“Para realizar la providencia en el tiempo el 
individuo debe cumplir la tarea de alcanzar la perfección. Pero el hombre aun 
ahora puede saborear por adelantado esta providencia en sus significados 
eternos, cuando discurre en el hecho universal de que todas las cosas, ya sean 
buenas o malas, cooperan para el avance de los mortales que conocen a Dios en su 
búsqueda del Padre."1306
 
Para el 
hombre común, el tiempo “aparece como una sucesión de acontecimientos, pero 
según ese mismo hombre asciende, según progresa hacia adentro, la visión en 
aumento de esta procesión de acontecimientos es tal, que cada vez discierne más 
en su totalidad. Lo que anteriormente aparecía como una sucesión de hechos, 
ahora se verá como un ciclo completo y perfectamente relacionado. De este modo, 
la simultaneidad circular, desplazará cada vez más la conciencia anterior, de 
una secuencia lineal de los eventos.” 1439
 
En la medida 
que el ser humano adquiere conciencia que no es un ente aislado, sino parte de 
un Todo, en vez de quejarse por los accidentes del tiempo y culpar a Dios o a 
los gobiernos, piensa en la forma positiva de aminorar en forma personal, los 
males que asolan al universo al ver debilitada la capa de ozono por el 
calentamiento global de la tierra,y  ayuda con el reciclaje y con un uso 
adecuado y consciente de los recursos naturales.
 
Nuestra vida 
podría ser absolutamente diferente, si nos diéramos cuenta  de nuestro destino 
final, y tomáramos conciencia que pertenecemos a ese Todo indivisible, pues “en 
el universo, cada unidad se considera una parte del todo. En el macrocosmos 
universal todo es doble, todo tiene dos polos, los opuestos son diferentes en 
grado, pero idénticos en su naturaleza. “La voluntad del Creador y la voluntad 
de la criatura, son cualitativamente diferentes, pero también en la experiencia 
son semejantes, puesto que la criatura y el Creador pueden colaborar en el logro 
de la perfección del universo.” 1279 
 
Cuando tomamos conciencia de 
esta realidad, el temor a la existencia es reemplazado por la fe y la confianza, 
lo cual crea la alegría que debe caracterizar la vida de todo hijo de Dios pues 
"una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de los que 
están seguros de Dios" 1766 porque “los creyentes están inmunizados contra la 
depresión que sigue a los cataclismos puramente materiales; los que llevan una 
vida espiritual no se inquietan por los episodios del mundo material. Los 
candidatos para la vida eterna practican una técnica vigorizante y constructiva 
para enfrentarse a todas las vicisitudes y todos los agobios de la vida mortal y 
cada día que vive un verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es 
recto“1739
 
yolanda silva 
solano