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MAX HEINDEL: LA CIENCIA DE LA NUTRICIÓN
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De: moriajoan  (Mensaje original) Enviado: 18/01/2010 07:33

 

LA CIENCIA DE LA NUTRICIÓN

Si comenzamos con el vehículo denso y consideramos los medios

físicos para mejorarlo y convertirlo en el mejor instrumento posible

del espíritu, y después estudiamos los medios espirituales conducentes

al mismo fin, comprenderemos en nuestro estudio a todos los demás

vehículos, y por lo tanto, será éste el método que seguiremos.

El primer estado visible del embrión humano es una sustancia

pequeña, globular, gelatinosa, parecida a la albúmina o clara de huevo.

En ese glóbulo gelatinoso aparecen partículas de materia más sólida.

Estas partículas aumentan gradualmente de tamaño y densidad hasta

que se ponen en contacto unas con otras. Los diferentes puntos de

contacto se convierten lentamente en articulaciones y coyunturas; y de

esta manera se va formando gradualmente un armazón de materia

sólida, el esqueleto.

Durante al formación de este armazón, la materia gelatinosa que le

rodea se acumula y cambia de forma, hasta que por último ese grado

de organización desarrolla lo que se conoce como feto. Este comienza

a hacerse cada vez más grande, firme y organizado, hasta que llega el

tiempo de nacer.

El mismo proceso de consolidación que comenzó en primer grado

visible de existencia, continúa todavía. El ser pasa a través de los

diferentes estados de la infancia, adolescencia, juventud, virilidad y

vejez y, por último, llega a ese cambio que se llama muerte.

Cada uno de esos estados está caracterizado por un creciente grado de

dureza y solidez.

Hay un aumento gradual de densidad y firmeza de los huesos,

tendones, cartílagos, ligamentos, tejidos, membranas, cutis y hasta de

las substancias estomacales, hígado, pulmones y otros órganos. Las

coyunturas se ponen rígidas y secas. Comienzan a crujir cuando se

mueven debido a que el fluido sinovial que las lubrica y ablanda

disminuye en cantidad y se hace demasiado viscoso y gelatinoso para

servir a sus propósitos.

El corazón, el cerebro, y todo el sistema muscular, la médula espinal,

nervios, ojos, etc., participan del mismo proceso de solidificación,

haciéndose cada vez más rígidos. Millones y millones de diminutos

vasos capilares que se ramifican, como las ramas de un árbol, a través

del cuerpo entero se van cerrando gradualmente y se transforman en

fibras sólidas, no llegando la sangre a ellos.

Los vasos sanguíneos más grandes, arterias y venas, se endurecen,

pierden su elasticidad, empequeñecen y se hacen incapaces de llevar

la cantidad necesaria de sangre. Los fluidos del cuerpo se tornan

viscosos y pútridos, cargados de materia terrosa. El cutis vuélvese

amarillento y se pone seco y áspero. El cabello cae por falta de aceite.

Los dientes se caerían y caen por falta de gelatina. Los nervios

motores empiezan a secarse y los movimientos se hacen pesados y

lentos. Los sentidos se debilitan; la circulación de la sangre se retarda,

se estanca, y hasta se coagula en los vasos. El cuerpo pierde cada vez

más su poder anterior. Después de ser elástico, lleno de salud, flexible,

activo, sensitivo, se hace rígido, taro e insensible. Finalmente muere

de vejez.

Y la pregunta surge naturalmente: ¿Qué es lo que ocasiona esa

oscilación paulatina del cuerpo, produciendo la rigidez, la decrepitud

y la muerte?

Desde el punto de vista puramente físico la opinión de los químicos es

unánime y dicen que es debida principalmente a un creciente aumento

de fosfato de calcio (sustancia ósea), carbonato de calcio

(comúnmente cal) y sulfato de calcio, y ocasionalmente un poco de

magnesia y una cantidad insignificante de otras materias terrosas.

