ley— y, por lo tanto, vino a Jesús a través de su obediencia a la ley mosaica-ignora el texto bíblico definitivo con respecto a la recepción humana de la justicia de Dios: “Abraham creyó a Dios y esto fue contado por justicia para él” (Gén. 15:6; Rom. 4:3; Gal. 3:6). Al igual que Abraham, Jesús fue justificado por la fe en la promesa de Dios. Jesús no era justo porque obedecía a la ley mosaica; más bien, Jesús obedeció a la ley de Moisés porque era justo, es decir, porque él creyó en la promesa de Dios hecha a Abraham.

Esta interpretación se ajusta a la cita de Pablo de Habacuc 2:4 como temática para Romanos: “El justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17 b). Para Pablo, Habacuc 2:4 es probablemente una profecía mesiánica: Jesús, como el Ungido de Dios, es “aquel justo” profetizado que viene y que, por lo tanto, “vivirá por fe” y, al hacerlo así, servirá como el instrumento mediante el cual Dios había de justificar los creyentes. Como Pablo explica y apoya con la cita de Habacuc, el Evangelio revela “una justicia de Dios a partir de [Griego, ek> la fe para [griego, eis> fe” (Rom. 1:17 a). Es decir, la justicia de Dios viene “de” la fe de Jesús “a” la fe de los creyentes.

Y esta interpretación concuerda con la definición  pactal (bíblica, pero en gran medida desconocida) de la justicia: la fidelidad de Dios a su promesa (ver Neh. 9:7-8; Rom. 3:3, 5, 1 Juan 1:9), que condiciona la justificación, por lo tanto, en la fe en curso en la promesa. De acuerdo con la definición del pacto, la justicia de Jesús fue una justicia de una justificación por la fe en que Jesús creyó en la promesa de Dios para bendecir a todas las naciones en la simiente de Abraham (véase Gn 12:1-3; 18:18; Gal. 3: 8)-creyendo él mismo ser la simiente de Abraham, y así fue justificado por la fe.

En consecuencia, la justificación de Dios de los pecadores es una cuestión de perdón en que, perdonando a los pecadores, Dios cumplió su promesa hecha a Abraham para bendecir a todas las naciones, mostrándose “ser justo [es decir, fiel a su promesa Abrahamica> y justificando [es decir, contando como justicia la fe> a aquel de la fe de Jesús “(Romanos 3:26).

Si la sangre de Cristo jugó el rol de pagar a Dios para justificar a los pecadores, la posibilidad de perdón (que, otra vez, es la cancelación de una deuda impaga) quedaría excluida.

En su lugar, sin embargo, la sangre de Jesús desempeña el papel indispensable de proporcionar a los creyentes con la seguridad del perdón de Dios: la seguridad de que Dios, en efecto, no mantendrá sus pecados en contra de ellos en el día del juicio (como si estuvieran bajo la ley), pero, en cambio, se les acoja en su reino eterno. (Por consiguiente, los incrédulos se perderán, no porque Dios retiene sus pecados en contra de ellos, estando obligado por su ley a hacerlos que ellos paguen, sino por su incredulidad con respecto a la promesa de Dios; del mismo modo la definición del pacto de la justicia es la fidelidad, así la definición del pacto de la injusticia es la incredulidad.)

Esta certeza del perdón de Dios en la faz del día venidero de juicio es un fiel reflejo de la fe de Jesús, que enfrentó el juicio de la cruz con la seguridad de que su Dios y Padre lo resucitaría de entre los muertos y lo exaltaría a su mano derecha en el reino venidero. En consecuencia, los creyentes en Jesús enfrentan el día del juicio con el testimonio de la fe de Jesús, en la justicia de su fe, que ellos han tomado como propia. (Esto no es una cuestión de “gracia barata” en que al igual que Jesús expresó su fe en el servicio amoroso y sacrificio, así su fe convence a los creyentes fe a comportarse en consecuencia.)

Por lo tanto, Dios no perdona pecados porque Jesús murió en la cruz; en cambio, Jesús murió en la cruz porque Dios es misericordioso, y así proveyó la sangre de Jesús a los creyentes como la “seguridad” de su perdón (Heb. 10:22), la demostración del perfecto amor de Dios que hecha fuera el temor al castigo” (1 Juan 4:18).

Con relación a la tercera fe—del texto en Romanos, la promesa de Dios a Abraham y su simiente…por (Griego, dia) la justicia de la fe” (Rom. 4:13) aplica a “aquellos que son de la fe de Abraham” (Rom. 4:16). Pablo estableció la conexión entre la fe de Abraham y la fe de Jesús: La justicia “[no de la ley, sino> de la fe”, ejemplificado inicialmente, y de manera imperfecta, por Abraham, y ejemplificado por último, y perfectamente, por Jesús, es el instrumento a través del cual lap promesa Abrahamica de Dios se cumplió y, por tanto, llega a todos los que ajustan su propia fe con la fe de Abraham, cuya fe fue perfeccionada por Jesús, la simiente de Abraham.

El punto de Pablo de que la promesa de Dios de bendecir a todas las naciones fue dada a Abraham y a su descendencia ” – a quien Pablo dejó claro en su primera carta a los Gálatas “es Cristo” (Gálatas 3:16)- es la clave para entender la relación entre “la fe de Abraham” y “la fe de Jesús.” Así como la justicia de Dios vino a Abraham por la fe de Abraham en la promesa de Dios-de darle un hijo, por quien Dios haría de Abraham una gran nación, a través del cual Dios bendeciría todas las naciones (véase Gn 12:1-3; 15:1-6; 18:18; Gal. 3:8)- y por la fe de Abraham la justicia de Dios llegó a Israel, así la justicia de Dios llegó a Jesús por la fe de Jesús en la promesa de Dios hecha a Abraham, y a través la justicia de la fe de Jesús la justicia de Dios viene a los creyentes de todas las naciones.

Jesús, entonces, es la verdadera “simiente” de Abraham porque él, al igual que Abraham antes que él, creyó en la promesa de Dios hecha a Abraham y así recibió la justicia de Dios. Y así como la justicia de Israel vino a través de la fe de Abraham en la promesa de Dios (y eventualmente se perdió el debido a la incredulidad nacional/ idolatría), así la justicia de la comunidad internacional de la fe viene por la fe de Jesús en la promesa de Dios de bendecir a todas las naciones en la simiente de Abraham.

El Jesús del NT inauguró el nuevo pacto entre Dios y todas las naciones por medio de creer en la promesa de Dios hecha a Abraham de bendecir a todas las naciones a través de una simiente suya. Jesús manifiesta su fe en la promesa de Dios por medio de su proclamación de las buenas nuevas del reino de Dios, que condujo a su crucifixión en las manos de las autoridades religiosas (judías) y políticas (Romanas) a (la Iglesia y Estado “) de Judea del primer siglo.

Es decir, porque Jesús creía, estaba convencido de que su buena noticia del reino de Dios constituye el anuncio de Dios sobre el cumplimiento de la promesa de Abraham Dios de bendecir a todas las naciones, Jesús trató de persuadir a sus oyentes a creer la buena noticia. Y porque el internacionalismo implícito de su buena noticia del reino (que posteriormente se extendería a todas las naciones a través de sus apóstoles) amenazó el nacionalismo de la judía y las autoridades romanas, el mensaje de Jesús-su fe-condujo a su ejecución por crucifixión.

El anuncio de Jesús y la crucifixión, entonces, que se manifiesta su fe en la promesa de Dios, que tanto reivindicó Jesús (es decir, lo declaró justos / fieles) con haberle levantado de los muertos y le exalta la diestra de Dios en el reino venidero. Y al hacerlo, Dios le reveló que él cumpliría su promesa de Abraham para bendecir a todas las naciones mediante el aumento de la comunidad internacional de la fe de la muerte a la vida en el reino de Dios en la parusía de Jesús, al final de la época actual. 

http://apologista.wordpress.com/2010/06/11/mas-luz-sobre-la-fe-de-jesus-un-extracto-de-un-estudio-mas-extenso-en-ingles/

 

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http://www.slideshare.net/antso/preexisti-jess-en-el-cielo-antes-de-nacer-en-beln

 

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“SIENDO EN LA FORMA DE DIOS”

Publicado el abril 22, 2008 por apologista

 

 

Un Estudio sobre Filipenses 2:5-11

 

Un Enfoque revolucionario

 

William M. Wachtel

 

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios” (Filipenses 2:5-11 VRV).

