El concepto 
de igualdad no conduce nunca a la paz, a menos que exista un reconocimiento 
mutuo de una influencia controladora de soberanía superior.
 
Libro de 
Urantia. Pág.1457
 
 

Dios ama a todos los hombres pero a cada uno de 
forma particular, porque “el amor del Padre individualiza absolutamente cada 
personalidad como un hijo único del Padre Universal, un hijo sin duplicado en el 
infinito, una criatura volitiva irremplazable en toda la eternidad. El amor del 
Padre glorifica a cada hijo de Dios, iluminando a cada miembro de la familia 
celestial, perfilando agudamente la naturaleza única de cada ser personal frente 
a los niveles impersonales que se hallan fuera del círculo fraterno del Padre de 
todos. El amor de Dios retrata vivamente el valor trascendente de cada criatura 
volitiva, inequívocamente revela el altísimo valor que el Padre Universal ha 
colocado sobre todos y cada uno de sus hijos, desde la más elevada personalidad 
creadora de estado paradisiaco hasta la personalidad más inferior de dignidad 
volitiva entre las tribus de los hombres salvajes en los albores de las especies 
humanas, en algún mundo evolutivo del tiempo y el 
espacio”138
 
La igualdad, la libertad son sólo palabras que 
deforman la realidad, creando ilusiones vanas en la mente de muchos. porque la 
verdad es que “la igualdad no existe. “El concepto de igualdad no conduce nunca 
a la paz, a menos que exista un reconocimiento mutuo de una influencia 
controladora de soberanía superior” 1457
 
Jesús habló de fraternidad pero no de igualdad, 
porque “sabía que cada hombre es distinto de los demás, y así enseñó a sus 
apóstoles. Repetidamente les advirtió que no intentaran moldear a los discípulos 
y a los creyentes según un modelo preestablecido. Lo que buscaba era que cada 
alma pudiera desarrollarse a su propia manera, como individuo distinto y en vías 
de perfeccionamiento ante Dios.”1582
 
La gran diferencia entre el 
Libro de Urantia y cualquier otro libro o religión, es que no encasilla a nadie 
en ritos, ni en creencias preestablecidas, porque “la religión de revelación 
deberá siempre limitarse a la capacidad del hombre para recibirla.”1007 por eso 
“cada uno de los instructores apostólicos, enseñaba su punto de vista sobre el 
evangelio del reino. No hacían ningún esfuerzo por enseñar exactamente igual; no 
había fórmulas normalizadas ni dogmáticas de las doctrinas teológicas. Aunque 
todos ellos enseñaban la misma 
verdad, cada apóstol presentaba su propia interpretación de las enseñanzas 
del Maestro. Jesús defendía y sostenía esta presentación de la diversidad de 
experiencias personales en las cosas del reino, armonizando y coordinando 
infaliblemente estas muchas visiones divergentes del 
evangelio.”1658
 
Essforcémonos por tener la libertad de espíritu que 
nos permita ser diferentes,conscientes y consecuentes con nosotros 
mismos
 
yolanda silva 
solano