"Jesús bien sabía 
que Dios, tan solo puede ser conocido por las realidades de la experiencia, no 
se lo puede conocer nunca por la sola enseñanza de la mente. Jesús empleó la 
palabra Dios, para designar la idea de la Deidad y la palabra Padre para 
designar la experiencia de conocer a Dios. La palabra Dios no puede ser definida 
y por tanto representa el concepto infinito del Padre, mientras que el término 
Padre puede ser parcialmente definido, puede ser empleado para representar el 
concepto humano del Padre divino, como está asociado con el hombre durante el 
curso de su vida 
mortal."1856
     
Por el hecho de haber recibido 
el don del libre albedrío, el ser humano es quien escoge acercarse o alejarse de 
Dios, porque "el hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo 
espiritual por la fuerza, el poder y la persistencia de sus propias decisiones; 
también crece a medida que su Espíritu desarrolla nuevas técnicas para alcanzar 
hacia abajo desde el nivel espiritual a los niveles morontiales del alma; y una 
vez que se origina el alma, ésta comienza a crecer en sí misma y por sí 
misma."1292 
 
Porque "el alma del hombre es una adquisición experiencial, pues en 
la medida que la criatura mortal elige hacer la voluntad del Padre, el espíritu 
residente se vuelve padre de una nueva 
realidad  en la experiencia humana. 
La mente mortal y material, es la madre de esta realidad que surge." 8 y es el 
hombre quien debe cuidar de ella, para hacerse acreedor a la vida 
eterna.
 
Pues nadie, "ni siquiera Dios 
puede imponer la salvación a quien no lo desee."1638  pues el don de albedrío 
que volitivamente nos entregó el Creador no se lo permite. "No se puede forzar a 
ninguna criatura personal a emprender la aventura eterna; las puertas de la 
eternidad se abren tan sólo en respuesta a la libre elección de los hijos 
dotados de albedrío."71 
 
Los seres humanos, 
realmente somos los dueños de nuestro destino porque "el hombre puede acercarse 
a Dios y puede abandonar repetidamente la voluntad divina mientras conserve la 
facultad de elegir. La sentencia del hombre no está sellada hasta cuando haya 
perdido la facultad de elegir la voluntad del Padre. El corazón del Padre no se 
cierra jamás a las necesidades y solicitudes de sus hijos. Son sus vástagos los 
que cierran sus corazones para siempre al poder de atracción del Padre cuando 
finalmente y para siempre pierden el deseo de hacer su divina voluntad: 
conocerle y ser semejante a él."64
 
yolanda silva 
solano