Puede que sienta como que si algo en mi mundo conocido está perdido o se ha roto.
Quizás piense que aquéllo que he conocido como mi camino en la vida ha sido bloqueado o desviado.
En tales momentos, recuerdo detenerme, reflexionar y afirmar que Dios restaura lo que parece perdido o roto.
Como las piezas en un rompecabezas intrincado, mi vida llega a sentirse completa nuevamente gracias a una restauración divina.
Tengo una conciencia renovada: mi vida es perfecta.
Doy gracias a Dios por llenar amorosamente cualquier vacío aparente en mi vida.
Reclamo nuevas avenidas de prosperidad y soy animada con nueva esperanza.
Me doy cuenta de que las piezas de mi vida caen en su sitio correcto |