Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

EL VISLUMBRAR DE LA ERA DE ACUARIO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 NAVIDAD 2.016 
  
 ¿QUE ES LA VERDAD? 
  
 EL EMBLEMA ROSACRUZ & The Rosicrucian Emblem 
  
  
  
 HERMANOS MAYORES 
 THE BROTHERS OF THE ROSE CROSS 
 The Rosicrucian Fellowsihip (CURSOS) 
 MAX HEINDEL 
 NORMAS DEL VISLUMBRAR 
  
 AUGUSTA F. DE HEINDEL 
 CORINNE HELINE 
 ADMINISTRACION 
  
  
  
 BIBLIOTECA ROSACUZ 
 MANLY P. HALL 
  
 PREG Y RESP. R.C. 
 FOLLETOS ROSACRUZ 
 LINKS ROSACRUCES 
  
 ROBERTO RUGGIERO 
  
 FRANCISCO NÁCHER 
 ALEXANDRA B. PORTER , 
 JOSÉ MEJIA .R 
 MARTA BRIGIDA DANEY 
 LIBRO DE URANTIA 
 SALUD Y CURACION 
 CUENTOS PARA NIÑOS 
 EL SITIO DE ACSIVAMA 
  
 NOTAS AL INTERIOR 
 LA BELLEZA DE LA VIDA 
 TUS REFLEXIONES 
 BIBLIOTECA 
 PPS ESOTERICOS 
 MUSICA 
 GRUPOS Y AMIGOS 
  
  
 Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. 
 LA MORADA DE JESÚS 
  
 
 
  Herramientas
 
MAX HEINDEL: MAX HEINDEL DIJO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: moriajoan  (Mensaje original) Enviado: 20/02/2014 23:10

 

 

 

 

 

EI valor de cualquiera enseñanza depende de su esfuerzo en hacer hombres mejores enseguida y

constantemente; hacerles más cariñosos y considerados en su casa, más concienzudos en sus negocios, más

leales para los amigos, dispuestos a perdonar a sus enemigos; y cualquiera enseñanza que sea de tan fácil

aplicación y reporte semejantes resultados, no necesita de mayor recomendación.

¿Dónde encontrar tal enseñanza? Tenemos una monumental cosmogónica que describe los periodos

del mundo, las revoluciones, las épocas y las razas. ¿El estudio de ella hará que los hombres sean mis

cariñosos? 0 bien, si podemos inducirles a escudriñar los misterios de los números y de nombres que

contiene la Cábala, ¿se harán por ello más conscientes? Seguramente no; por lo tanto, tal conocimiento es de

menor importancia. ¿Haría a los hombres ser más morales la enseñanza de la evolución e involución, o si les

describiéramos la cíclica jornada del alma a través del purgatorio y de la gloria? Todo esto no seria

necesario, por lo menos, hasta haberles convencido, de que bajo la Ley de Consecuencia estamos sujetos al

renacimiento y a cosechar lo que hayamos sembrado. Podría ocurrir quizás, que la más pequeña insinuación

de tal creencia alejara de nosotros muchisimas personas.

Pero, se preguntarán ustedes, ¿ qué es lo que queda entonces de nuestras enseñanzas? La mayor de

todas y la más práctica. La que no despertará antagonismo alguno en ningún devoto de cualquiera religión,

ni aún en el agnóstico, puesto que no se necesita el poner la etiqueta religiosa. Provocará resultados más

beneficiosos desde el día de su aplicación, afectando, también a las futuras vidas, sin tener en cuenta, si el

hombre que la practica oiga o no la palabra Rosacruz o aprenda más o menos de nuestras enseñanzas.

Si realmente quiere usted trabajar en la viña del Señor - el mundo- no se aísle. EI estudio abstracto

puede serle bueno parte del tiempo, pero salga al mundo; gánese la confianza de las gentes en la iglesia; en

el casino y en la profesión. Si da usted un buen ejemplo, inquirirán el secreto y tendrá la suerte de ofrecerles

la mayor de todas las enseñanzas que jamás se ha conocido:

EL SECRETO DEL DESARROLLO DEL ALMA

Puede decírseles algo del tenor siguiente:

"Todas las noches después de acostarme hago examen de todos los acontecimientos del día en

sentido inverso. Pruebo a juzgarme imparcialmente a mi mismo. Me culpo si lo merezco, me arrepiento y

hago el propósito de enmendarme. Me enaltezco donde veo una acción laudable, determinando superarme al

siguiente día.

