¿Cómo puedes 
pretender que todos los que creen en el evangelio, se sometan a tu 
dirección?
 
Libro de 
Urantia. Pág.1764
 
Una vez más 
Jesús nos alerta sobre la pretensión de querer que todos los demás piensen como 
nosotros, porque esta posición en vez de atraer a otras almas al Reino las 
aleja,  porque cada "ser humano debería definir la religión en términos de su 
propia interpretación experiencial y de los impulsos divinos que emanan del 
Espiritu de Dios que en él reside y por tanto esta interpretación debería ser 
única y totalmente distinta de la filosofía de todos los demás seres 
humanos.1130"
 
La igualdad 
es un ideal utópico, "es fruto de la civilización, no se encuentra en la 
naturaleza en ninguna de sus formas.794" porque justamente lo que constituye la 
bellleza es la diversidad, por ejemplo lo que hace a un bosque maravilloso, es 
la diversidad de colores y olores diferentes que tienen sus árboles. La música 
tampoco podría tener armonía, si estuviese compuesta por notas iguales, ella 
necesita de arpegios distintos y también de silencios. Los hombres también 
necesitamos ser diferentes y tener nuestro propio ADN para cumplir con la misión 
cósmica de nuestro planeta.
 
La 
intransigencia religiosa siempre ha sido la causante de muchos males de la 
sociedad y que hoy como ayer, amenazan la tan ansiada Paz Mundial, por eso en 
vez de maldecir a Isis, roguemos para que ellos sean perdonados “porque no saben 
lo que hacen”
 
Sin embargo, 
esta actitud no quiere decir que no hagamos nada porque “Jesús no apoyaba una 
práctica de sumisión negativa a las indignidades de los que pudieran buscar a 
sabiendas aprovecharse de los que practican la no resistencia contra el mal, 
sino más bien, que sus seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para 
reaccionar rápida y positivamente frente al mal, con el objeto de conquistar el 
mal con el bien.  No olvidéis que el bien verdadero es invariablemente más 
poderoso que el mal más maligno” 1770
 
Con nuestro Amor y 
Armonía, seamos sembradores del Bien en todas sus formas y en nuestra vida 
cotidiana.
 
yolanda silva 
solano