El espíritu de la divinidad se vuelve humildemente obediente 
a la elección de las criaturas de los reinos
 
Libro de Urantia. Pág 150
 

 
 
Cuando uno se detiene a pensar en la unión y coordinación que 
existe en todo el Universo, nos damos cuenta que en verdad no estamos solos y 
que el “Uno en Todos y Todos en Uno” es una realidad, porque  este maravilloso intercambio de energías, no puede realizarse 
sin nuestro consentimiento, “es el hombre mismo quien debe tomar ese camino por 
supropia decisión , por su elección de libre albedrío”1232, porque el espíritu 
de la divinidad se vuelve humildemente obediente a la elección de las criaturas 
de los reinos” 
150.
 
Y 
este consentimiento, significa que no sólo estamos permiéndole a nuestro 
Espíritu residente que actúe en nosotros, sino que también nos hacemos 
conscientes que nuestras acciones e incluso nuestros pensamientos y sentimientos 
también le sirven al Supremo para su propia superación, porque “las partes e 
individuos del gran universo evolucionan como reflejo de la evolución total del 
Supremo, mientras a su vez el Supremo es el total de toda la evolución del gran 
universo. Desde el punto de vista mortal ambos son recíprocos evolucionarios y 
experienciales.”1228
 
Nuestras decisiones en la superación 
espiritual, tienen un rol demasiado importante porque “si el hombre mortal 
rechaza la carrera eterna, va en contra de la corriente de los acontecimientos 
en los universos finitos. La creación mecánica procede inexorablemente de 
acuerdo con el propósito en desvolvimiento, tendido por el Padre del Paraíso, 
pero la creación volitiva tiene la elección de aceptar o rechazar el papel de la 
participación de la personalidad en la aventura de la eternidad. El hombre 
mortal no puede destruir los valores supremos de la existencia humana, pero 
puede definitivamente prevenir la evolución de estos valores en su propia 
experiencia personal.”1286
 
Esto nos prueba que “el suelo del alma en desarrollo es 
humano y material, pero el destino de esta criatura combinada de mente y 
espíritu es espiritual y divino.”1738 porque nuetro Padre quiere que seamos 
perfectos como El lo es.
 
yolanda silva solano