Existen muchas características de la realidad 
eterna del Absoluto de la Deidad, que no se le puede explicar plenamente a la 
mente finita.
 
Libro de Urantia. 
Pág.13
 
 
 
 
 
Absoluto es un término que excede nuestra capacidad de 
criatura mortal finita, sólo podemos presumir que es una de las muchos atributos 
de Dios. "El potencial de poder y personalidad 
de la Deidad constituye la realización experiencial de la divinidad absoluta. la 
unificación de significados absolutos en niveles absolutos. Dios el Absoluto es 
la meta del logro-realización de todos los seres superabsonitos, pero el 
potencial de poder y personalidad de la Deidad Absoluta trasciende nuestro 
concepto, y titubeamos al hablar de aquellas realidades que están tan 
enormemente alejadas de la actualización experiencial." 13 
 
Lo 
más probable es que no hayamos entendido nada de estas líneas , pero no somos 
los únicos, pues el Consejero Divino de Orvotón nos confiesa “ no estamos 
seguros en cuanto al desenvolvimiento de todos los valores absolutos, pues no se 
nos ha informado en ningún momento que el Absoluto Cualificado sea equivalente 
al Infinito” 13
 
Esto nos demuestra que sin duda, hay verdades que exceden 
toda nuestra capacidad de comprensión, y es entonces cuando recordamos que Jesús 
vino a enseñarnos que más importante que conocer a Dios era sentir a Dios,  “No es tan importante que conozcáis el hecho 
de Dios, como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia 
de Dios” 1733
 
A pesar de nuestra pequeñez mental, lo que 
separa al hombre de la realidad divina, paradojalmente es ínfima, porque Dios 
habita de cada ser humano, por tanto Dios no está lejos, "es el hombre quien se 
aleja de El y desconoce u olvida  su filiación divina, que es "la relación 
suprema de la criatura con su Creador" 454
 
Pero este abismo de 
comprensión ha sido comprensado por el amor de nuestro Padre, que escogió como 
templo de sí mismo a la mente finita del hombre, "la infinidad de la perfección 
de Dios es tal, que eternamente lo constituye en un misterio. Y el más grande de 
todos los misterios impenetrables de Dios es el fenómeno de la residencia divina 
en la mente de los mortales" 2
 
Gracias a Jesús ahora simplemente podemos llamar a 
Dios como nuestro Padre y sentir su inmenso amor por cada uno de nosotros, 
porque El ama a todos los hombres, pero también a cada uno en particular. 
"Aunque no podemos comprender plenamente esta técnica de comunión de Dios con 
sus hijos, podemos fortalecernos en la seguridad de que «el Señor conoce a sus 
hijos», y que «él toma nota de cada uno de 
nosotros."363
 
yolanda silva 
solano