"Con frecuencia fracaso en mis buenos propósitos, pero persisto en mis tentativas, y poquito a poco

lo consigo".

Será bueno explicar también que mediante la revisión de los acaecimientos en orden inverso quedan

éstos más firmemente impresos en la memoria, pero deberá evitarse dar mayor explicación hasta tanto no

esté usted seguro de que su amigo busca una solución al problema de la vida.

Esto es propaganda discreta y discerniente.

EI estar absolutamente seguros acerca de esta cuestión es de vital importancia. Para muchos que

accidentalmente entran en el Mundo del Deseo, tales como los médium, por ejemplo, están cegados por la

ilusión y la alucinación debido a su incapacidad para conocer la verdad. Además, los Hermanos Mayores de

la Orden Rosacruz dan a los probacionistas una definida y científica enseñanza sobre este punto y con objeto

de preservarles del peligro indicado más arriba les someten a una prueba determinada y real antes de admitir

a ninguno de ellos para el discipulado. Todos deben alcanzar determinada puntuación en esta materia.

Acaso sorprenda a los lectores que no se reserve esta discusión para los probacionistas o discípulos, pero la

Fraternidad Rosacruz no cree en secretos ni misterios. Todo aquel que quiera puede calificarse para

cualquier grado y esta calificación no es una cuestión de forma, sino como consecuencia de vivir la vida.

Con respecto a la primera parte de la pregunta, "¿donde buscaremos la verdad?", diremos: Hay solo una

contestación: dentro. Esto es absolutamente un asunto de desarrollo moral y la promesa de Cristo de que si

vivimos la vida conoceremos la doctrina, es verdadera y exacta en su sentido mas lato y literal. Nunca se

encontrará la verdad por el mero estudio de mis libros o los de cualquiera otro. Mientras que se corra detrás

de maestros externos, yo mismo u otro cualquiera, el aspirante se halla perdiendo lastimosamente el tiempo

y la energía. Los libros y los maestros pueden, quizás, elevar y aumentar el interés del investigador e

impelerle a vivir la vida, pero únicamente en la medida que este convierta los preceptos de aquel en una

parte de su ser interno, se está investigando en la dirección conveniente. EI Hermano Mayor -de quien yo,

quizás, equivocadamente, hablo como si fuera un maestro - nunca me ha enseñado directamente, desde el

primer corto periodo, cuando lo que está contenido en el Concepto Rosacruz del Cosmos, fue dado, y en el

año pasado aprendí la lección de no hacer preguntas, pues he notado, que cuando quiera que obro así, él,

simplemente, me da una indicación o insinuación del modo en que por mi mismo puedo alcanzar el

conocimiento que busco. Ahora, en vez de hacerle preguntas le pido la orientación para poder solucionar el

problema. Así, pues, puede verse que por el uso de nuestras facultades, por las cuales nos podemos

comparar con los talentos de que habló Cristo, es el medio de alcanzar la información más valiosa para

nosotros.

La vida es un flujo constante y el estancamiento es el pecado

cardinal, pues las experiencias nuevas es el verdadero soplo de vida del progreso. Si nosotros hemos hallado

la verdad es sólo su consecuencia natural el buscar un campo donde ésta pueda ser útil y en concordancia

con nuestro juicio en tal materia y con la diligencia con que cultivemos tal campo, será la cosecha que

recolectaremos.

Hay una cuestión que debe ser considerada muy atentamente por cada uno de nosotros, hela aquí: "¿Qué uso

estoy haciendo de las enseñanzas que he recibido?" Nosotros podemos estar sobre una montaña entregados a

ensueños y a meditación aunque podamos vivir en una ciudad y tan sordos al grito por luz que suena en

nuestros oídos, como si el investigador se hallase a miles de kilómetros alejados de nuestro lado. A menos

que repartamos por nuestro modo de vivir (que habla más alto que las palabras) la verdad que hemos

hallado, incurriremos en una gran responsabilidad, pues a aquel que mucho se le ha dado mucho le será

exigido.

Recordemos para acabar, que

el "conocimiento infla, pero el amor construye" y que el servicio es el patrón

de la verdadera grandeza.

Del mismo modo, uno que ha encontrado lo que él cree ser la verdad puede "enterrar su tesoro" en su propio

pecho, o "poner su luz bajo un matorral" para caber, quizás después de muchos años, que lo que ha estado

tan celosamente acariciando es una burda y espúrea imitación. Así, pues, se presenta la necesidad de una

prueba final infalible, una prueba que elimine toda posibilidad de decepción y el problema es el modo de

descubrirla y aplicarla después.

