Durante mucho tiempo hemos sido “atrapados” por energías densas, por energías dormidas de control que hay que en primer lugar identificar para después liberar, dejarlas ir. Estas energías alejadas de la Armonía están en nosotros y a nuestro alrededor.
Pero que son estas energías desarmónicas?:
Como bien sabemos son energías que producen enojo, depresión, tristeza, temor, ira, resentimiento, sentimientos de confusión … toda una baja gama de energías de baja vibración.
Cómo actuar frente a ellas?
NO REACCIONAR, mejor responder desde la sabiduría del Corazón (nuestra mente podrá engañarnos, no así esta bendita Intuición, que nos vincula directamente al Poder Sanador de nuestra conexión a La Fuente).
Cada uno tiene diferentes niveles evolutivos y sería muy poco inteligente por nuestra parte, enojarse con el ego dormido del hermano que aún no despertó. Siempre es mejor calzarse los zapatos del otro y utilizar esa otra poderosa herramienta: La Compasión.
NO RESISTIR, y empeñarnos en que las cosas sean como queremos y entendemos que deben ser…hemos de desembarazar también a nuestra mente de la compulsiva necesidad de tener siempre la razón; mejor fluir con todo…así evitamos nudos conflictivos de energía pesada (Poner la otra mejilla que diría nuestro amado Redentor).
APARTARSE de las personas y/o cosas (interna y/o externamente) No con la conciencia de huida, sino con la conciencia de nuestro Cristo Interno que comprende qué sucede, ama al ser humano que lo provoca y perdona su inmadurez (dormidos no somos nunca nosotros), no involucrarnos emocionalmente (o lo menos posible), no llevarnos a lo personal lo que torpemente haga nuestro hermano que aún no lo concienció.
BENDECIR la energía ilusoria y desarmónica y al ser que fue su vehículo (aunque provenga de nuestro interior) y entregársela siempre al poder transformador de Dios. |