 

       En Filipenses 2:6, Pablo escribe que Cristo Jesús era “en la forma de Dios,” como muchas versiones castellanas vierten la expresión Griega en morphe theou. Esta frase ha dado ocasión a la afirmación de que Jesús es “verdadero Dios de verdadero Dios,” como es declarado en el Credo Niceno, la primera formulación oficial antigua de la fe Trinitariana. Según esta fe, Cristo es “co-igual, co-eterno, y consubstantial” con el Padre, “la segunda persona” de la Trinidad. Esto significa que Jesús es verdaderamente y realmente Dios en cada sentido, aparte de que es también hombre nacido de mujer. Se declara que todo esto es “un misterio” que debe ser aceptado por la fe, bajo pena de excomunión o — en siglos pasados — de muerte.

    

       El investigador que ha sido convencido ya por las palabras de Jesús en Juan 17:3 que el Padre es “único Dios verdadero” y por su testimonio a la mujer Samaritana que los Judíos eran correctos en su doctrina de Dios (Juan 4:21, 22) — una doctrina que no dejó ningún espacio para nada más que la unidad absoluta de Dios — es dejado perplejo por esta insistencia en ver a Dios como “tres personas.” Uno se alarma más en tal exigencia leyendo los criterios de Juan para una fe que salva: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 
20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (20:30, 31). No hay nada aquí sobre la necesidad de creer que Jesús es de hecho Dios, El Eterno. Ninguna insinuación aquí del título Trinitariano, “Dios el Hijo.” Es todo una exigencia franca para creer a Jesús que es Cristo, el ungido, el Mesías prometido de Israel, y que él es verdaderamente el propio Hijo de Dios.

 

        En la luz de tales hechos, hay que preguntar seriamente lo que Pablo quiso al decir que Jesús era “en la forma de Dios.” En primer lugar, notamos que él habla acerca de  “Cristo Jesús,” la figura histórica que había nacido y más tarde había sido “ungido” por el Espíritu Santo en su bautismo, así haciéndose “Cristo” “el Ungido” (Hechos 10:38). El Trinitarianismo asume que Pablo habla de lo que Jesús era antes de su “Encarnación” — es decir durante su preexistencia supuesta como Dios en el cielo antes de que él naciera. Pablo no nos da ninguna indicación aquí, sin embargo, al especificar a la persona histórica de Cristo Jesús, de que él tiene en mente alguna noción semejante. Esta interpretación sólo puede estar en las mentes de aquellos que han decidido ya que Jesús preexistió como una persona, como un miembro divino de la Trinidad, o como un ser angelical — la opinión Ariana.

 

      ¡No, el que era “en la forma de Dios” es el Hombre llamado “Cristo Jesús,” y Pablo describe lo que era verdadero de aquel Hombre mientras él estaba en la tierra! ¿Pero qué quiere decir Pablo con esta frase? Los comentaristas Trinitarianos a menudo interpretan la palabra Griega morphe en la luz de algunos de sus usos en la literatura Griega clásica, es decir, a partir del período de entre cinco o seis siglos antes. Aquel uso podría implicar “lo que es esencial y permanente.” Pero el Nuevo Testamento no es escrito en “el Griego clásico,” sino mejor dicho en lo que es llamado el Griego Koine, la lengua popular del día de Pablo. De muchos manuscritos Koine descubiertos por arqueólogos y datando a partir del primer siglo, sabemos que algunos términos habían adquirido nuevos sentidos. Uno de aquellos términos era morphe, por lo general traducida “forma”. Del Profesor de Griego en el Instituto de la Biblia Malhumorado, Kenneth S. Wuest, él mismo un Trinitariano, aprendemos que en el griego Koine la palabra morphe había venido a referirse “una estación en la vida, una posición que uno sostiene, rango de alguien. Y es una aproximación de morphe en este contexto [Filipenses 2> ”(el Uso Práctico del Nuevo Testamento Griego, p. 84).

 

      ¿Cómo podemos estar seguros que morphe en Filipenses 2:6 significa “estación en la vida [estado>, rango, posición,” y no “naturaleza inherente,” como algunos traductores o los comentaristas interpretarían la palabra Griega (ver NIV en Filipenses 2:6, por ejemplo)? Aquí apelamos al contexto inmediato para ayudarnos a entender cómo Pablo usa la palabra. En el verso 7 él dice que Cristo tomó “la forma”, el morphe, de un siervo — literalmente, de un esclavo. ¿Qué significa éste? ¿Sugiere morphe que un criado (siervo) tenga una especie “de naturaleza inherente” que lo constituiría en un esclavo, o no implica mejor dicho esto que ‘siervo’ es, en sí, un asunto “de estado, rango, o posición”? La posición de alguien como un criado es materia de la opción o una materia de circunstancias. No podemos ver, por lo tanto, que el contexto apoye cualquier otro sentido para morphe que el que trata con rango de alguien o estado. El estado de Cristo como Dios es contrastado con Su estado como un siervo. Traducir o entender morphe como “naturaleza inherente” en Filipenses 2, entonces, claramente no encaja con la manera cómo es usada en el contexto.

 

       ¿Qué implica todo esto? Esto sugiere que Cristo como un Hombre en la tierra funcionaba en el estado, rango, o posición de Dios. ¡Pensamiento asombroso! Pero hubo un precedente histórico famoso para esto. Cuando Dios llamó a Moisés para ser Su agente para traer a Israel de Egipto, él le dijo, “Mira, te he hecho como Dios ante Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta” (Exo. 7:1). El texto hebreo es hasta más alarmante, porque la palabra “como” no está allí en absoluto. Mejor dicho, Dios declara a Moisés, “te he dado [ser> Elohim ante Faraón.” Antes, Dios había dicho que Moisés sería “Elohim” a Aarón (4:16). Este significa que Moisés funcionó de algunos modos como si él fuera Dios en la tierra; ¡él era el líder designado para actuar por Dios y como poseyendo la autoridad que Dios le había conferido en él designándolo para llevar el propio título de Yahweh, Elohim! Esto es similar al carácter o el papel de un embajador u otro diplomático que ha recibido autoridad “plenipotenciaria” para actuar de parte del gobierno que representa, y cuyas decisiones y transacciones son reconocidas como iguales o idénticas a aquellas del estado soberano que lo ha enviado.

 

       ¿Podemos preguntar, entonces, cómo funcionó Jesús en el estado de Dios durante su ministerio terrenal? ¿Retratan los cuatro Evangelios sus actividades de tal manera como para sugerir que él estuvo haciendo lo que el Padre mismo habría estado haciendo, si hubiese Él Mismo estado presente visiblemente y personalmente realizando el ministerio que su Hijo de hecho realizó? ¿Muestra el registro que en la tierra Cristo ejercía derechos que realmente pertenecen a Dios Mismo? No tenemos que ir lejos para encontrar la respuesta a estas preguntas. Muy temprano en el ministerio de Cristo la pregunta se levantó, “¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?” (Marcos 2:7). Jesús acababa de decir a un hombre paralizado, “Hijo, tus pecados  te son perdonados.” Los maestros de la ley que oyeron que él decía estas palabras lo acusaron de blasfemia. Jesús contestó, “¿Que es más fácil decir al paralítico, ‘Tus pecados te son perdonados,’ o decir, ‘Levántate, toma tu estera y camina’?” Entonces él añadió las palabras cruciales, “Pero para que ustedes puedan saber que el Hijo de Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados…. ”(2:10). Los escribas estaban en lo correcto en entender que la autoridad final para perdonar pecados de los hombres descansa con Dios. ¡Pero ellos tenían que entender aún más que Dios había delegado a su Hijo con esa autoridad para actuar en el lugar de Dios y de su nombre! En este acto de perdón, entonces, Cristo funcionaba en la morphe — la condición — de Dios, que le había enviado.