La contestación es tan simple como eficiente es el método. Cuando preguntamos a los coleccionistas el

medio de que se valen para saber si un determinado articulo que han adquirido y que estiman, es una

imitación o es legitimo, generalmente nos dicen que es mediante su examen por alguna persona que haya

visto el original. Nosotros podremos engañar a todos los hombres durante un cierto tiempo o a una parte de

ellos durante todo la vida, pero nos es imposible el defraudar durante toda la vida a toda la humanidad, y si

el coleccionista hubiera exhibido públicamente su tesoro en vez de ocultarlo secretamente, hubiera conocido

rápidamente por el conocimiento colectivo de todo el mundo, si su objeto era legitimo o falsificado.

Ahora recapacite en esto, pues es muy importante: Tan cierto como el general misterio y las reservas de los

coleccionistas ayudan, incitan y estimulan el fraude respecto de los traficantes de curiosidades, así también

el deseo de tener y poseer para nosotros mismos grandes secretos no conocidos por la "plebe", estimula el

tráfico de aquellos que negocian en "iniciaciones ocultas" con ceremonias pomposas, para seducir a las

víctimas de ellos para luego desaparecer con su dinero.

¿Cómo podremos probar el valor de un eje sino es por su uso y de este modo viendo la forma en la que

conservará su extremidad después de estar sometido a un trabajo real y constante? ¿Lo compraríamos

nosotros si el vendedor nos dijera que lo colocáramos en un rincón obscuro donde nadie pudiera verlo y

prohibiéndonos a nosotros mismos que lo utilizáramos? Ciertamente que no. Nosotros lo querríamos ver

trabajar en nuestra máquina o taller donde pudiéramos constatar que esta pieza tenia el "temple" debido. Si

comprobáramos que estaba construido de "acero verdadero" nosotros lo apreciaríamos; pero, si por el

contrario, diríamos al vendedor que se quedase con su material inservible.

En el mismo principio se asienta nuestro tema, y ¿cuál es la razón de "comprar" los efectos de los buhoneros

de secretos? Si sus artículos fueran "acero fino" no habría necesidad de tal secreto y a menos que nosotros

podamos emplearlos en nuestras vidas cotidianas no tienen ningún valor. Así tampoco es de valor un eje a

menos que podamos utilizarlo, pues éste se enmohece y pierde su filo. Así, pues, tiene el deber cualquiera

que halla la verdad el emplearla en el trabajo del mundo, con la doble finalidad de salvaguardarse a si mismo

para asegurarse de que esta verdad resistirá la gran prueba y para dar a otros la oportunidad de compartir el

tesoro que encuentra útil para él. Por lo tanto, es verdaderamente importante que sigamos el mandato de

Cristo: "Dejad que brille vuestra luz."

Tomás de Kempis dijo: "Yo preferiría sentir arrepentimiento que saber el modo de definirlo", y nosotros

podemos substituir la palabra "amor" por la de arrepentimiento. ¡Oh, si nosotros fuéramos capaces de sentir

amor antes bien que ser capaces de definirlo! Pero el amor no puede ser conocido por nosotros excepto en la

medida que nos purifiquemos del gran pecado del egoísmo. La vida es nuestra posesión más preciosa y

como Cristo dijo: "No tiene el hombre más grande amor (o abnegación) que esto, es decir, que un hombre dé

su vida por sus amigos."

En la proporción, pues, que nosotros cultivemos esta virtud de la abnegación, alcanzaremos el amor, porque

son sinónimos como se indica por Pablo en su inimitable 13º capitulo de la primera epístola a los corintios. ¿

Cuando un pobre hermano nuestro llama a nuestras puertas, le damos tan poco como nos es posible? Si así

obramos, somos egoístas. ¿0 acaso le auxiliamos solamente porque nuestra conciencia no nos permite

dejarle marchar con las manos vacías? En este caso también adolecemos de egoísmo, puesto que no

queremos sentir los remordimientos de la conciencia. Aun cuando nosotros demos nuestras vidas por una

causa, ¿no lo hacemos porque pensamos en esta causa nos pertenece? A menudo oculto mi cara a mi mismo

por la vergüenza que siento por este pensamiento en relación con la Fraternidad, y aún debemos continuar en

nuestro puesto. Pero no nos engañemos a nosotros mismos; luchemos con el demonio del egoísmo y estemos

siempre alerta contra sus sutiles añagazas y encantos. Si sentimos que nos susurra a nuestro oído que

necesitamos descanso y no nos es posible sacrificarnos por los demás, o si vemos que no podemos dar a los

demás de nuestro sustento, hagamos un soberano esfuerzo para imponer la gratitud de la generosidad. En

efecto, nosotros no reservamos más que lo que damos; nuestros cuerpos desaparecen y nuestras posesiones y

propiedades las dejamos detrás de nosotros, pero nuestras buenas acciones permanecen nuestras por toda la

eternidad.

