Jesús amaba tanto a los 
hombres, porque les adjudicaba un valor muy alto.
 
Libro de Urantia. 
Pág.1424
El valor que Jesús le 
asignaba a los seres humanos, no era precisamente por las virtudes que pudieran 
tener, porque no podemos olvidar que él vino en busca de los pecadores y así 
quedó demostrado a lo largo de su vida cuando perdonó a la mujer adúltera, 
cuando comía con los fariseos que lo buscaban para juzgarlo, cuando perdonó a 
quienes lo crucuficaban...
 
Jesús ama a los 
hombres porque reconoce que "el hombre puede ser un gusano en el polvo por su 
naturaleza y origen, pero cuando lo habita el espíritu del Padre, ese mismo 
hombre se hace divino en su destino"1676  Porque “aquellos que han recibido y reconocido la presencia de Dios, 
han nacido del Espíritu. Sois el templo de Dios y su Espíritu mora en 
vosotros.”381
 
Jesús vino a Urantia, 
para valorizar al hombre enseñándole que él no sólo es hijo de la divinidad, 
sino que una fracción de Dios mora en la mente de cada ser humano y por eso su 
enseñanza, rompió con la vieja tradición del Dios castigador, por la de Padre 
amante y dijo:
 
 «Se os ha enseñado que 
vosotros debéis `temer a Dios y guarda sus mandamientos, porque ése es el todo 
deber del hombre'. Pero yo he venido para daros un nuevo mandamiento aún más 
alto. Quiero enseñaros a `amar a Dios y aprender a hacer su voluntad, porque ése 
es el privilegio más elevado de los hijos liberados de Dios'. A vuestros padres 
se enseñó a `temer a Dios, el Rey Todopoderoso', yo os enseño `a amar a Dios, el 
Padre todo misericordioso'.41 
Hay una gran diferencia en el actuar 
bien, por temor al temor al castigo, a hacerlo por amor... por eso “cada día que 
vive un verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es recto”1740  
pues “la belleza del amor divino, una vez que entra plenamente en el corazón 
humano, destruye para siempre la inclinación al pecado y el poder del 
mal.”2018
yolanda silva 
solano