 

        Pruebas adicionales del estado de Jesús como Dios en la tierra son vistas en Juan 5:21: “Así como el Padre levanta a los muertos y les da la vida, aún así el Hijo da la vida a quien él está contento darlo.” El poder de resucitar a los muertos está en las manos del Padre, y él manifestó aquel poder maravillosamente cuando él resucitó a su Hijo de la muerte a la inmortalidad (Hechos 17:30, 31; Rom. 6:9; 8). Pero mientras Cristo estaba en la tierra, él mismo levantó a varios de la muerte — el caso más famoso que es aquel de su amigo Lázaro. Tan chocante fue esto para los enemigos de Cristo que ellos conspiraron para matar al resucitado Lázaro, así como a aquel que lo había resucitado! (Juan 12:9-11) Otra vez, Cristo actuaba en el lugar de Dios cuando él levantó a los muertos y se mostró para estar en la morphe de Dios. Él realizará este papel otra vez un día, “durante un tiempo que viene cuando todos aquellos están en sus tumbas oirán su voz y saldrán.” La voz que ellos oirán y que los despertarán, es “la voz del Hijo de Dios” (Juan 5:25-29).

 

        Una tercera prueba del estado de Cristo como Dios es revelada en Juan 5:22, 23: “además, el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado todo el juicio al Hijo, que todos pueden honrar al Hijo como honran al Padre. Él que no honra al Hijo no honra al Padre, que le envió.” Pablo dijo a los Atenienses que un día Dios juzgaría el mundo con justicia “por el hombre que él ha designado. Él ha dado la prueba de esto a todos los hombres levantándolo de los muertos” (Hechos 17:31). Dios es el Juez del universo, uno que es tanto justo en sus sentencias judiciales como aún capaz de ser el “justificador de aquel que tiene la fe en Jesús” (Rom. 3). Pero otra vez, Pablo revela que “Dios juzgará los secretos de los hombres por Jesucristo” (Rom. 2). Tales textos proporcionan pruebas que el Juicio de Trono Blanco descrito en Revelación 20:11 y sigs serán presididos por Cristo, quien estará sentado en el trono del juicio. [El texto Griego no tiene "a Dios" en el verso 12, sino “el trono” — al contrario de la lectura en KJV>.

 

Igualdad con Dios

 

     Cristo “no consideró la igualdad con Dios una cosa a que aferrarse.” ¿En qué sentido Cristo era “igual” con Dios? Hemos visto ya que Pablo dice esto mientras en la tierra Jesús estaba “en el condición de Dios.” También hemos considerado lo que fueron claramente algunas implicaciones de este estado divino: su autoridad para perdonar pecados, para levantar a los muertos, y juzgar a la humanidad. A este puede ser añadido su mandato de los elementos, para hacer hasta que los vientos y el mar le obedezcan a él (Mat. 8:23-27). Este condición  hizo posible para Pablo declararlo “igual con Dios” en el sentido que semejante igualdad era una materia de autoridad delegada de parte de Dios Mismo. Igualdad, debe ser notado, no es lo mismo como identidad. Pablo no dice que Cristo era idéntico con Dios. Eso sería proporcionar pruebas para el Trinitarianismo o para el monarquianismo modalístico (también llamado Sabelianismo — la doctrina que Dios es simplemente una persona o un ser, pero uno que puede ser visto como Padre o Hijo o Espíritu Santo). Una ilustración provechosa de la diferencia entre igualdad e identidad puede ser encontrada en el hecho que conforme a la Constitución estadounidense, el vicepresidente se hace igual al presidente cuando éste se torna incapacitado. El vicepresidente está autorizado entonces a realizar todos los deberes y responsabilidades de la presidencia. En esta capacidad él es igual al presidente, pero no idéntico con él.

 

       El texto Griego de Filipenses 2:6 muestra que Cristo reconoció su igualdad con Dios, pero que él no consideró esta igualdad dada por Dios un harpagmos. La VRJ (KJV) traduce esta palabra como “robo”. La palabra puede implicar algo que es arrebatado o tomado por la fuerza. El léxico Arndt-Gingrich dice que esto también puede significar “un premio” “o una suerte inesperada” en el uso Koine. Si Pablo lo usa en el sentido último, él implica que Cristo no tenía ninguna clase de la actitud presumida cuando él vio su igualdad con Dios, tampoco él procuró aprovecharlo, o explotarlo, para sus propios objetivos. Mejor dicho, él tomó el estado de un esclavo, procurando sólo servir a su Dios y a la raza humana que él había venido para salvar.

                                                      Se Despojó a Sí Mismo

 

      El verbo “vació” o “despojó” es kenoo en Griego, del cual algunos Trinitarianos han desarrollado una doctrina llamada “la teoría kenosis.” Según esta doctrina, “Cristo preexistente” se despojó de la manifestación de algunos de sus atributos de la deidad a fin de hacerse hombre. Sin entrar en varios aspectos de esta teoría y los desacuerdos hasta entre aquellos que lo profesan, podemos decir que todos ellos usan el término “kenosis” para apoyar la idea de la preexistencia personal de Cristo. La VRJ (KJV) no hace caso de tales ideas traduciendo que él “se hizo de ninguna reputación,” una referencia obvia al período de su vida humana y ministerio. ¡Hemos visto ya que Pablo habla del hombre histórico Cristo Jesús, no de una persona que era posterior para hacerse Cristo Jesús! Es por lo tanto esta persona histórica que “se vació”. En tal ajuste, la palabra sugiere que Cristo puso de lado cualquier tentación para el auto agrandamiento o exaltación de cualquier forma. La reina de Sheba fue “vaciada” de su orgullo cuando ella vio la magnificencia de la corte de Salomón. ¡No hubo más espíritu en ella”! (1 Reyes 10:1-13). Igualmente, “el auto vaciamiento” de Cristo no dejó dentro de él ningún espacio para el orgullo, la arrogancia, o ningún plan hecho sin el sometimiento total a la voluntad de Dios. (Heb. 10:7-10; Sal. 40:7-9)

 

     

      “El auto vaciamiento” de Cristo puede ser visto como parte y paquete del que ha tomado el estado de un siervo o criado y del que ha nacido en la semejanza humana. “Habiendo tomado” es del participio aoristo labon, “y habiendo venido a la existencia” del participio aoristo genomenos. Tales participios aoristos a menudo denotan un tiempo antes de la acción del verbo principal. Este apoyaría la opinión de que su “auto vaciamiento” (el verbo principal) ocurrió después de que él nació, no antes. “Las teorías de Kenosis,” por lo tanto, pueden ser consideradas especulaciones simplemente filosóficas que no pueden tener ninguna base en el texto presente. Como tales, ellas serían un ejemplo de “eisegesis” (leyendo dentro del texto), no exégesis.

  

                                              En semejanza de Hombre

 

     El Léxico Moulton y Milligan ven  la palabra schema, aquí traducida “semejanza” (aspecto) como la implicación de “porte externo” o ” manera”. Uno es tentado a traducir que Cristo fue encontrado que era “en la forma o semejanza humana de las cosas” “o en la condición humana.” Él era totalmente humano, pero sin pecado. Él vino a ser lo que él era — un hombre. Tales descripciones, inspiradas de Dios, prohíben cualquier clase de enseñanza gnóstica o Docetista  de que Cristo sólo “pareció” ser un ser humano de carne-y-sangre siendo de hecho “puramente espíritu.” En su opinión algo cualquier cosa material era, ipso facto, malo. Entonces Cristo no podía tener un cuerpo material. Él sólo “pareció” tener uno, dijeron los Docetistas. El Pastor C. T. Russell usó una clase similar “del juego de manos” cuando él habló que Jesús no tenía ningún cuerpo físico después de su resurrección. Él simplemente “materializó” un cuerpo temporal para mostrar a sus discípulos — una enseñanza todavía propagada por aquellos llamados Testigos de Jehová llamado así como por otros de la tradición Russelita. 