La única diferencia entre el cuerpo infantil y el decrépito es la mayor

densidad de éste y su mayor dureza y rigidez causada por el aumento

de materias terrosas, calcáreas, que entran en la composición del

segundo. Los huesos del niño están compuestos de tres partes de

gelatina por una parte de materia terrosa. En el viejo esta proporción

está invertida.

¿Cuál es la fuente de esa acumulación de materias que producen la

muerte?

Es axiomático que todo el cuerpo está nutrido por la sangre y que

cualquier cosa que aquél contenga debe haber estado primeramente en

la segunda. El análisis muestra que la sangre tiene substancias terrosas

de la misma clase que los agentes de solidificación -y nótese- la

sangre arterial contiene más substancias terrosas que la sangre venosa.

Esto es sumamente importante, pues demuestra que en cada ciclo la

sangre deposita substancias terrosas. Es, por lo tanto, el vehículo

común que destruye el sistema. Pero su existencia de materias terrosas

debe ser renovada, pues de lo contrario no podría continuar siempre

haciéndolo. ¿En dónde renueva su mortífera carga? No puede haber

sino una sola respuesta: Del alimento y de la bebida; absolutamente no

hay otra fuente de donde pueda tomarla.

El alimento y la bebida que nutren el cuerpo deben ser, al mismo

tiempo, la fuente primaria de las materias terrosas, calcáreas, que

luego son depositadas por la sangre en todo el sistema, produciendo la

decrepitud primero y después la muerte. Para sustentar la vida física,

es necesario lo que comemos y bebemos; pero como hay muchas

clases de alimentos y bebidas, es conveniente conocer qué clase de

alimentos es la que contiene menos substancias destructivas. Si

podemos encontrar tal alimento prolongaremos nuestra vida, y, desde

el punto de vista oculto, es deseable el vivir todo lo que podamos en

cada cuerpo denso, especialmente después de haber comenzado a

dirigirnos hacia el "Sendero". Como se requieren tantos años para

educar, en la infancia y juventud, cada cuerpo que habitamos, hasta

que el espíritu pueda obtener algún dominio sobre él, es bien claro que

cuanto más podamos retener un cuerpo que ya está dirigido por el

espíritu, tanto mejor será para nuestro progreso. Por lo tanto, es

sumamente importante que el discípulo tome la alimentación y bebida

que tengan menos substancias destructivas, y que al mismo tiempo

mantengan siempre activos los órganos de excreción.

El cutis y el sistema urinario son los que salvan al hombre de una

muerte prematura. Si no fuera por ellos, que eliminan la mayor parte

de las substancias terrosas que absorbemos con el alimento, no

viviríamos ni diez años.

Se estima que el agua ordinaria, no destilada, contiene tanto carbonato

y otros compuestos de calcio que la cantidad corriente que usa una

persona en forma de té, café, sopa, etc., sería suficiente en cuarenta

años para formar un bloque de calcio sólido o de mármol de un

tamaño igual al del hombre. Es también muy significativo el hecho de

que aunque se encuentre siempre fosfato de calcio en la orina de los

adultos no se encuentra en la orina de los niños, porque en éstos, la

rápida formación de los huesos requiere que esa sal se retenga.

Durante el período de gestación hay muy poca sustancia calcárea en la

orina de la madre, puesto que aquélla se emplea para la construcción

del feto. En circunstancias ordinarias, sin embargo, la sustancia

calcárea es muy evidente en la orina de los adultos, y a ello debemos

el que podamos vivir tanto como vivimos.

 

 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: moriajoan Enviado: 30/01/2010 18:59
Enviado: 30/01/2010 14:36

 

 

El agua no destilada, cuando se toma al interior, es el peor enemigo

del hombre; pero usada externamente, es su mejor amigo. Mantiene

los poros de la piel abiertos, estimula la circulación de la sangre y

evita los estancamientos que producirían una oportunidad para que se

depositaran las substancias calcáreas, fosfatos, etcétera, que a la larga

acarrean la muerte.

