que es, quizás, el más significativo
de la serie.
El tema principal del Antiguo Testamento es la vida de Jacob, rodeado de sus
doce hijos. Su influencia se extiende a todos los Libros que lo componen. El tema
central del Nuevo Testamento lo constituyen Cristo y Sus doce discípulos. Su
influencia se extiende, también, a todos los textos que lo forman.
El sublime acontecimiento denominado el Bautismo, marca el inicio de la era
de Cristo en la Tierra. Larga y cuidadosa fue la preparación de este portentoso
suceso. Como ya se ha dicho, dos altos Iniciados del Templo, Joaquín y Ana, fueron
elegidos por la angélica anunciación para convertirse en los padres del más elevado
Maestro que nunca jamás vino al mundo en cuerpo femenino: La bendita María. Con
su asistencia y la de los ángeles, el Maestro Jesús construyó el más puro y perfecto
cuerpo que se podía formar con materia física, cuerpo que abandonó al glorioso
arcángel Cristo en el momento del Bautismo, cuando los cielos se abrieron y se oyó
la voz de Dios, bendiciendo a este exaltado ser que, desde ese momento, actuó en la
Tierra como Cristo Jesús (o Jesu-Cristo). Sin embargo, ni siquiera aquél, el más
perfecto vehículo físico, podía soportar, por largo tiempo, la tremenda radiación de
un espíritu arcangélico. Se hizo necesario, por ello que Cristo Jesús se saliera de él,
frecuentemente, por algún tiempo, para que Su cuerpo físico fuera restaurado. Entre
los que atendían estas necesidades, se encontraban los Esenios, una secta santa que,
durante varios siglos, había estado haciendo preparativos para la venida del Señor.
El Maestro Jesús, como consecuencia de su supremo sacrificio, se convirtió en
"el primer fruto" de la Humanidad. Él ha continuado activo, desde entonces,
trabajando desde los planos espirituales, especialmente con toda organización, todo
grupo y todo individuo que acepta a Cristo como Salvador del Mundo. Él estará con
Cristo, de nuevo, cuando Éste establezca la Nueva Dispensación, como estarán los
discípulos María y José, los santos y los primeros seguidores de la iglesia cristiana.
"Quien lo desee" puede venir. Este ofrecimiento de Cristo no se hizo sólo para
la gente de aquel tiempo; es aplicable a toda persona, cualesquiera que sean su edad
y clima, raza y nación. Quienquiera que lo desee, puede venir y prepararse, mediante
la pureza y la vida espiritual, para contarse entre los pioneros que serán juzgados
dignos de retornar con Cristo y de ayudarle a establecer la Nueva Dispensación, el
edificio del nuevo cielo y la nueva Tierra.