  

Él se Humilló a sí Mismo

 

      Pablo ahora continúa para declarar hasta dónde Cristo entró en el sometimiento él mismo a su Padre, que lo había colocado en el estado o condición de Dios para realizar su ministerio terrenal y que le había delegado para ejercer la igualdad con Dios según aquel estado. “Él se humilló haciéndose obediente al punto de muerte.” El plan de Dios, como fue pronosticado por Isaías, era hacer descansar sobre su Hijo “la iniquidad de todos nosotros” (53:6), aplastarlo y hacer que él sufriera, e hiciera de su vida un ofrecimiento de culpa (v.10). Pedro dice que Jesús fue entregado a la muerte por “el plan predeterminado y conocimiento previo de Dios” (Hechos 2:23). Y aún Jesús con mucho gusto se presentó a este plan, en obediencia amorosa a su Padre. “La razón por la que mi Padre me ama es que pongo mi vida — sólo para tomarla otra vez. Nadie lo toma de mí, sino que la pongo de mi propio acuerdo” (Juan 10:17, 18). Cualquier doctrina de la expiación debe tener esta imposición judicial en cuenta de la muerte sobre Cristo por su Padre, de modo que Dios el Juez pudiera también obrar justamente siendo el “justificador” de aquellos que pertenecen a Cristo.

 

     ¡La obediencia complaciente de Cristo “al punto de la muerte” es hecha aún más asombrosa por el hecho de que su muerte fue realizada por uno de los métodos más dolorosos y humillantes disponibles — aquella de la crucifixión! Pablo acentúa esta verdad espantosa usando la palabra “hasta”. ¡De todos los caminos que podría morir, la muerte en una cruz es la más horrible él puede imaginar — y al mismo tiempo la clase que más revela la sumisión total de Cristo a la voluntad de Dios! Como un ciudadano romano, Pablo se dio cuenta que el gobierno reservó la muerte por crucifixión para los peores criminales, o sea para las personas más despreciables — aquellos que Roma vio como enemigos admitidos de su autoridad para gobernar el mundo.

 

 

Dios Lo exaltó Hasta lo Sumo

 

      De este punto más bajo de la humillación Cristo fue elevado al pináculo más alto de autoridad en el universo, excepto aquel de Dios mismo. Jesús como el Señor es exaltado “Por sobre todo gobierno, autoridad, poder y dominio, y todo nombre que es llamado, no sólo en esta edad, sino también en el que está por venir” (Efe. 1:21 NASB). Su posición presente es tal que todos los ángeles de todo deben adorarlo como siendo “mucho superior e ellos”; él ha heredado un nombre superior al suyo (Heb. 1:4-6). Este nombre es “el nombre por encima de todo nombre.” Uno podría decir que Dios ha dado a su Hijo su propio nombre, como los padres humanos hacen en nombrar a hijos después de ellos mismos. Seguramente el nombre de Dios Yahweh (o, Jehova) es aplicado al Mesías en tales profecías como Jeremías 23:6 — “Este es su nombre por el cual le llamarán, el SEÑOR nuestra justicia [literalmente, Yahweh-tzidkenu>.” El Zacarías 14:3, 4 habla del día cuando “los pies de Yahweh” estarán de pie en el Monte de los olivos cuando él luche contra las naciones que hacen guerra contra Jerusalén. Parece que este se refiere a Cristo a él mismo, viniendo en el nombre de Su Padre, “abatir las naciones” “y pisar el lugar de la furia de la ira del Dios Omnipotente” (Rev 19:15). ¡Es el Hijo exaltado de Dios, despreciado y rechazado de los hombres, que aparecerá una vez más en la tierra para ser glorificados en el mismo lugar donde él fue humillado! En la presencia de Jesús, el Rey de reyes y Señor de señores, cada rodilla debe doblarse — si angelicales, demoniacos, o humanos. ¡Cada lengua debe admitir entonces que el Mesías Jesús es el señor de todos, por orden expresa de Dios y a la gloria de Dios, el Padre que de esta manera exaltó a su Hijo!

 

Más sobre la doctrina de la Trinidad en:

 

www.elevangeliodelreino.org

 

En Inglés:

 

www.yeshuahamashiaj.org

 

Reply  Message 43 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 12/06/2011 19:14
 
 
Cita: http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=646769&postcount=13
Originalmente enviado por ANDRES OJEDA

Veamos: ¿Si el Mesias no fue Dios mismo como tu dices, entonces : ¿De quien habló Isaias 9:5 al decir que un NIño naceria de una Virgen?
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: he aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel
Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.
Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los reyes que tú temes será abandonada. (Isaías 7:14)?



Si este niño fue Ezequías, ¿Nació Ezequías de una Virgen? , ¿o a quien se esta refiriendo el profeta Isiaías?

Espero su respuesta.
Voy a colocar el texto hebreo si en algo le ayuda:

Primero y en perfecto casellano una pequeña dosis de "contexto"

Isaías 7:10-11 El Eterno volvió a hablar a Acaz diciendo: Pide para ti una señal de parte del Eterno tu D'os.
Es decir, no era "una X señal" sino una señal bien definida y para alguien en especial, para Acaz.

Luego:

יד לָכֵן יִתֵּן אֲדֹנָי הוּא, לָכֶם--אוֹת: הִנֵּה הָעַלְמָה, הָרָה וְיֹלֶדֶת בֵּן, וְקָרָאת שְׁמוֹ, עִמָּנוּ אֵל
Lajen iten Adon-i hu, lajem--ot: hiné ha'almá, hara violedet ben, veqarat shemo, imanu El
14. Por tanto, el mismo Señor os dará la señal: He aquí que está preñada la joven y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Imanu El.


El hijo de Acaz fue Ezequías.

Algunas cosas importantes por notar, no se habla de una "virgen" sino de una "joven", no se habla de que concebirá, sino que esta joven ya ha concebido de "un hijo" no de "el hijo".

Algo que Acaz ni su joven esposa conocían, que ella estaba embarazada, pero D'os se lo manifestó.

Luego, se dice de Ezequías en II Reyes 18:7 "D'os estaba con el"

Pues en la profecía de la señal que recibió Acaz no se estaba hablando del nombre propio del niño sino de una característica de su reinado.
 

Reply  Message 44 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 12/06/2011 19:14

 
Por Goder Tamim de Lima-Perú.- Sé de enseñanzas que se desprenden del encuentro de Manoa con el Mensajero de D’os, una de las cuales afirma que aquel mensajero no es otro que el Ungido de Israel, Mesías.
A lo cual llegan luego de esta afirmación que consta en sus biblias:
“Jue. 13:18 Y el ángel de El Eterno respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?”
 
Lo cual paralelan con Is 9:5(6)

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, D’os fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”
 
La cita “jue. 13:18” ha sido tomada como si el Mensajero de D’os estuviera dando a conocer su nombre, lo cual es incorrecto pues lo que en realidad sucede es que está evitando dar su nombre porque los receptores del mensaje muestran señales de incurrir en pecado al pretender adorarlo:
 
13:17 Entonces dijo Manoa al ángel de El Eterno: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te honremos?
 
Lo que el mensajero está diciendo es que su nombre es un nombre admirable. Está calificando su nombre pero no lo está dando, dado que su rol es transmitir un mensaje de D’os y que El (D’os) sea honrado.
 
Así que se rompe ese vínculo con “Isa. 9:5(6)” es inexistente.
 
