La religión ennoblece la rutina común de 
la vida diaria.
 
Libro de Urantia. 1094
 
 
 
 
La religión de Jesús que nos da a conocer el LU se 
diferencia de todas las religiones, no sólo porque no tiene templos,dogmas, 
diezmos ni jerarquías, sino también porque ella es absolutamente personal y se 
tiene que manifestar en medio de la rutina diaria, porque “la experiencia de una 
vida religiosa dinámica trasnforma al individuo mediocre, en una personalidad de 
poder idealista.”1094
 
No necesitamos templos de ladrillos, porque”el cuerpo 
físico de los mortales es el templo de Dios. Dentro de cada ser humano , habita 
un fragmento de Dios, una parte integral de la divinidad.”26
 
No tiene dogmas, porque  la verdadera religión es siempre “la 
inspiración de la naturaleza del hombre en evolucion, pero no es el secreto de 
ella, pues la evolución la debe buscar el ser humano por sí mismo.”1104 porque todos los hombres somos diferentes y “el amor 
del Padre glorifica a cada hijo. iluminando a cada miembro de la familia 
celestial, perfilando agudamente la naturaleza única de cada ser 
personal.”138
 
"La religión vive y prospera, no por la vista y el 
sentimiento, sino más bien por la fe y el discernimiento interior. Consiste, no 
en el descubrimiento de nuevos hechos o en el hallazgo de una experiencia única, 
sino más bien en el descubrimiento de significados nuevos y espirituales 
de los hechos ya bien conocidos por la humanidad. La experiencia religiosa más 
elevada no depende de actos previos de creencia, tradición y autoridad; tampoco 
es la religión el vástago de sentimientos sublimes y emociones puramente 
místicas. Más bien es una experiencia profundamente honda y real de comunión 
espiritual con las influencias espirituales residentes en la mente humana, y en 
cuanto dicha experiencia se pueda definir en términos de psicología, es 
simplemente la experiencia de experimentar la realidad de creer en Dios como la 
realidad de tal experiencia puramente personal. 1105"
 
No compliquemos nuestra vida buscando a Dios en las 
alturas inalcanzables, más bien dediquemos todas nuestras fuerzas en encontrarlo 
a cada momento en nuestro corazón, y en la persona de nuestros semejantes, que 
es donde en realidad El desea ser reconocido y amado. 
 
yolanda silva solano