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Masa, energía y espíritu
Elsa M.Glover 
  
  
  
  
  
La masa es una propiedad de la materia que la hace difícil de acelerar. 
La Segunda Ley de Newton establece que la aceleración de un objeto es igual 
a la fuerza neta que actúa sobre ese objeto dividida por la masa. Esto puede 
escribirse como: 
a=f/m 
donde "m" es la masa del objeto, "f" es la fuerza que actúa sobre el objeto y 
"a" es la aceleración de dicho objeto. De esta ecuación puede deducirse que 
cuando una fuerza actúa sobre un cuerpo, cuanta más masa tenga el cuerpo, 
menor aceleración se producirá. Debido a que un camión posee más masa que 
un automóvil, le es más difícil pasar del reposo a una velocidad máxima tan 
rápido como a un automóvil, y también tarda más en detenerse. La masa, 
además, influye en la atracción gravitatoria (peso). Cuanta más masa tenga un 
objeto, más atraído será por la fuerza gravitatoria en cualquier lugar donde se 
encuentre, es decir, tendrá más peso en ese lugar. Debido a que un camión 
tiene más masa que un automóvil es más difícil levantar un camión (moverlo 
contra la gravedad) que levantar un automóvil. 
Los científicos materialistas aceptan la realidad de cualquier cosa que 
tenga masa, si ellos la pueden ver, sentir una resistencia cuando tratan de 
moverla, y pesarla, entonces están dispuestos a creer en su existencia. 
Supongamos que tomamos un pedazo de hielo. El hielo tiene masa y se 
necesita una fuerza para acelerarlo o levantarlo. Supóngase, además, que el 
hielo se coloca en un plato y comienza a calentarse. Al rato se derretirá. Si 
continuamos calentándolo, se vaporizará y desaparecerá del plato. De hecho, 
todo objeto dotado de masa puede pasar a la fase de vapor si se le aplica 
suficiente calor y de esta forma se le puede hacer desaparecer. El científico 
materialista ha aprendido a expandir su imaginación y aceptar la desaparición 
ocasional de parte de lo que él considera real. Observa que aun cuando la 
materia se evapora y desaparece, puede condensarse y aparecer de nuevo. Un 
dato interesante en todo este proceso es que la masa total del sistema se 
mantiene constante, inclusive a través de la parte no visible del proceso. Si se 
evapora un kilogramo de hielo y luego se condensa y se recristaliza, entonces 
el bloque de hielo resultante tendrá una masa de un kilogramo. Debido a que el 
vapor posee la misma cantidad de masa sin pérdida alguna, se da credibilidad 
a la idea que el vapor, aun cuando invisible, es tan real como el sólido del cual 
se produjo. 
Con la llegada del siglo veinte, la imaginación de los científicos 
materialistas se expandió un poco más. En 1905 Albert Einstein teorizó que la 
masa y la energía pueden intercambiarse de acuerdo con la ecuación: 
E=m ·c2 
donde "E" es la cantidad de energía necesaria para producir una cantidad de 
masa "m" y c=2.998 x 108 m/s (velocidad de la luz en el vacío). Alternativamente 
"E" es la cantidad de energía que puede producirse de una masa "m". 
La ecuación masa-energía de Einstein ha sido verificada experimentalmente 
tanto en reacciones nucleares como en reacciones con partículas elementales. 
Se ha observado que la masa puede crearse de una radiación electromagnética 
en los llamados "eventos de producción de pares". Si pasa suficiente 
energía electromagnética (la cual no posee masa) cerca de un núcleo pesado, 
pueden generarse un electrón y un antielectrón (los cuales sí poseen masa). La 
presencia del núcleo es necesaria para absorber algo del momentum de la 
reacción. De la misma manera, pueden generarse un protón y un antiprotón, un 
neutrón y un antineutrón y cualquiera otra partícula y su correspondiente 
antipartícula. Algunos han teorizado diciendo que de esta forma fue creada 
originalmente toda la materia. Inversamente, cuando una partícula y una 
antipartícula se encuentran, ellas desaparecen y solamente permanece la 
radiación electromagnética sin ninguna masa. En el proceso de aniquilación de 
pares la masa no solamente llega a ser invisible sino que cesa de existir. Es 
interesante advertir, sin embargo, que cuando la masa cesa de existir, la suma 
total de la masa total y de la energía dividida por c2 permanece constante. Si un 
kilogramo de masa fuera convertido en energía pura (sin masa) en forma de 
radiación electromagnética y si toda esta radiación fuera atrapada y mantenida 
en condiciones apropiadas, sería posible teóricamente producir un kilogramo 
de masa (existen un sinnúmero de dificultades, si alguien tratase de hacer 
esto). El hecho de que la radiación electromagnética posee la propiedad masaenergía 
sin pérdidas da paso a la idea de que la radiación electromagnética, 
aunque no posea masa y no pueda ser empujada, atraída, o pesada es tan real 
como las partículas que sí poseen masa. 
La radiación contiene energía. Un sistema se dice que posee energía si 
tiene la capacidad de producir cambios en sí mismo o en otras cosas. Se sabe 
que las ondas electromagnéticas tienen energía porque pueden producir 
corrientes eléctricas (como hacen las ondas de radio y televisión a través de 
antenas), calentar objetos (como hacen los rayos del Sol y los hornos 
microondas), causar reacciones químicas (como hacen los rayos del Sol al 
contacto con las hojas de las plantas o con la piel humana). De ahí que la 
capacidad de hacer cosas haya sido aceptada como parte de la realidad por 
los científicos materialistas. 
Cuando el vidente investiga estos asuntos, está de acuerdo con las 
conclusiones de los científicos materialistas e incluso puede aportar algo más. 
Mientras que el científico materialista puede únicamente inferir la realidad del 
vapor y las ondas electromagnéticas, el clarividente puede ver directamente el 
vapor y las ondas electromagnéticas y, por consiguiente, confirmar su realidad. 
El vapor está clasificado por el clarividente como perteneciente a la Región 
Química del Mundo Físico, junto con los sólidos y los líquidos. Las ondas 
electromagnéticas y otros campos de fuerza que actúan sobre las partículas de 
la Región Química están en la Región Etérica del Mundo Físico. 
Adicionalmente, el clarividente puede ver y trabajar inclusive con estados más 
refinados de la materia a medida que eleva su estado de conciencia a lo que se 
llama Mundo del Deseo y Mundo del Pensamiento. Estos mundos superiores(*) 
son tan reales para el clarividente como los objetos sólidos para el científico 
materialista. El clarividente Max Heindel establece que la materia (ya sea en el 
Mundo Físico o en otros superiores) es espíritu cristalizado y que la energía (en 
todos los mundos) es el mismo espíritu, todavía no cristalizado. Materia y 
energía son reconocidas por el clarividente como parte de una única realidad, 
el espíritu. 
(*) El Mundo del Deseo y el Mundo del Pensamiento se dice que son "más 
elevados" que el Mundo Físico porque la materia en ellos vibra a mayor 
velocidad que la materia física (de la misma manera que los átomos de los 
gases vibran más rápido que los átomos de los líquidos y éstos a su vez más 
rápido que los átomos de los sólidos). Espacialmente, el Mundo Físico, el 
Mundo del Deseo y el Mundo del Pensamiento se interpenetran unos a otros 
(como lo hacen los sólidos, los líquidos y los gases en el Mundo Físico). 
  
  
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