"Hay ya suficiente oro en la tierra para satisfacer las
necesidades de todos, es inútil continuar cavando tanto para
encontrar más. No es el oro el que puede poner fin a la miseria
y aportar felicidad a los humanos, al contrario, sólo mantiene
la codicia y el odio en los pobres, y en los ricos también. Lo
que hace falta no es el oro sino la luz. ¿Qué es el oro? La luz
solar condensada, y si los humanos aceptaran ir cada mañana a la
salida del sol para impregnarse, alimentarse de su luz, entonces
sí, encontrarían soluciones para que toda la tierra viviera,
por fin, en la abundancia y en la paz.
¡Si el destino os ha puesto en la posición de ser ricos o
incluso, muy ricos, mejor! En ningún sitio está escrito que se
deba vivir en la pobreza. Sólo que el dinero debe ser
considerado como un servidor, mientras que, para muchos, el
dinero es un amo: lo ponen en su cabeza en lugar de contentarse
en tenerlo en su bolsillo. Es pues el dinero quien gobierna sus
actos, y les da muy malos consejos. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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