| Para ser verdaderamente espirituales, debemos mantener 
nuestra mente abierta a todo lo que ocurre en nuestro entorno, tanto en lo 
material como en lo espiritual y científico, porque nada debería ser sin 
importancia para un hijo de Dios, pues “un ser humano puede hallar la verdad en 
su experencia interior, pero necesita un claro conocimiento de los hechos para 
aplicar su descubrimiento personal de la verdad a las exigencias prácticas de la 
vida diaria.”1222   “La experiencia de conocer a Dios, la conciencia 
religiosa, debe estar dispuesta a someterse a la crítica inteligente y a una 
interpretación filosófica razonable, no debe tratar de ser una cosa separada de 
la totalidad de la adoración.”69  De allí que 
gran parte de nuestra evolución espiritual consiste en llegar a conocernos a 
nosotros mismos, no solamente desde el plano intelectual y emocional sino 
también desde nuestra condición de hijo de Dios, porque si lo hacemos en medio 
de nuestra vida común y rutinaria, ésta dejará de serlo, porque "la religión 
ennoblece la rutina de la vida diaria, pues la experiencia de una vida religiosa 
dinámica, transforma al individuo mediocre, en una personalidad de poder 
idealista.1094"    “El crecimiento 
espiritual del alma, tiene lugar de manera totalmente independiente de la 
autoconciencia intelectual.”66 Sin embargo, es preciso que nuestra mente tome 
conciencia del momento presente y sea capaz de unir su espiritualidad a lo que 
ocurre, porque no es tan importante lo que hacemos sino el cómo lo hacemos.  La 
impecabilidad en el hacer cotidiano, tiene que ver con nuestro nivel de 
conciencia pues al estar alertas,” la experiencia maravillosa de estar vivos, se 
lleva a cabo en “cuatro niveles cósmicos: el intelectual, el espiritual, el 
moroncial y el personal, es decir la conciencia de la mente, del alma, del 
espíritu y su unificación con la personalidad. Sólo entonces estaremos viviendo 
una experiencia viviente y de logro de la divinidad y basada en el servicio a la 
humanidad.”69  “Entonces, nuestra adoración a Dios es real, “porque el hombre 
puede comprender mejor la naturaleza divina, si se considera a sí mismo como 
hijo de Dios y mira a su Creador como su verdadero Padre espiritual”33 Entonces 
deja de ser un Dios lejano y se convierte en el mejor Socio y Amigo. 
   . yolanda silva 
solano     |