No obstante, aún en la cita de Isaías hay algo importante que aclarar, para lo cual nos basaremos en el texto hebreo:
 

כִּי-יֶלֶד יֻלַּד-לָנוּ, בֵּן נִתַּן-לָנוּ, וַתְּהִי הַמִּשְׂרָה, עַל-שִׁכְמוֹ; וַיִּקְרָא שְׁמוֹ
KI IELED IULAD-LANU, BEN NOTAN-LANU, VAT'HI HA'MIZRAH, AL- SHIJMO; VAIQRA SHMO
Un niño nos es nacido, un hijo nos es dado y el reino, sobre su hombro, será llamado su nombre
פֶּלֶא יוֹעֵץ, אֵל גִּבּוֹר, אֲבִי-עַד: שַׂר-שָׁלוֹם
PELE IOETZ, EL GIBOR, AVI-AD, SAR SHALOM
del Admirable consejero, D’os fuerte, Padre eterno: "Príncipe de paz"


Es decir, Admirable y Consejero forman una sola expresión que alude no al niño sino a D’os, Él es el Admirable Consejero, a quien los reyes pedían consejo en sus plegarias y por medio del servicio de los sacerdotes. 
Las profecías no eran un mensaje futurista descontextualizado de la realidad de Israel en la época en que fueron dadas, cada profecía estaba ligada de manera concreta, puntual y pertinente con un evento de dicha actualidad.
 
No cabe duda, las profecías bíblicas traen consigo la proyección de hechos futuros, pero solo eso, pues de los hechos futuros solo se llega a conocer a ciencia cierta cuando suceden los hechos, en este caso la profecía estaba refiriéndose a Ezequias, quien nacería en la casa real de Judá, que diga que sería llamado “príncipe de paz” no está refiriéndose a su nombre propio sino a aquello que acontecería en sus tiempos, pues efectivamente en los tiempos de Ezequias hubo paz en Judá.
 
No estoy negando que Isaías 9:6 se esté refiriendo a hechos aún posteriores al momento en que fue dada la profecía, pero estoy aclarando que en primer momento estuvo refiriéndose a Ezequias rey de Judá.
 
Eso es algo que la historia misma puede corroborar. Es más que obvio que Ezequias no era una manifestación encarnada de D’os, que no era el Padre Eterno, pues como ya se dijo, lo que el verso dice es bastante conciso, el nombre del niño sería “Príncipe de paz” nombre dado por D’os, el Único Padre Eterno, Admirable consejero y D’os fuerte. De manera que apelando a la verdad, no existe forma de vincular los acontecimientos de Jueces 13 con los de Isaías 9:6 de las biblias populares.


Reply  Message 45 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 15/06/2011 03:31

¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?

 
Por Goder Tamim de Lima-Perú.- Sé de enseñanzas que se desprenden del encuentro de Manoa con el Mensajero de D’os, una de las cuales afirma que aquel mensajero no es otro que el Ungido de Israel, Mesías.
A lo cual llegan luego de esta afirmación que consta en sus biblias:
“Jue. 13:18 Y el ángel de El Eterno respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?”
 
Lo cual paralelan con Is 9:5(6)

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, D’os fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”
 
La cita “jue. 13:18” ha sido tomada como si el Mensajero de D’os estuviera dando a conocer su nombre, lo cual es incorrecto pues lo que en realidad sucede es que está evitando dar su nombre porque los receptores del mensaje muestran señales de incurrir en pecado al pretender adorarlo:
 
13:17 Entonces dijo Manoa al ángel de El Eterno: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te honremos?
 
Lo que el mensajero está diciendo es que su nombre es un nombre admirable. Está calificando su nombre pero no lo está dando, dado que su rol es transmitir un mensaje de D’os y que El (D’os) sea honrado.

Así que se rompe ese vínculo con “Isa. 9:5(6)” es inexistente.
 
No obstante, aún en la cita de Isaías hay algo importante que aclarar, para lo cual nos basaremos en el texto hebreo:
 

כִּי-יֶלֶד יֻלַּד-לָנוּ, בֵּן נִתַּן-לָנוּ, וַתְּהִי הַמִּשְׂרָה, עַל-שִׁכְמוֹ; וַיִּקְרָא שְׁמוֹ
KI IELED IULAD-LANU, BEN NOTAN-LANU, VAT'HI HA'MIZRAH, AL- SHIJMO; VAIQRA SHMO
Un niño nos es nacido, un hijo nos es dado y el reino, sobre su hombro, será llamado su nombre
פֶּלֶא יוֹעֵץ, אֵל גִּבּוֹר, אֲבִי-עַד: שַׂר-שָׁלוֹם
PELE IOETZ, EL GIBOR, AVI-AD, SAR SHALOM
del Admirable consejero, D’os fuerte, Padre eterno: "Príncipe de paz"


Es decir, Admirable y Consejero forman una sola expresión que alude no al niño sino a D’os, Él es el Admirable Consejero, a quien los reyes pedían consejo en sus plegarias y por medio del servicio de los sacerdotes. 
Las profecías no eran un mensaje futurista descontextualizado de la realidad de Israel en la época en que fueron dadas, cada profecía estaba ligada de manera concreta, puntual y pertinente con un evento de dicha actualidad.
 
No cabe duda, las profecías bíblicas traen consigo la proyección de hechos futuros, pero solo eso, pues de los hechos futuros solo se llega a conocer a ciencia cierta cuando suceden los hechos, en este caso la profecía estaba refiriéndose a Ezequias, quien nacería en la casa real de Judá, que diga que sería llamado “príncipe de paz” no está refiriéndose a su nombre propio sino a aquello que acontecería en sus tiempos, pues efectivamente en los tiempos de Ezequias hubo paz en Judá.
 
No estoy negando que Isaías 9:6 se esté refiriendo a hechos aún posteriores al momento en que fue dada la profecía, pero estoy aclarando que en primer momento estuvo refiriéndose a Ezequias rey de Judá.
 
Eso es algo que la historia misma puede corroborar. Es más que obvio que Ezequias no era una manifestación encarnada de D’os, que no era el Padre Eterno, pues como ya se dijo, lo que el verso dice es bastante conciso, el nombre del niño sería “Príncipe de paz” nombre dado por D’os, el Único Padre Eterno, Admirable consejero y D’os fuerte. De manera que apelando a la verdad, no existe forma de vincular los acontecimientos de Jueces 13 con los de Isaías 9:6 de las biblias populares.

Reply  Message 46 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 30/06/2011 15:11

¿QUIÉN ES JESUCRISTO?

 

          

 

Creemos que Jesucristo es un ser humano completamente único (único en su género).

 

¿Por qué?

 

Es el único hombre que nació de la semilla que Dios colocó en el útero de una virgen (Mateo 1:18; Lucas 1:34-35). Dios puso una semilla perfecta en el útero de María, para que Jesús naciera sin la naturaleza pecadora que todos los demás seres humanos heredamos del Primer Adán. Por lo tanto, Jesús es el Hijo unigénito de Dios (Juan 3:16) y el Hijo del Hombre (Juan 5:27).

 

Es el único hombre al que se lo llama “el Último Adán” (1 Corintios 15:45). Como Hijo unigénito de Dios, Jesús fue el equivalente genético del primer “Hijo de Dios”, Adán (Lucas 3:38). Como el único hombre nacido sin pecado inherente, Jesús fue por lo tanto el único hombre equipado para ser el Salvador y Redentor de la humanidad. Romanos 5:12-21 es la clásica comparación entre estos dos Adanes y el respectivo impacto que cada uno tuvo sobre la humanidad.

 

Es el único hombre que tuvo perfecta fe en Dios, y quien, debido a que libremente eligió confiar en Dios, vivió una vida sin pecado, siempre haciendo la voluntad de su Padre (Juan 8:29). Jesús no fue un robot, programado para obedecer a Dios. De haber sido así, no habría estado genuinamente tentado a pecar, como todos los otros hombres a los que él vino a salvar (Hebreos 4:15). La ausencia de naturaleza pecadora no fue la razón por la cual Jesús no pecó. Sabemos esto porque el Primer Adán tampoco nació con naturaleza pecadora, y de todos modos pecó en grande.

 

Es el único hombre que murió como sacrificio perfecto por nuestros pecados (Hebreos 10:12-14; 1 Juan 4:10). Debido a su nacimiento de virgen, Jesús era el sacrificio “genéticamente” perfecto para el pecado de la humanidad. Debido a su obediencia a Dios durante toda su vida, hasta su último suspiro en la Cruz, se convirtió, en base a su “comportamiento”, en el sacrifico perfecto por los pecados de la humanidad (Hebreos 2:17). Por lo tanto, fue la expiación completa para que el hombre caído fuera redimido.

