La parábola conduce a esforzar el pensamiento por el 
sentido del oído.
Libro de Urantia. Pág.1692

 
"Al enseñar a los apóstoles el valor de las 
parábolas Jesús llamó la atención sobre los siguientes puntos: La parábola 
posibilita la llamada simultánea a niveles diferentes de mente y espíritu. La 
parábola estimula la imaginación, desafía la discriminación y provoca el 
pensamiento crítico, promueve la simpatía sin despertar el antagonismo 
."1692
"La parábola va de las cosas conocidas al 
discernimiento de lo desconocido. La parábola utiliza lo material y lo natural 
como medio de introducción de lo espiritual . Favorecen la toma de decisiones 
morales con imparcialidad. Evade gran parte de los prejuicios y coloca una nueva 
verdad en la mente con sabiduría pero sin despertar la autodefensa del 
resentimiento personal" 1692
"El uso de la parábola, como medio de enseñanza, 
permite al instructor presentar nuevas y aun sorprendentes verdades, evitando al 
mismo tiempo, en gran parte, la controversia y enfrentamiento exterior con la 
tradición y las autoridades establecidas. También posee la ventaja de estimular 
la memoria, cuando los oyentes vuelvan a encontrar las mismas escenas 
familiares.”1692
"Los antepasados estaban dispuestos a ver a Dios en 
casi todas las cosas que sucedían. Buscaban la mano de Dios en casi todos los 
acontecimientos naturales y en cada episodio poco común para la experiencia 
humana. Relacionaban a Dios tanto con el bien como con el mal. Se tornó 
costumbre, creer que Dios los conducía a la tentación para probarlos, 
castigarlos o favorecerlos. Pero ya sabes que no es así. Sabes que los hombres 
con demasiada frecuencia, son conducidos a la tentación, por el ímpetu de su 
propio egoísmo y los impulsos de su naturaleza animal"1738
Las parábolas 
constituyen la mejor muestra del lenguaje de Jesús, pero no solamente de su 
lenguaje, sino también de su manera de ser; cercano a la gente humilde, atento a 
sus oyentes, solidario de los pequeños, admirador de la naturaleza, buen 
conocedor de la vida campesina, observador agudo de la vida cotidiana, de un 
corazón sensible, de una rica imaginación y de fino humor. Que beneficioso sería 
si en pleno siglo XXI  los acontecimientos diarios, los pudiéramos contar como 
parábolas, es decir sacando de ellos el significado y la practica de nuestra fe 
y de nuestra fraternidad.
yolanda silva 
solano