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| De: moriajoan  (Mensagem original) | Enviado: 10/07/2010 18:17 | 
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  LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO Y LOS CAMINOS DE SALVACIÓN“Las consecuencias del pecado son la muerte” dice la Biblia, y si sembramos encarne debemos prepararnos para cosechar corrupción. No deberíamos tampoco extrañarnosde que una persona con carácter negativo, como la clase descrita como Hijos de Seth,representada por Margarita en el mito de Fausto, sea presa de esta ley de la naturaleza enfecha tan inmediata, una vez que su medida de pecado se ha llenado. El rápido recejo deMargarita por el crimen da matricidio, es una ilustración de cómo la ley opera. El santohorror de la iglesia que estuvo negligente para salvar a Margarita cuando aún era tiempo, esun ejemplo de cómo la sociedad trata de disculpar su negligencia y eleva al cielo las manos,indignada de los crímenes, por los cuales ella misma es en gran parte responsable.Si el sacerdote hubiese buscado la seguridad de Margarita en vez de codiciar lasjoyas, hubiera podido protegerla contra ti golpe fatal de destino y aunque ella hubierasufrido por haber perdido a su amante, hubiera permanecido pura. Sin embargo, esprecisamente por medio de la intensidad de la pena, que el alma que sufre encuentra otravez el camino que conduce a la fuente de su ser; porque todos hemos, como hijo, pródigos,abandonado a nuestro Padre en el Cielo: hemos andado lejos de las regiones del espíritualimentándonos con los desechos de la materia para recoger así experiencia y obtenerindividualidad.Cuando estamos en el Lodazal de la desesperación, empezamos a darnos cuenta denuestro alto parentesco y exclamamos: Quiero levantarme y volver a mi Padre”. El hechode pertenecer a una iglesia o de estudiar el misticismo desde un punto de vista intelectual, no nos facilita la clara comprensión de “adónde” , lo cual es necesario antes de que podamos seguir el sendero. Pero cuando estamos faltos de toda ayuda terrestre; cuando
estamos enfermos. y encarcelados, estamos más cerca y somos queridos del Salvador queen cualquier otro momento. Por consiguiente, Margarita en la cárcel y execrada por lasociedad, está más cerca de Dios que la inocente, bella y pura Margarita, que tenía todo elmundo a ni alcance cuando se encontró con Fausto en el jardín.Cristo no tiene nada que decir a los que están satisfechos y aman al mundo y a susplaceres. Mientras estén en esta condición de ánimo, El no les puede hablar, ni pueden ellosoír su voz. Pero hay una infinita ternura en las palabras del Salvador:“Venid hacía mi todos los que estáis tristes y apesadumbrados, yo os quiero darreposo”.El alma pecadora, simbolizada por Margarita en la celda de su prisión, estando sola,desterrada de la sociedad como una leprosa moral y social, se siente, impelida a dirigir sumirada hacía arriba y su oración no es en vano. Pero, sin embargo, hasta el último momentolas tentaciones asedian al alma que busca. EL portal del infierno y el portal del cielo estánigualmente cerrados por la celda de la cárcel de Margarita, como queda lustrado por lavisita de Fausto y Lucifer que tratan de sacarla de allí y de impedir su muerte inminentepara llevarla a una vida de vergüenza y de servidumbre. Pero ella no vacila: prefiere lacárcel y la muerte a la vida y a la libertad en compañía de Lucifer. De este modo resiste laprueba y se hace acreedora al Reino de Dios.Salomón era el siervo de Jehová, y como hijo de Seth estaba ligado al Dios que lecreó a él y a sus antepasados. Pero en una vida posterior, como Jesús, dejó a su antiguoSeñor en el momento del Bautismo y entonces recibió el Espíritu de Cristo, así, igualmentecada Hijo de Seth tiene algún día que dejar a sus guardianes y colocarse del lado de Cristo,sin considerar el sacrificio que esto signifique, aunque su precio sea la vida.Margarita en su celda de la cárcel da este paso importante y queda así admitidacomo ciudadana del Nuevo Cielo y de la Nueva Tierra, por su fe en Cristo. Fausto, por otrolado, se queda con el espíritu de Lucifer durante una larga temporada. El es un carácter máspositivo, un verdadero Hijo de Caín, y aunque las consecuencias del pecado tienen queacarrearle la muerte, él puede lograr la salvación por un concepto más puro del amor y pormedio de sus obras.En la segunda parte del drama hallamos a Fausto desesperado a causa del desastrede Margarita por su proceder culpable. Reconoce su falta y empieza a subir el camino de laredención. Emplea al espíritu de Lucifer, ligado a él por el pacto de sangre, como un mediopara lograr sus fines. Se convierte en un factor importante en los asuntos de Estado del paísen que se encuentra, porque todos los Hijos de Caín gustan de los asuntos de gobierno,mientras que los Hijos de Seth, prefieren los de la iglesia.No satisfecho, sin embargo, de servir a otro bajo las condiciones existentes, Faustose vale de las fuerzas diabólicas que están en su mano para crear una tierra, hacerla salir delmar y hacer una Nueva Tierra. Sueña un sueño utópico, de cómo esta tierra libre ha de serel hogar de un pueblo libre que habitará allí en paz y abundancia, alcanzando los más altosideales de la vida.Estos ideales son generados en su alma por el amor de un carácter llamado Helena,que es un amor de la naturaleza más elevada y espiritual, y enteramente separado de la ideade sexo y pasión. En el curso del tiempo él ve cómo el país sale del mar, pero sus ojos,poco a poco quedan ciegos, porque él está cambiando su mirada de una condición terrestreen otra celeste. Mientras está así observando a las fuerzas dirigidas por Lucifer, trabajandoa su requerimiento día y noche. Fausto comprende que él ha realizado la pretensión deLucifer, de ser:“El poder que obra el bienaunque planeando el mal.” El ve como su trabajo con las fuerzas inferiores se acerca a su acabamiento completo, pero su vista se hace cada vez más nublada, y con aquel anhelo intenso que llena