 

Es el único hombre al que Dios jamás haya levantado de los muertos para confirmar que era quien había dicho que era – el Hijo de Dios (Hechos 17:31; Romanos 1:4). La resurrección de Jesucristo fue la confirmación de que Dios cumplió Su promesa a Su Hijo, y además Su afirmación a todos los hombres de que Jesús es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).

 

Es el único hombre al que Dios exaltó como “Señor” y “Cabeza de la Iglesia”, y a quien Dios le dio toda autoridad en el cielo y en la tierra (Daniel 7:13-14; Filipenses 2:9; Hechos 2:36; Efesios 1:22; Mateo 28:18). Del mismo modo en que Faraón exaltó a José como su mano derecha y le dio toda autoridad sobre Egipto (Génesis 41:37-46), Dios le dio a Jesús igualdad funcional con Él. Jesucristo es ahora “la mano derecha” de Dios (Efesios 1:20), y está llevando a cabo el trabajo que a la larga restaurará este mundo caído.

 

Es el único hombre que ahora es Mediador entre Dios y la humanidad (1 Timoteo 2:5). Es a Jesucristo a quien Dios le dio el poder de “salvar por completo” a todos los que llaman su nombre, porque él vive para siempre para interceder por nosotros (Hebreos 7:25).

 

Es el único hombre que reunirá a todos los cristianos para que se encuentren con él “en el aire” (1 Tesalonicenses 4:17) y quien dará a cada uno un nuevo cuerpo como el suyo (Filipenses 3:21). Como “simiente” prometida de la mujer (Génesis 3:15), Jesucristo producirá fruto según su género, una raza de gente que vivirá para siempre.

 

Es el único hombre que un día volverá a la tierra, destruirá a todos los malvados (y a la larga destruirá a Satanás y a sus huestes espirituales de maldad), y reinará sobre la tierra como Rey por 1000 años (Apocalipsis 19:11-20:7). En su primera venida a la tierra a Israel, Jesús fue el Cordero del sacrificio de Dios, pero vendrá nuevamente como el León de Judá para salvar a su pueblo, Israel, y para destruir a todos los enemigos de Dios.

 

Es el único hombre que levantará de los muertos a todo ser humano que jamás haya vivido (Juan 5:21, 25). Así como Dios le dio a Jesús “vida en sí mismo”, así levantará él a toda la gente.

 

Es el único hombre que juzgará a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos (Juan 5:22, 27). Jesús juzgará a toda la gente con justicia, otorgando vida eterna a aquellos que la merecen, y aniquilando a todos los malvados (Hechos 17:31; Juan 5:28, 29).

 

Es el único hombre que restaurará sobre la tierra el Paraíso que el Primer Adán perdió (1 Corintios 15:24-28). Como “el Último Adán”, Jesús fue el Plan de Contingencia de Dios para salvar Su plan original que fue abortado por la desobediencia de Adán, o sea una raza perfecta de gente que viviera para siempre sobre una tierra perfecta. Amén.

 

Es el único hombre que es nuestro Salvador, nuestro Redentor, nuestro Mediador, nuestro Señor, nuestro constante Compañero, nuestro Mejor Amigo, nuestro Hermano Mayor, la Luz de nuestras vidas, nuestra Paz, nuestro Gozo, y nuestro Mentor en el arte de la fe.

 

Es el Amante de nuestras almas, y es por eso que nosotros lo amamos a él y lo confesamos como Señor (Romanos 10:9).

 

Más sobre Jesús en:

 

www.elevangeliodelreino.org

 

www.yeshuahamashiaj.org (Inglés y español)


Reply  Message 47 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 30/06/2011 16:07

JESÚS NO ES DIOS TODOPODEROSO

 

 

La divinidad del Hijo.

 

Me parece que cuando Jesús se refirió a sí mismo como poseedor de «divinidad» era invariablemente en términos del Padre que moraba en él, y no como el encarnado “Dios el Hijo”. El nunca habla de “el Hijo que mora en mí”. En su lugar, Jesús fue habitado por su Dios de la misma manera como fue el arca de la alianza. En Juan 17:3, Jesús claramente establece a sí mismo en contraste con “el único que es verdaderamente Dios, el Padre (ver también Juan 5:44).

 

Además, donde el título Dios ’se aplica a Jesús por otros, éste armoniza mucho mejor con la Biblia hebrea para leerlo en términos de una igualdad funcional, en contraposición a la identidad de la sustancia. Moisés fue hecho un dios para Faraón (Éxodo 7:1), porque actuó como soporte de Yahvé para sus relaciones con Egipto. De la misma manera, Pablo describe a Satanás como “dios de esta edad” en que ocupa el dominio, usurpado de Adán, y que el Hijo gozará en el siglo venidero.

 

Por supuesto, la distinción entre la d “pequeña” ‘y’ B grande ‘en nuestras traducciones españolas es artificial, ya que no había ninguna en el original hebreo o en los manuscritos griegos.

 

Jesús funciona como Dios hacia la humanidad en que él hizo y habló como lo haría Dios el Padre, resucitando, juzgando, y perdonando a los hombres.

 

Sin embargo, para todo esto, quiero insistir en que no hay pruebas de que los apóstoles alguna vez se desviaron del monoteísmo en la forma unitaria estricta de los padres judíos. Todavía hay un solo Dios Creador, el Padre, a pesar de la adición de un vice-regente, Jesús, el agente de Dios a través del cual interactúa con el hombre. Sin duda, es significativo que el única claramente articulada teología de la “encarnación” en el Nuevo Testamento se encuentra en la boca de los paganos equivocados (Hechos 14:10). Según 1 Tim 2:5, Dios es uno y su hijo es un hombre (no sería éste el lugar perfecto para presentar el “dios-hombre”?).

 

Conservar un concepto de Jesús como ‘Dios’ en un ’sentido homousiano’ (siendo de la misma sustancia que Dios Padre, un término griego que no se encuentra en ningún lugar de la Biblia) tiene un doble efecto:

 

En primer lugar, divide a la divinidad, en violación de lo que, según Jesús, fue el primer y mayor mandamiento (Marcos 12:29-30). Esto se confirma en el credo contradictorio de Atanasio de que «el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu es Dios, sin embargo, no hay tres Dioses, sino uno”.

En segundo lugar, eclipsa la humanidad de Jesús, un aspecto sobre el que está puesto el énfasis bíblico más pesado. Evidencia de esto se encuentra en la declaración de Calcedonia de que el Hijo poseía una “naturaleza humana impersonal”. Que él es “hombre”, pero no ‘un hombre’. Leer a la luz de 1 Juan 4:3. Esto debe hacer que suene la voz de alarma.

 

¿Qué pasa con el Espíritu Santo?

 

En el desarrollo del pensamiento patrístico, el espíritu no se convirtió en una persona en la divinidad hasta mucho después de que el Hijo fue reconocido Dios consustancial con el Padre. En rigor, el espíritu de Dios parece ser su presencia operativa, en contraposición a una tercera persona en la divinidad.. Es el Dios dinámico, alcanzando el mundo para crear, inspirar, alentar, guiar, etc

 

Por otra parte, parece aludir a la “vida interior” de Dios, a menudo se utiliza como sinónimo de su pensamiento y, por extensión, de su palabra expresada. Por supuesto, lo mismo podría decirse de nuestro espíritu humano. Ellos también pueden ser vejados, ofendidos, etc sin ser otra persona que subsiste dentro de nuestro” esencia”.

 

Incluso puede ser que el ‘espíritu’ no sea una categoría ontológica en absoluto, sino más bien, una metáfora. El significado literal de la palabra ruach en hebreo y pneuma en griego son, en ambos casos, viento / respiración. Esto ha sido oscurecido por su transliteración al español del latín spiritus ‘ , en oposición a la traducción correcta. Así, “espíritu” no puede ser nada en sí mismo, sino más bien un término, en calidad de un stand para diversas funciones.