Harvey, el descubridor de la circulación de la sangre, dijo que la salud

denota una circulación de la sangre libre, y que la enfermedad es el

resultado de una obstrucción en esa misma circulación.

El baño de pila es de gran valor como medio de conservar la salud del

cuerpo, y debe ser usado con frecuencia por el aspirante a la vida

superior. La transpiración, sensible o insensible, arroja fuera del

cuerpo mucha más substancias calcáreas que cualquier otra función.

Mientras se vaya echando combustible al fuego y se lo mantenga libre

de cenizas, seguirá ardiendo. Los riñones son muy importantes porque

arrojan fuera del cuerpo a las cenizas; pero, a pesar de la gran cantidad

de materias calcáreas que salen con la orina, en muchos casos queda

dentro bastante como para formar cálculos o piedras en la vejiga,

produciendo inexpresables agonías y hasta la muerte.

No se debe creer que el agua contiene menos cal por haberla hervido.

La costra calcárea que se forma en el fondo de la cadera ha sido

abandonada allí por el agua evaporada que salía de la caldera como

vapor. Si condensamos el vapor tendremos agua destilada, que es

importantísima para mantener joven al cuerpo.

En el agua destilada no hay absolutamente sustancia terrosa alguna, ni

en el agua de lluvia, nieve o granizo (salvo la que pueda pegársele por

el contacto con el suelo o los tejidos, etc.); pero el café, el té o la sopa,

hechos con agua ordinaria, no están libres de substancias terrosas por

más que se hayan hervido; al contrario, cuanto más hierva, tanto más

se carga de ellas. Los que sufren de enfermedades urinarias no

deberían beber nunca sino agua destilada.

En términos generales, puede decirse de los alimentos sólidos que los

vegetales frescos y las frutas maduras contienen la mayor proporción

de substancias nutritivas y la menor de substancias terrosas.

Como que estamos escribiendo estas líneas para el aspirante a la vida

superior y no para el público en general, podemos decir además que

los alimentos animales deben abolirse completamente, si es posible.

Ninguno que mate puede llegar muy arriba en el sendero de santidad.

Pero obramos peor aún que si matásemos realmente, porque para

evitarnos el cometer personalmente esas matanzas, y recoger, sin

embargo, el producto, obligamos a un semejante, por medio de las

necesidades económicas, a dedicar su vida entera al asesinato,

brutalizándolo en consecuencia en tal extensión, que la ley no le

permite actuar como jurado en los juicios por crímenes capitales,

porque su trabajo lo ha familiarizado demasiado con la matanza.

Los iluminados saben que los animales son sus hermanos más jóvenes

y que serán humanos en el Período de Júpiter. Entonces les

ayudaremos como los Ángeles, que eran hombres en el Período Lunar,

nos están ayudando actualmente a nosotros; y, para un aspirante a los

ideales elevados, el matar -sea personalmente o por delegación- está

completamente fuera de toda cuestión.

Pueden usarse, sin embargo, varios productos animales muy

importantes, tales como la leche, el queso y la manteca. Esos

productos son el resultado del proceso de la vida y no se necesita

tragedia alguna para convertirlos en alimentos. La leche, que es un

factor importantísimo para el estudiante ocultista, no contiene

substancias terrosas y, por consiguiente, tiene una influencia sobre el

cuerpo que no posee ningún otro alimento.

Durante el Período Lunar, el hombre fue alimentado con la leche de la

Naturaleza. El alimento universal fue absorbido por él, y el empleo de

la leche tiende a ponerlo en contacto con fuerzas cósmicas que lo

capacitarán para curar a los demás.

