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†☼♥REFLEXIONES♥†♥ : RECONCILIACIÓN Y SALVACIÓN Y ¿RENUNCIAR?
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Resposta  Missatge 1 de 1 del tema 
De: MAGVBIL  (Missatge original) Enviat: 25/07/2015 13:56

 

 
 Hola mis amados:

Todos alguna vez hemos experimentado lo que es una reconciliación y esto es algo especial, porque disfrutamos de una relación que se había roto, pero que con el perdón se ha restaurado y por ello seguimos obteniendo los resultados que esto implica, pero con el Señor muchas personas no se han reconciliado, quizás porque no entienden muy bien lo que esto implica y en este ejemplo queda muy claro, te invito si no lo has hecho a que pronto lo hagas para que en Su salvación te deleites y obtengas los beneficios que solo Jesús te brinda.
 
RECONCILIACIÓN Y SALVACIÓN

Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios» (2 Corintios 5:20).
ALGUIEN PODRÍA CONCLUIR que puesto que Cristo reconcilió a Dios con el mundo entero, todo el mundo se va salvar. Si ya Dios puso los pecados del mundo sobre Cristo y lo condenó como pecador en lugar de la raza humana, entonces todos los seres humanos se van a salvar. Lamentablemente, no. ¡Cómo quisiéramos que fuera así!
Mencioné que la reconciliación es una palabra teológica que viene del mundo de las relaciones humanas. Imagine que un vecino suyo cometió una falta grave contra usted, por la cual ambos se enemistaron. Poco después, usted piensa en el incidente y lo que significa, y decide ir a su ofensor y decirle: «Quiero decirte que no tengo nada contra ti; estoy en paz contigo y deseo que nos reconciliemos». Su vecino lo mira a los ojos, y le contesta: «Tú estarás en paz conmigo, pero yo no; tú querrás mi amistad, pero yo no quiero la tuya». ¿Piensa usted que se reconcilió con su vecino? Claro que no. Por más que se haya reconciliado con él, todavía falta que él se reconcilie con usted para que la reconciliación sea efectiva.
Lo mismo sucede con Dios. Él se reconcilió con nosotros, pero es necesario que nosotros aceptemos esa reconciliación y nos reconciliemos con El. Si el ser humano no acepta la oferta divina, no hay reconciliación. Si no aceptamos el ofrecimiento de paz que Dios nos hace, la muerte de Cristo no será efectiva en nosotros. Para que la reconciliación divina sea una realidad, es necesario que ambas partes acepten las premisas de la reconciliación. Para fines de la salvación, no es suficiente que Dios se reconcilie con nosotros; todavía nos incumbe aceptar su oferta y reconciliarnos con El. La salvación será efectiva solo en quienes acepten el ofrecimiento divino.
La reconciliación divina también requiere que haya personas que lleven este ofrecimiento a los que no saben que Dios se ha reconciliado con ellos. Pablo dice que «somos embajadores en el nombre de Cristo», por lo tanto debemos decir a otros que Dios no es nuestro enemigo; debemos presentarles Su oferta de paz y reconciliación.

¿RENUNCIAR?
LEA: 1 Reyes 19:11-18

Sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. —1 Reyes 19:10
¿Alguna vez has tenido ganas de abandonar todo? Elías sí. El Señor acababa de utilizarlo para mostrarle a la nación de Israel que el Señor es Dios (1 Reyes 18). Sin embargo, las amenazas de la reina Jezabel lo alarmaron tanto que huyó a Beerseba, 160 km al sur (19:3). Después caminó 230 km más en esa dirección, hasta llegar a Horeb, el monte de Dios.
Dios le preguntó dos veces a Elías qué hacía ahí (vv. 9,13) y, en ambas ocasiones, le respondió con las mismas palabras: «Sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida» (vv. 10,14). Estaba tan encerrado en sus miedos que se había olvidado de lo que Dios había hecho a través de él en el monte Carmelo. A pesar de su gran victoria, Elías se hundió en las profundidades del desánimo. ¡Qué fácil nos resulta hacer lo mismo!
Dios no aceptó la notificación de renuncia de Elías. En cambio, comisionó a su agotado siervo a llevar a cabo tres tareas importantes (vv. 15-17). Y, a propósito, Elías estaba equivocado cuando dijo que era el único fiel que quedaba. Dios tenía otras 7.000 personas que no se habían inclinado ante Baal (v. 18).
Quizá, al igual que Elías, estás desesperado por las circunstancias que atraviesas en tu vida. Deja que Dios te hable (v. 12). En lugar de permitirte renunciar, Él te mostrará lo que puedes hacer con Su fortaleza. —CPH

Hay situaciones a veces que nos parecen muy duras y difíciles de afrontar, Elías lo vivió en carne propia pero el Señor salió a su encuentro para que no renunciara, si atraviesas situaciones similares, que esto te haga recapacitar para que no abandones el Camino de Salvación y sigas en pos de Aquel que te llamo a que vivas en Su presencia dependiendo de El únicamente, jamás te abandonara ni te dejara, al contrario, está a tu lado para infundirte ánimo y valor para que continúes la marcha, por tanto no desmayes que con El a tu derecha, nada te hará caer.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA
 
 
 

MÉTELA EN TU CORAZÓN 

Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo.  Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-

"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"

Salmo 119:11

 


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