 

Alguna confusión ha surgido debido a la personificación de Jesús del espíritu en los últimos capítulos de Juan, como el “Paráclito”, que se haría cargo de su papel después de su ascensión. Pero esto es hebraísmo estándar. Uno de los mejores ejemplos sería la personificación de Salomón de la “señora sabiduría” en Proverbios capítulo 8. La Excelente Cristología en formación de James Dunn ofrece muchos ejemplos del judaísmo de la época de Jesús de la utilización generalizada de este dispositivo en relación con los atributos de Dios.

 

Incluso hoy en día diríamos de una nave, “Dios la bendiga a ella ya todos los que navegan en ella”. Pero, aunque a menudo personalizar los objetos inanimados, nunca nos referiríamos a una persona en calidad de ‘eso’ a menos que quisiéramos insultarlos a ellos. Sin embargo, en ambos Testamentos, el espíritu de Dios se refiere casi exclusivamente en términos impersonales.

 

 

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Reply  Message 48 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 02/07/2011 15:15

¿PERO ES QUE ACASO LA BIBLIA NO DICE QUE CRISTO ES DIOS?

 

 

Estimado “Trinoterco”, si usted checa su diccionario, encontrará que el término “Dios” (con letra “D”) es un nombre que hace referencia al “Ser Supremo, el Todopoderoso, Omnisciente, Creador del universo”, y que el término “dios” (con letra pequeña “d”) es un sustantivo que se refiere a “uno de los muchos seres sobrenaturales masculinos”. Hoy en día somos capaces de hacer esta distinción, porque nuestra forma de escribir lo permite. Pero los escritores del Nuevo Testamento no fueron capaces de hacer tal distinción porque su forma de escribir no lo permite. Todas las letras de la lengua en que se escribió (el griego koiné) fueron las mismas: La mayúscula. Ahora tenían una forma bastante cruda a su disposición para que denotar “Dios” de “un dios”, y que fue mediante el artículo definido “ὁ”. Por ejemplo, ὁ θεός en la mayoría de los casos significa “Dios”, y θεός en la mayoría de los casos significa “un dios”. Pero esto no siempre es cierto. Por ejemplo, en el caso siguiente ὁ θεὸς en lugar de “Dios”, significa “Satanás”: “…el dios (Gr. Ὁ θεὸς) de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos” (2 Corintios 4:4 NVI ). El calificativo “de” (en la expresión “el dios de”) califica el artículo definido “el” antes del sustantivo “dios”.

 

    Tenga en cuenta que el Nuevo Testamento no fue escrito en griego ático, que fue  el griego correcto, con la gramática correcta. Éste fue escrito en griego koiné, una lengua que era de uso común por los extranjeros (no griegos). Los extranjeros no conocen las reglas gramaticales, y por lo tanto, no eran consistentes con el uso del artículo definido “ὁ”, y por lo tanto, a veces es difícil determinar sus creencias por la presencia del artículo “ὁ”. Además, a diferencia de los escritores del Antiguo Testamento que utilizaron el nombre de “Yahweh” (Jehová) para identificar al Ser Supremo, los escritores del Nuevo Testamento no utilizan un nombre. Ellos utilizaron los términos genéricos “Señor”, “Padre”, “Todopoderoso”, y “Dios”, para referirse a Dios. Como regla general, los escritores del Nuevo Testamento utilizaron el término “Señor” como el nombre de su Dios, porque su Biblia, la Septuaginta, dice que el nombre de Dios es “Señor” (“Κυριος”). Aquí está el versículo: “κύριος συντρίβων πολέμους, Κύριος ὄνομα αὐτῷ (el Señor destruye las guerras. Jehová es su nombre) “(Éxodo 15:3 Septuaginta)

 

         En algunos casos, algunos escritores del Nuevo Testamento utilizaron el término “Dios” para referirse a Jesús. Dado que los escritores no eran gramaticalmente adeptos y puesto que no tenían posibilidad de elegir entre mayúsculas y minúsculas, surge la pregunta: ¿creyeron ellos que Jesús es “Dios”, o “un dios”? Con el fin de responder a esta pregunta hay que entender lo que el término “Dios” significaba en la antigüedad, y especialmente durante los tiempos de Pablo. Este es un gran tema, pero, en pocas palabras, aquí están algunos ejemplos, que aclaran el significado de este término.

 

         En los tiempos antiguos, el término “Dios” significaba “espíritu” o “ángel”. Clemente de Alejandría escribió, “el discípulo de Aristóteles, el célebre Teofrasto de Ereso (nacido 371 – 286 a. C.), sospecha … que Dios es espíritu. “(Clemente de Alejandría, Exhortación a los griegos, cap. V, párr. 58.) Clemente también escribió,” “Porque los estoicos dicen que Dios es espíritu, por naturaleza” (Clemente de Alejandría, Stromata, 5,14.) El autor del Evangelio de Juan escribió: “Dios es espíritu (Gr. πνεῦμα ὁ θεός)” (Juan 4:24 NVI). Los ángeles fueron llamados “dioses” o “espíritus”, porque tienen la misma naturaleza de Dios:” ¿No son todos los ángeles espíritus…?” (Hebreos 1:14) El mismo Satanás fue llamado “un dios”, porque Satanás era un ángel caído. Pablo utilizó el término “Dios” para referirse a Satanás: “… el dios (Gr. Ὁ θεὸς) de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos” (2 Corintios 4:4 NVI).

 

     Éstos son algunos ejemplos del Antiguo Testamento donde los ángeles son llamados “dioses”. Salmo 82 dice: “Dios preside en la gran asamblea; el da juicio entre los dioses (Heb. elohim)” (Salmos 82:1 NIV). Los “dioses” que se mencionan en este versículo son los ángeles de Dios. En el siguiente versículo Dios dice, “le dije: Vosotros sois dioses y todos vosotros sois hijos del Altísimo” (Salmos 82:6 NVI). En otras palabras, Dios dice: “Yo dije, ustedes son los ángeles…”

 

 Para entender mejor el significado de la palabra “Dios” comparar las dos versiones de los Salmos 8:5 por dos importantes traducciones de la Biblia (la New American Standard Version y la versión King James):

 

 Dioses

 

“Sin embargo, tú lo has hecho (hombre) un poco inferior a Dios (Heb. Elohim = dioses) … “(Salmo 8:5 NASB)

 

 Ángeles

 

 ”Porque  lo has hecho (al hombre) un poco menor que los ángeles…” (Salmo 8:5 KJV)  

 

(La traducción correcta de la traducción de NASB debería haber sido “dioses”, no “Dios.” Precaución: no está en juego su fe en la redacción de una traducción.)

 

 Aquí hay dos versiones de otro verso de dos traducciones diferentes de reconocido prestigio (ambas versiones son válidas):

 

Dioses

 

“… el Altísimo … fija los límites de los pueblos según el número de los dioses. “(Deuteronomio 32:8 NRSB)

 

 Ángeles

 

“… El Altísimo … fija los límites de los pueblos según el número de los ángeles. “(Deuteronomio 32:8 Septuaginta)

 

“Porque tú, oh Señor, eres excelso sobre toda la tierra, tú eres muy exaltado sobre todos los dioses.” (Salmos 97:9 NRSB). En otras palabras, “está por encima de todos los espíritus” o “está por encima de todos los ángeles. “

 

    Según 1 Pedro, después de que Jesús murió, se convirtió en un espíritu visible y palpable, fue un persona real que podía comer: DE él Pedro dice, “Él fue condenado a muerte en la carne, pero vivificado en espíritu …” (1 Pedro 3:18 NVI), Pablo escribió: “… el último Adán) (Jesús se convirtió en un espíritu que da vida. “(1 Corintios 15:45 NVI) De acuerdo con estos y otros versículos del Nuevo Testamento, Jesús se levantó como un cuerpo espiritual visible (divino, glorioso, inmortal), y los espíritus eran llamados “dioses”.