Se cree generalmente que el azúcar u otras substancias sacarinas son

perjudiciales para la salud en general, y especialmente para los dientes

produciendo las caries y los dolores de muelas. Únicamente puede ser

bajo ciertas circunstancias. Es perjudicial en ciertas enfermedades

como la biliosidad o la dispepsia, o si se mantiene largo tiempo en la

boca como el azúcar cande; pero si se emplea discretamente durante la

buena salud y se va aumentando gradualmente la dosis conforme el

estómago se vaya acostumbrando a ella, se encontrará que es muy

nutritiva. La salud de los negros se mejora enormemente durante la

zafra, a pesar de que entonces es cuando más trabajan. Esto se

atribuye a que entonces se alimentan con el dulce jugo de la caña. Lo

mismo puede decirse de los caballos, vacas y otros animales de esas

localidades, a quienes le agrada extraordinariamente la melaza y

residuos con los que se los alimenta. Se ponen gordos en poco tiempo

y el pelo se torna suave y brillante. Los caballos alimentados con

zanahorias hervidas durante unas cuantas semanas, adquieren un pelo

como la seda, debido a los jugos sacarinos de ese vegetal. El azúcar es

un artículo nutritivo y benéfico para la alimentación y no contiene

cenizas de clase alguna.

Las frutas son una dieta ideal. Los árboles las producen con objeto de

inducir al hombre y a los animales a comerlas, de manera que las

semillas se diseminen, así como las flores atraen a las abejas con

propósitos análogos.

La fruta fresca contiene agua de las clase más pura y mejor, capaz de

penetrar en el sistema de una manera maravillosa. El jugo de uvas es

particularmente un admirable disolvente. Purifica y estimula la sangre,

abriéndole el camino por los capilares ya secos y endurecidos, siempre

que este proceso no haya ido demasiado lejos. Mediante el tratamiento

por el jugo de uvas sin fermentar, las personas de ojos cansados,

pálidas, de pobre complexión, se harán fuertes, vigorosas y llenas de

vida. La creciente permeabilidad permite al espíritu manifestarse con

más libertad y con renovada energía. La tabla siguiente, que, con

excepción de la última columna, está tomada de las publicaciones del

Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, dará al aspirante

alguna idea de la cantidad necesaria que debe comerse, según los

diferentes grados de actividad, así como los constituyentes de los

diversos alimentos que se indican.

Considerando al cuerpo desde un punto de vista puramente físico, es

lo que pudiéramos llamar un horno químico, siendo el alimento el

combustible. Cuanto más ejercicio hace el cuerpo, tanto más

combustible necesita. Sería una locura que un hombre cambiara su

método de alimentación ordinario que haya usado durante años para

seguir otro método, sin meditar debidamente cuál sería el mejor para

servir sus propósitos. La simple eliminación de la carne de la

alimentación ordinaria de los carnívoros, produciría, indudablemente,

desarreglos en la salud de la mayoría de las personas. La única manera

segura es la de experimentar y estudiar el asunto primeramente, con el

discernimiento debido. No pueden establecerse reglas fijas, siendo la

alimentación una cosa tan individual como cualquier otra

característica. Todo lo que puede hacerse es dar la tabla de valores

alimentarios y describir la influencia general de cada elemento

químico, dejando que cada aspirante se haga su propio método.

No debemos permitir tampoco que la apariencia de una persona

influya en nuestro juicio acerca de la condición o estado de su salud.

Se aceptan comúnmente ciertas ideas generales de cómo dictaminar la

salud de una persona, pero no hay razones de peso para ese juicio. Las

mejillas sonrosadas pueden ser una indicación de salud en un

individuo y de enfermedad en otro. No hay regla particular alguna por

la cual pueda conocerse la salud, excepto el sentimiento del confort y

bienestar que goce del mismo individuo, sin tener para nada en cuenta

las apariencias.

La tabla de valores alimentarios que damos trata de los cinco

componentes químicos.

El agua es el gran disolvente.

El nitrógeno o proteína es el factor esencial en la formación de la

carne, pero contienen algunas substancias terrosas.

Los hidratos de carbono o azúcar son los principales productores de

energía.

Las grasas son las que producen el calor y son las que conservan las

fuerzas de reserva.

Las cenizas son minerales, calcáreas, terrosas y endurecen todo el

sistema. No debemos temer el que no obtengamos la cantidad

suficiente para formar los huesos; al contrario, debemos ser

sumamente cuidadosos para absorber sólo el mínimum posible.