Probablemente sabrá usted que la palabra "filosofía se compone de dos voces que significan "amor de la

sabiduría". Muchos se figuran que "amor de la sabiduría", en este sentido, es sinónimo de "deseo de

conocer", pero una lección reciente nos ha mostrado la vasta diferencia que media entre "conocimiento" y

"sabiduría". Sabiduría implica amor antes, después y siempre, mientras que el "conocimiento" puede

aplicarse a los peores propósitos imaginables. De hecho, el verdadero esotérico que se inspira en una

devoción ferviente en el estudio y el trabajo en la vida, es demasiado modesto para aceptar el titulo de

filósofo, pues para él significa aún más al volverlo del revés y lo llama: "Sabiduría del amor" en lugar de

"Amor de la sabiduría." Una ligera consideración esclarecerá pronto este punto. El sujeto escogido para las

próximas lecciones es uno de los más íntimos y santos que se puedan elegir, por lo que fácilmente se

colegirá que es necesario abordarla con este espíritu de “sabiduría del amor", en este amor que encierra la

real y completa concepción de lo que la verdadera filosofía es y significa.

Roberto Burns dijo una vez:

"¡Oh! ¡Qué poder nos hiciera la merced de poder vernos a nosotros mismos como los demás nos ven!"

Pero me temo que aquel poder seria una amarga posesión aunque parezca deseable pensándolo

superficialmente. Todos y cada uno de nosotros estamos plagados de defectos. Hay instantes en que

representamos un triste papel en el escenario del mundo. Algunas veces parecemos arrojados a la deriva, sin

objeto alguno, de aquí para allá, por el timón del Destino al par que otros que no pueden ver la viga en su

propio ojo nos critican amargamente y nos ponen en ridículo. Si nos viésemos con sus ojos perderíamos

aquel esencialísmo atributo, nuestro propio respeto y temeríamos encaramos con nuestros semejantes.

Cuando comprendemos que esto es así (y no es posible que no nos convenzamos de ello a poco que se

medite) entonces podríamos con provecho considerarlo por el lado opuesto, volver la oración por pasiva y

comprender que nosotros, al criticar agudamente los más mínimos defectos de los demás, adoptamos una

actitud muy poco fraternal, antifilosófica y desprovista de la "sabiduría del amor". Es el propósito de las

próximas lecciones darnos una idea de lo que ha causado en el pasado alguna de las cosas que más

criticamos en los otros, con el objeto de que podamos evitar personalmente parecidos errores; su propósito

es también que practiquemos aquella caridad cristiana, real y verdadera, que no se envanece ni se engríe, que

no busca lo suyo ni se regocija con el mal, sino con la verdad, como Pablo la describe en aquel hermosísimo

capitulo 13º de la 1º Epístola a los corintios.

Yo confío que usted acogerá estas lecciones con un tal espíritu y que le serán perdurablemente beneficiosas.

Los Hermanos Mayores cuya labor ellos están realizando. Y que es vuestra obligación decir

amable pero firmemente a esa gente que no vais a escuchar sus acusaciones, que vais a

ayudar en la construcción y que, por tanto, no podéis participar en la destrucción.

Tened muy claro que los probacionistas no deberán permitir a nadie mezclarse

con los miembros para sembrar semillas de sedición Y que, en interés de vuestro propio

Centro de Estudios, debéis poner fin a esas perniciosas conductas de nuevos miembros,

antes de que hayan profundizado en las Enseñanzas, pues vosotros trabajáis duramente para

asimilarlas, ponéis el dinero para construir vuestro Centro y, si está mal por parte de los

perturbadores, frustrar vuestros esfuerzos, es necio, por vuestra parte, el permitirlo.

Os sugeriría que esta carta la tuvieseis siempre a mano para releerla cuando las

circunstancias lo aconsejen. Espero que ahora sabréis cual es vuestra obligación y cuál

vuestro interés. Pues es de esperar que la situación se repita y así, entonces estaréis

preparados para combatirla todos a una.

Con sinceros deseos de crecimiento para vuestro Centro, para vuestra clase y para

vuestra evolución anímica en la escuela del Servicio,

Siempre vuestro en fraternidad,

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados