Mientras 
vivamos encerrados en nuestro cuerpo mortal, tenemos que aprender a convivir con 
el mal o más bien aprender a transmutar lo negativo en positivo, cambiando la 
polaridad como hacen los alquimistas espirituales, que no se dejan vencer por el 
mal, porque "la capacidad de albergar el error o de experimentar el mal, no se 
perderá por completo hasta que el alma humana ascendente, no alcance los niveles 
finales de los espíritus. La bondad siempre será más una búsqueda que una 
posesión, más una meta que una experiencia de logro.” 1458
“El perseguimiento del ideal y la lucha por ser semejante a Dios, 
es un esfuerzo continuo antes y después de la muerte. La vida después de la 
muerte no es esencialmente distinta de la existencia mortal. Todo lo bueno que 
hagamos en esta vida contribuye directamente al enaltecimiento de la vida 
futura. La religión real no fomenta la indolencia moral ni la pereza espiritual 
al alentar la vana esperanza de recibir todas las virtudes de un carácter noble 
como resultado de cruzar las puertas de la muerte natural. La verdadera religión 
no menosprecia el esfuerzo humano por progresar durante el contrato mortal de la 
vida. Todo logro mortal es una contribución directa al enriquecimiento de las 
primeras etapas de la experiencia de supervivencia 
inmortal.”1134
Pero la moralidad, 
como todo lo humano es relativa, porque “ la evaluación moral con significación 
religiosa y entendimiento espiritual, connota la elección del individuo entre el 
bien y el mal, la verdad y el error, lo material y lo espiritual, lo humano y lo 
divino, tiempo y eternidad. La sobrevivencia humana depende en gran parte de que 
la voluntad humana se consagre a elegir aquellos valores que este clasificador 
de valores espirituales que el intérprete yunificador residente haya 
seleccionado. La experiencia religiosa personal consiste en dos fases: 
descubrimiento en la mente humana y revelación por el Espíritu divino 
residente.”2095
No nos cansemos de 
buscar a Dios en nosotros y por nosotros mismos, porque todo lo que nos digan 
los demás nos puede servir mucho para aclarar nuestros conceptos, pero lo único 
de real valor para nuestra sobrevivencia eterna, son nuestras propias deciciones 
tomadas en forma volitiva por amor a nuestro Padre.
yolanda silva 
solano