el alma cuando quiere ver el fruto de sus obras, desea poder conservar La vista hasta que todo esté concluido y que su sueño utópico se haya convertido en realidad. Por esta razón, a medida que la visión delante de él — la tierra saliendo del mar y la gente dichosa que viveen ella en buena armonía y fraternidad — desaparece de sus ojos sin vista, pronuncia las palabras fatídicas que dijo al hacer el pacto con Lucifer: “Si algún día. embelesado, al momento fugitivo digo: “Ten el vuelo raudo”, échame al cuello la soga, abre el abismo a mi paso, doble a muerto la campana, párese el vital horario. todo para mí concluya. y comience tu reinado”. Según las condiciones de aquel pacto, cuando Fausto ha pronunciado las palabras fatídicas, las fuerzas del infierno dejan de estarle sometidas, y él a su vez se convierte en esta presa; por lo menos así debería ser aparentemente. Pero Fausto no deseaba parar la marcha del tiempo con el fin de gozar de placeres sensuales ni de satisfacer deseos egoístas, tales como los dejaba entrever el pacto, sino que era para la realización de un ideal altruista y noble que él deseaba parar la hora del reloj. Por consiguiente, él está libre de Lucifer; y una batalla entre las fuerzas angelicales y las huestes de Lucifer tiene como resultado final el triunfo de los ángeles, que llevan al alma que busca al puerto de reposo en el reino de Cristo, mientras cantan: “Salvado está del mal el noble hijo del mundo espiritual. “el que se esfuerza con constante afán”; “nosotros podemos salvarle” y si el Amor de los ciclos también le ha asistido, los ángeles van a su encuentro dándole cordial bienvenida.” Así resulta que el Fausto del mito es un carácter enteramente distinto del Fausto del teatro, y el drama que empieza en el cielo donde se le da permiso a Lucifer para tentarle, como Job fue tentado antiguamente, también termina el cielo cuando la tentación ha sido sufrida victoriosamente y el alma ha vuelto a su Padre. Goethe, el gran místico, termina su obra muy apropiadamente con una estrofa, la más mística que hallarse pueda en cualquier literatura: “Todo lo perecedero sólo es en apariencia; lo inasequible aquí acontece; lo indescriptible aquí esta realizadolo Eterno-Femenino nos atrae hacia arriba.” Esta estrofa confunde a todos los que no están capacitados para penetraren las regiones donde, según la idea del autor está cantada, es decir, en el cielo. Habla de todo lo perecedero como siendo solamente una apariencia, esto quiere decir que las formas materiales sujetas a muerte y transformación no son más que una semejanza del arquetipo visto en el cielo: “Lo inasequible aquí acontece” — lo que parecía imposible en la Tierra se realiza en cielo, Nadie sabe esto mejor que el que está capacitado para funcionar en aquella región, porque allí toda aspiración superior halla fruición. Los anhelos indescriptibles, las elevadas ideas y experiencias del alma, las que ella no puede siquiera expresar a ella misma, están claramente definidas en el cielo. Lo Eterno Femenino, la gran Fuerza Creadora en la naturaleza, el Dios Madre, que nos lleva siempre hacia arriba en el sendero de la evolución, se convierte allí en una realidad. Así es cómo el mito de Fausto nos cuenta la historia del Templo del Mundo, que están construyendo las dos clases de gente y que será finalmente el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra según la profecía del Libro de los Libros.
 
   
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 | |  |  | | De: Mitzi | Enviado: 11/07/2010 13:18 | 
 | Interesante asunto el de los Hijos de Cain y los Hijos de Seth; cada cual lleva un camino de salvacion y me atrevo a inferir que la humanidad toda, mas alla de razas, culturas, etc., se compone de tan solo dos clases:  Hijos de Cain e Hijos de Seth.  Razon y Corazon.  Llegara el momento en que cada Hijo de Seth dejara a sus "guardianes" y se colocara al lado del Cristo, aunque dejar sus "guardianes" de por si le sea un gran sacrificio...  Mientras, los Hijos de Cain, de origen ardoroso y poseedores de cualidades semidivinas, proseguiran tras el amor puro y el obrar...  Mirando a nuestro interior, podemos decir que en todos en algun momento ocurre la historia de Cain:  la razon mata al corazon.  Y cuando el corazon muere vagamos por el "desierto" hasta recuperar la parte emocional de nuestra conciencia.  Muchas veces la mente se impacienta ante la dulzura y la pureza del corazon.  Esa impaciencia acarrea sufrimiento, pero, tras comprender el error, la mente comienza a anhelar lo que la impacienta.  Quiera Dios que siempre podamos entender esta lucha entre mente y corazon!       Mitzi | 
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