Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

EL VISLUMBRAR DE LA ERA DE ACUARIO
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 General 
 NAVIDAD 2.016 
  
 ¿QUE ES LA VERDAD? 
  
 EL EMBLEMA ROSACRUZ & The Rosicrucian Emblem 
  
  
  
 HERMANOS MAYORES 
 THE BROTHERS OF THE ROSE CROSS 
 The Rosicrucian Fellowsihip (CURSOS) 
 MAX HEINDEL 
 NORMAS DEL VISLUMBRAR 
  
 AUGUSTA F. DE HEINDEL 
 CORINNE HELINE 
 ADMINISTRACION 
  
  
  
 BIBLIOTECA ROSACUZ 
 MANLY P. HALL 
  
 PREG Y RESP. R.C. 
 FOLLETOS ROSACRUZ 
 LINKS ROSACRUCES 
  
 ROBERTO RUGGIERO 
  
 FRANCISCO NÁCHER 
 ALEXANDRA B. PORTER , 
 JOSÉ MEJIA .R 
 MARTA BRIGIDA DANEY 
 LIBRO DE URANTIA 
 SALUD Y CURACION 
 CUENTOS PARA NIÑOS 
 EL SITIO DE ACSIVAMA 
  
 NOTAS AL INTERIOR 
 LA BELLEZA DE LA VIDA 
 TUS REFLEXIONES 
 BIBLIOTECA 
 PPS ESOTERICOS 
 MUSICA 
 GRUPOS Y AMIGOS 
  
  
 Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. 
 LA MORADA DE JESÚS 
  
 
 
  Strumenti
 
VARIOS AUTORES: LA MIRADA DE JESÚS
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 1 di questo argomento 
Da: moriajoan  (Messaggio originale) Inviato: 08/03/2013 23:09

 

 

 

Clik en notas musicales

 


 
LA MIRADA DE JESÚS
 
En el Evangelio de Lucas leemos lo siguiente:
Le dijo Pedro: «¡Hombre, no sé de qué hablas!». Y en aquel momento, estando aún
hablando, cantó un gallo, y el Señor se volvió y miró a Pedro... Y Pedro, saliendo
fuera, rompió a llorar amargamente.
 
Yo he tenido unas relaciones bastante buenas con el Señor. Le pedía cosas,
conversaba con El, cantaba sus alabanzas, le daba gracias...
Pero siempre tuve la incómoda sensación de que El deseaba que le mirara a los
ojos..., cosa que yo no hacía. Yo le hablaba, pero desviaba mi mirada cuando sentía que
El me estaba mirando. Yo miraba siempre a otra parte. Y sabía por qué: tenía miedo.
Pensaba que en sus ojos iba. a encontrar una mirada de reproche por algún pecado del
que no me hubiera arrepentido. Pensaba que en sus ojos iba a descubrir una exigencia;
que había algo que El deseaba de mí.
Al fin, un día, reuní el suficiente valor y miré. No había en sus ojos reproche ni
exigencia. Sus ojos se limitaban a decir: «Te quiero». Me quedé mirando fijamente
durante largo tiempo. Y allí seguía el mismo mensaje: «Te quiero».
Y, al igual que Pedro, salí fuera y lloré.

(Anthony De Mello.)

 

 

 

 



Primo  Precedente  Senza risposta  Successivo   Ultimo  

 
©2024 - Gabitos - Tutti i diritti riservati