La caloría es la simple unidad de calor, y la tabla muestra el número

que de ellas contiene cada artículo alimenticio cuando se compra en el

mercado. En una libra de nueces del Brasil, por ejemplo, el 49,6 por

ciento es desecho (cáscaras), pero el 50,4 por ciento restante contiene

1.485 calorías. Esto significa que cerca de la mitad de lo comprado es

desecho, pero que el resto contiene el número de calorías indicado.

Para que podamos conseguir la mayor suma de energía de nuestro

alimento, debemos prestar atención al número de calorías que

contiene, porque de ellas obtenemos la energía requerida por nuestro

trabajo cotidiano.

El número de calorías necesarias para sustentar al cuerpo bajo las

distintas condiciones, se muestra la tabla siguiente:

El hombre con trabajo muscular muy fuerte......................... 5.500 calorías

El hombre con trabajo muscular moderadamente fuerte....... 4.150 "

El hombre con trabajo muscular moderadamente activo....... 3.400 "

El hombre con trabajo moderadamente liviano............... 3.050 "

El hombre con trabajo sedentario.......................... 2.700 "

El hombre que no hace ejercicio muscular.................. 2.450 "

La mujer con trabajo manual liviano o moderado............ 2.450 "

De acuerdo con la Tabla de Valores Alimentarios, es evidente que el

chocolate es el alimento más nutritivo que tenemos, así como el cacao

en polvo es el más peligroso de todos los alimentos, conteniendo tres

veces más cenizas que la mayoría de los demás, y diez veces más que

muchos de ellos. Es un alimento poderoso y también un veneno

poderoso; porque endurece el sistema mucho más rápidamente que

cualquier otra sustancia.

Por supuesto, requerirá algún estudio el que podamos asegurarnos un

buen método alimentario; pero queda ampliamente compensado por la

salud y la longevidad que producirá y que asegurará el libre ejercicio

del cuerpo, haciendo posible el estudio y la dedicación a cosas

superiores. Después de algún tiempo, el aspirante se familiarizará

tanto con el asunto que no necesitará dedicarle atención alguna.

Aunque la tabla anterior muestra la proporción de substancias

químicas contenidas en cada artículo alimenticio nombrado, debe

recordarse que no todos ellos son aprovechables por el sistema, pues

hay ciertas porciones que el cuerpo se rehúsa a asimilar.

De los vegetales digerimos solamente el 83% de los proteicos, 90% de

las grasas y el 95% de los hidratos de carbono.

De las frutas asimilamos el 85% de los proteicos, 90% de las grasas y

90% de los hidratos de carbono.

El cerebro es el mecanismo coordinador que domina los movimientos

del cuerpo y expresa nuestras ideas. Esta construido por las mismas

substancias que las demás partes del cuerpo, teniendo además el

fósforo, que es peculiar solamente al cerebro.

La conclusión lógica es que el fósforo es el elemento particular

mediante el cual el Ego puede expresar pensamientos e influir sobre el

cuerpo denso físico. Es también un hecho que la proporción y

variación de esta sustancia corresponde al estado y grado de

inteligencia del individuo. Los idiotas tienen muy poco fósforo, los

profundos pensadores tienen mucho; y en el reino animal el grado de

conciencia y de inteligencia está en proporción directa con la cantidad

de fósforo contenida en el cerebro.

Es por lo tanto, de la mayor importancia que el aspirante que quiera

usar su cuerpo para trabajos mentales y espirituales facilite a su

cerebro la sustancia necesaria con ese propósito. La mayoría de los

vegetales y de las frutas contienen cierta cantidad de fósforo; pero

debe notarse especialmente que la mayor cantidad de aquél se

encuentra siempre en las hojas, las que generalmente son desechadas.

Se encuentran en cantidades considerables en las uvas, cebollas,

salvias, judías, ajos, ananás, y en los hojas y tallos de muchos

vegetales, como también en el jugo de la caña de azúcar, pero no en el

azúcar refinado.

 
 


 
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