 

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Reply  Message 49 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 02/07/2011 15:16

EL QUE NO SABE TODAS LAS COSAS NO PUEDE SER DIOS

 

     

 

Según el autor de 1 Juan, “… Dios conoce todas las cosas…” (1 Juan 3:20 RV). El que conoce todas las cosas, no hace preguntas para obtener información. Jesús pregunta para obtener información: “Él dijo, ‘¿Dónde lo pusisteis (a Lázaro)? Ellos le dijeron: « Señor, ven y ve” (Juan 11:34 NVI). Jesús no sabía donde pusieron el cuerpo sin vida de Lázaro. También hizo las siguientes preguntas: “¿Crees que soy capaz de hacer esto?” (Mateo 9:28 NVI). “¿Habéis entendido todo esto?” (Mateo 13:51 NVI). ¿Qué es lo que quieres?” (Mateo 20:21 NVI). El hizo preguntas porque sencillamente no sabía:” Y (Jesús) les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete” (Mateo 15:34 RV). En un caso, cuando dos discípulos le siguieron, Jesús quiso saber lo que querían:  “… Cuando Jesús se volvió y vio que le seguían, les dijo, ‘ ¿Qué están buscando?” (Juan 1:38 NVI). En el siguiente versículo Jesús admitió que él no sabía “El día y la hora”. Él dijo, “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, (Jesús), sino el Padre.” (Marcos 13:32 RV). Sólo el Padre sabe “el día y la hora “, porque sólo el Padre es Dios. En el siguiente ejemplo, Jesús no sabía si el ciego “vio algo”: “… cuando (Jesús) había escupido en los ojos, y puso su mano sobre él, le preguntó si veía algo” (Marcos 8:23 RV). En otro ejemplo, Jesús no sabía sobre lo que los maestros de la Ley discutían: “…los maestros de la ley estaban discutiendo. Tan pronto como toda la gente vio a Jesús, ellos… corrieron a saludarlo. Jesús les preguntó: “¿Qué están discutiendo con ellos?” (Marcos 9:14-16 NVI). He aquí otro ejemplo donde Jesús hizo una pregunta para obtener información:” Jesús le preguntó al padre del muchacho, “¿Cuánto tiempo a que (el niño) ha estado así?  ”Desde la infancia, respondió ( el padre)” (Marcos 9:21 NVI). Según la Biblia, sólo Dios sabe todas las cosas.

 

    ¿Pretendió Jesús no saber todo? ¿Vivió treinta y tantos años con su familia, sus parientes, sus discípulos, y compañeros Judíos, haciendo preguntas cuyas respuestas fingió no saber? Si Jesús hubiese conocido las respuestas a sus preguntas y fingió no saber, habría dado una falsa impresión de sinceridad. En otras palabras, habría sido un impostor. Jesús, ciertamente no pudo haber sido Dios, pues Dios “sabe todas las cosas,” y él no supo la respuesta a la pregunta siguiente: “(dijo Jesús en la cruz) ¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? “(Marcos 15:34 RV). Él hizo preguntas, simplemente porque no sabía todas las cosas. “

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From: BARILOCHENSE6999 Sent: 02/07/2011 15:21

Jesús No Pretendió Ser Dios

 

 

Por Sir. Anthony F. Buzzard (Maestro Unitario)

 

En el evangelio de Juan la identidad de Jesús es un tema fundamental. Juan escribió, como nos dice él, con un propósito principal: convencer a sus lectores que Jesús es “el Mesías”, el Hijo de Dios” (20:31). De acuerdo a Juan, Jesús distinguió cuidadosamente su persona con la del Padre quien es “el único Dios verdadero” (17:3; cp. 5:44, 6:27). Si estamos por buscar en el registro de Juan una prueba de que Jesús es Dios “co-igual”, en el sentido trinitario, estaremos descubriendo algo que Juan no se propuso, y en vista de su herencia Judía, no lo hubiera comprendido!

 

Por otra parte, tendríamos que admitir que Juan introduce una marcada nueva figura Mesiánica  que contradice el Antiguo Testamento y depone la propia insistencia de Juan (y Jesús) de que sólo el Padre es verdadero Dios (Juan 5:44, 17:3). Semejante notoria auto-contradicción es difícilmente probable.    

 

Ya es tiempo suficiente para que le permitamos a Jesús establecer el registro correctamente. En los informes de Mateo, Marcos, y Lucas se nos dice que explícitamente Jesús se suscribió al monoteísmo estricto del Antiguo Testamento (Marcos 12:32-34). Por lo tanto, ¿acaso él, de acuerdo a Juan, confunde el asunto afirmando ser Dios después de todo? La respuesta es dada claramente en Juan 10:34-36 donde Jesús definió su condición en términos de los representantes humanos de Dios en el Antiguo Testamento. Jesús dio este informe de sí mismo como explicación de lo que significa ser “uno con el Padre” (10:30). Es una unidad en función por la cual el Hijo representa perfectamente al Padre. Ese es exactamente el ideal del Antiguo Testamento de la filiación, el cual ha sido imperfectamente realizado en los gobernantes de Israel, pero encontrará su cumplimiento perfecto en el Mesías, el Rey escogido de Dios.

 

El argumento en Juan 10:29-38 es como sigue: Jesús comenzó por afirmar que él y el Padre eran “uno”. Fue una unidad de compañerismo y función la cual en otra ocasión él deseó  también para la relación de sus discípulos con él y el Padre (Juan 17:11,22). Los judíos entendieron que Jesús estaba pretendiendo la igualdad con Dios. Esto le dio una oportunidad  a Jesús para explicarse. Lo que él estaba realmente pretendiendo, así dice él, era ser “Hijo de Dios” (v.36), un reconocido sinónimo para Mesías. La pretensión para la filiación no fue irrazonable, sostuvo Jesús, en vista del hecho bien conocido que aun los representantes imperfectos de Dios han sido nombrados por él en el Antiguo Testamento como “dioses” (Salmo 82:6). Lejos de demostrar alguna pretensión para una eterna filiación, él compara su oficio y función con aquella de los jueces. Se consideró a sí mismo el representante de Dios por excelencia ya que él fue únicamente el Hijo de Dios, el único y solo Mesías sobrenaturalmente concebido, y el objeto de toda profecía del Antiguo Testamento. No hay absolutamente nada, sin embargo, en el registro de Jesús de sí mismo que interfiera con el monoteísmo del Antiguo Testamento o que requiera una  reescritura del texto sagrado en Deuteronomio 6:4. La propia comprensión de Jesús está estrictamente dentro de los límites impuestos por la revelación autoritativa de Dios en la Escritura. De otra manera su pretensión de ser el Mesías hubiera sido nula. Las Escrituras hubieran sido invalidadas.

 

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Reply  Message 51 of 201 on the subject 
From: BARILOCHENSE6999 Sent: 02/07/2011 15:24

¿ESTUVIERON EQUIVOCADOS LOS DEMONIOS AL IDENTIFICAR A JESÚS DE LA MANERA COMO LO HICIERON?

 
 
Febrero 14, 2010 – 6:38 pm

                             

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

 

 

 

Sabemos que los demonios estuvieron en el cielo con la Deidad antes de su rebelión y que de allí fueron expulsados por su impío proceder. Siendo éste el caso,  porque así las Escrituras claramente lo afirman,  pregunto: ¿estuvieron estos espíritus caídos errados por lo que dijeron de Jesús en Lucas 4:34,41? Dicen los versículos, así:  ”Diciendo (los demonios): Déjanos, ¿qué tenemos contigo Jesús Nazareno? ¿has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios….Y salían también demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mas riñéndolos no les dejaba hablar; porque sabían que él era el Cristo“.

 

Es claro que los demonios no creyeron que Jesús es Dios, sino el santo de Dios, el Hijo de Dios, y el Cristo. Todos estos títulos que muy bien pueden perfectamente aplicarse a un ser humano distinguido. Por ejemplo, Adán era hijo de Dios (Lucas 3:38),  Salomón era un hijo de Dios (1 Crónicas 28:6), y los cristianos son hijos de Dios (Juan 1:12),  También los hombres pueden ser santos y de hecho son llamados para ser los santos de Dios (Salmos 30:4; 31:23), y también los creyentes son ungidos o Cristos para reinar con Cristo (2 Cor. 1:21). Así que los 3 títulos dados por los demonios a Cristo no implican que él es el Dios Todopoderoso y Eterno.

 

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