Las perplejidades religiosas son inevitables; no puede haber 
crecimiento ninguno sin conflicto psíquico y agitación espiritual. 
 
                                                                                                                    
Libro de Urantia. Pág.1097
 

 
 Para alcanzar la comunión con Dios, no precisamos 
comprender lo que para nosotros es incomprensible, ya que el mismo Consejero 
dice “ el potencial de poder y personalidad de la Deidad Absoluta trasciende 
nuestros conceptos y titubeamos al hablar de aquellas realidades que están tan 
enormemente alejadas de la actualización experiencial.” 13
¡Qué gran 
ejemplo de humildad! y que gran consuelo para los muchos lectores del Libro de 
Urantia que se han sentido sobrepasados por estos conceptos y que han abandonado 
su lectura por no ser capaces de comprenderlo, ignorando que Jesús  se hizo uno de nosotros para enseñarnos a 
amar a Dios como nuestro Padre y destruir las barreras de comprensión que 
separaban al ser humano de la 
Divinidad.
Jesús dijo: 
“Nuestro Padre en el Paraíso es inmutable, pero el concepto de su naturaleza se 
ha ampliado y ha crecido desde los días de Moisés. He venido Yo en la carne para 
revelar el Padre en nueva gloria y para mostrar su amor y su misericordia para 
con todos los hombres de los mundos.  A 
medida que el evangelio del reino se derrame sobre el mundo con su mensaje de 
felicidad y buena voluntad para todos los hombres, se irán desarrollando mejores 
relaciones entre todas las familias de todas las naciones.” 
1597
Gracias a 
esta Buena Nueva, nuestra condición humana toma otra dimensión, pues si bien es 
“ verdad que vosotros los mortales sois de origen terrestre animal y que vuestro 
cuerpo es polvo, sin embargo si realmente lo queréis, si verdaderamente lo 
deseáis, seguramente la herencia de las edades será vuestra y algún día 
serviréis a lo largo y ancho de los universos en vuestro carácter verdadero de 
hijos de Dios.1240
Nuestra 
condición humana, no es ningún obstáculo en nuestra ascensión hacia el Paraíso, 
todo depende de la voluntad que tengamos de superarnos y rendir en nuestra vida 
diaria, los frutos del espíritu, que son: el amor, la alegría, la paz, la 
resignación, la dulzura, la bondad , la fe, la humildad y la 
templanza.”381
Podemos darnos cuenta que ellos nada 
tienen que ver con el conocimiento intelectual sino con nuestra inteligencia 
emocional, que es la que nos permite  
tener: autoconciencia, autocontrol, motivación, empatía y sensibilidad 
social, porque  "La prueba de verdadero desarrollo espiritual consiste en la 
exhibición de una personalidad humana motivada por el amor, activada por el 
ministerio altruista y dominada por la adoración sincera de los ideales de 
perfección de la divinidad. Todo ésto, debe nacer de la experincia personal, que 
crece proporcionalmente a la búsqueda de los valores 
finales."1095  
 yolanda silva 
solano