En las condiciones difíciles es cuando el hombre
tiene mayores posibilidades de crecimiento,
y ello precisamente es porque está constreñido.
Observad cómo resuelve
este problema el árbol del bosque.
En el bosque,
todos los árboles están tan apretados que,
si uno de ellos quiere acomodarse,
los otros se lo impiden.
Y ese árbol se dice entonces:
“Qué malas condiciones me han dado,
pero voy a encontrar una solución…”
No puede desplegarse a lo ancho,
es verdad,
pero nada le impide elevarse hacia lo alto.
En esta dirección el espacio está libre,
ya no hay obstáculos.
Es lo mismo para el hombre.
Cuando ya no puede ir ni hacia delante,
ni hacia atrás, ni a los lados,
solo le queda dirigirse hacia lo alto, es decir,
entrar en el terreno espiritual,
porque en esa dirección
nada puede oponerse a sus aspiraciones."