“Era el plan de Miguel, aparecer en la tierra como 
un hombre común, para que la gente común pudiera comprenderlo y recibirlo”1345, 
pero esta dualidad de ser hombre y a la vez Dios, necesitó de una adaptación 
paulatina.  Su 
infancia, transcurrió como la de cualquier otro niño de su edad, sólo en el 
umbral de la adultez, cuando en Pascua visitó por primera vez  Jerusalén y entró al 
templo, se manifestó por vez primera su condición divina, manifestó públicamente 
su extrañeza ante a algunas de las enseñanzas de los doctores de la 
ley.”1382
 
“Un Hijo creador de Dios, se ha vuelto uno de vosotros, es 
vuestro hermano mayor, de hecho en espíritu os volvéis verdaderamente 
emparentados con Cristo, el victorioso Miguel, entonces en espíritu también 
debéis ser hijos de ese Padre que vosotros tenéis en común, aun del Padre 
Universal de todos” 448,  
por lo tanto no es una utopía cuando se nos pide: “Sed perfectos así como 
Yo soy perfecto.”
 
Paulatinamente fue 
dominando “ la técnica de utilización de 
la energía del impulso espiritual, para mover el mecanismo del logro 
material.  
Lentamente está aprendiendo a vivir su vida celestial, mientras continúa 
viviendo su vida terrestre.  Cada vez más, se acoge a 
la orientación y dirección final del Padre celestial, a la vez que asume el 
papel paterno de orientar y dirigir a los hijos de su familia terrestre.  Se está volviendo 
experto en arrancar la victoria de las fauces mismas de la derrota, está 
aprendiendo a transformar las dificultades temporales en triunfos de la 
eternidad” 1405.
 
Cada vez que tengamos dudas de que 
hacer, de cómo actuar frente a nuestros semejantes, hagamos silencio en nuestra 
alma y con el corazón muy abierto preguntémonos  ¿ Qué haría Jesús si 
estuviera en mi lugar.?  
Recodemos a este Jesús, que quiso ser uno de nosotros, para poder 
señalarnos el camino hacia el Padre el cual no es fácil, pero que también está 
lleno de recompensas porque “una de las características más sorprendente de la 
vida espiritual, es esa paz dinámica y sublime, esa paz que trasciende toda 
comprensión humana, esa calma cósmica que simboliza la ausencia de toda duda y 
confusión.  Tales 
niveles de estabilidad espiritual son inmunes a cualquier decepción “1101 y 
merecen de todo nuestro esfuerzo por alcanzarla.
 
Aprovechemos las vibraciones navideñas para 
acercarnos a este Jesús que se encarnó como hombre, para que la gente común como 
nosotros, pudiéramos llegar a conocer a Dios, como un Padre y pudiésemos 
comunicarnos con El, como un hijo qie ama y confía en su padre. 
 
yolanda silva solano