ASTROLOGÍA ESPIRITUAL ROSACRUZ

 

 

LA ASTROLOGÍA: Revela al hombre a sí mismo, en mi opinión no hay otra ciencia tan abarcadora y profunda como ella porque revela la relación entre el hombre y Dios. Con la astrología podemos conocer nuestros poderes o debilidades, las tendencias y posibilidades que traemos en esa vida, nuestros deudas del destino, etc. Según este patrón, podemos empezar a trabajar sobre nuestro carácter (carácter es destino) por medio de aprovechar los períodos más propicios para desenvolver cualidades no desarrolladas, corregir defectos y eliminar inclinaciones negativas.

Es una ciencia exacta que define la acción de los astros sobre el ser humano y el mundo que le rodea. El horóscopo es una representación simbólica de los efectos y posibilidades que trae el karma a cada persona. No es un estudio de eventos pasados o futuros ni de buena o mala suerte, su propósito es iluminar, y su naturaleza es la representación simbólica de la conciencia evolutiva de la humanidad. Hay quien piensa que la astrología es el estudio de la influencia de los astros sobre el carácter, algo así como si tuviéramos que actuar bajo su dirección, este concepto equivocado e irracional intensifica los temores del hombre sobre su destino.

La astrología es un estudio simbólico de la conciencia evolutiva de la humanidad y el estudio de Leyes Universales en su aplicación a la conciencia en desarrollo.

 

PARA QUÉ SIRVE: Para determinar el patrón individual; para formar de manera científica y sistemática el carácter; para asesorar al adulto (padres, médicos, etc.); para marcar el momento exacto del cumplimiento del karma. (Es como un reloj)

 

CÓMO AFECTAN LOS ASTROS SEGÚN LA EVOLUCIÓN: Cuanto más atrasados, más respondemos a los rayos planetarios, cuanto más evolucionados, más gobierno tenemos sobre las estrellas y más libres somos. En la Época Lemúrica influían principalmente los planetas Marte, Saturno y Luna, y en la época Atlante comenzaron a influir en nuestro destino y en nuestra evolución Venus y Mercurio. Según evolucionamos adquirimos mayor conciencia de los planetas más elevados por medio de la asimilación de sus vibraciones en el bien obrar.

            Lo mismo que los planetas absorben los rayos del Sol para su propio desarrollo, así nosotros los asimilamos para nuestro crecimiento físico y espiritual. Por la acción y reacción de esas fuerzas  sobre nosotros es como aprendemos las lecciones de la vida.

 

CÓMO RESPONDEN LAS PERSONAS: Las influencias de las constelaciones se relacionan con el desenvolvimiento del Ego, y las de los planetas con la personalidad y el medio ambiente. La mayoría responde y sólo algunos se han liberado para dirigir conscientemente su evolución y para cooperar con los astros. Por el estudio de la astrología, podemos ver cuándo se ponen de manifiesto nuestras tendencias, así podremos dirigir nuestra evolución y no vernos obligados a tomar una dirección. Los planetas inclinan pero no obligan, nuestro deber es superar la influencia de los astros.

            Los rayos del Sol traen directamente la iluminación espiritual, los rayos de los planetas contribuyen a un aumento de la conciencia y al desarrollo moral, y los rayos reflejados de la Luna producen crecimiento físico.             Los rayos planetarios producen ciertos colores en el aura, además del básico como distintivo de la raza, por eso nosotros miramos el mundo como a través de un cristal áureo de colores que hemos creado, si éste es negativo, lo veremos negativo.

            El hombre está evolucionando a través de los signos, cada vida experimenta en todos ellos pero en particular del signo Solar y del Ascendente. El signo representa la energía con la que más trabajaremos, y el Ascendene el trabajo que tenemos que realizar para elevar la personalidad hacia la individualidad.

 

CÓMO NOS TRAEN EL DESTINO: No tenemos un cierto destino por haber nacido en un momento dado, sino que nacemos en un momento dado porque tenemos un destino que cumplir y que experimentar.

            Cada planeta tiene una vibración y todas unidas forman la música de las esferas, esta música hace que la humanidad evolucione, y como hay diferentes vibraciones en cada momento, cuando nace un niño, estas vibraciones le hacen diferente obteniendo así su propio destino. Cuando hacemos la primera inspiración es cuando grabamos en nuestros átomos esas vibraciones que serán la causa básica de todas las características de nuestra vida.

            Nuestro destino es el resultado de nuestras acciones, palabras y pensamientos del pasado, y por consiguiente, le debemos hacer frente para bien o para mal. Las estrellas marcan el tiempo más adecuado para la cosecha mirando siempre por nuestro desarrollo.

 

CÓMO MARCAN EL TIEMPO: Lo mismo que las manecillas de un reloj  marcan el tiempo que nos da las oportunidades en la vida, así los planetas marcan los acontecimientos de nuestra vida en los cuales no perdemos las oportunidades aunque, sin embargo, sí podemos cambiarlas.

 

LA CARTA ASTRAL: En sentido de evolución representa: ARIES, Yo soy; TAURO, Yo tengo; GEMINIS, Yo pienso; CÁNCER, Yo siento; LEO, Yo soy creador; VIRGO, Yo trabajo y sirvo; LIBRA, Yo me equilibro; ESCORPIO, Yo me regenero; SAGITARIO, Yo elevo mis ideales; CAPRICORNIO, Yo me comprometo; ACUARIO, Yo me entrego; PISCIS, Yo doy la vida.

            En sentido personal representa todos los  factores de experiencia, relación, estado de conciencia, lecciones kármicas, aspiraciones e ideales, inclinaciones básicas, y las tendencias o puntos de vista de la persona.

 

LOS SIGNOS: Son fuerzas estáticas que modifican y colorean las influencias de los planetas. Si los planetas nos inclinan a la acción, con los signos obtenemos el carácter y la capacidad interna, y las casas nos ponen los detalles y circunstancias de la vida.

 

LOS PLANETAS: Representan las facultades y poderes que tenemos para la expresión. Centralizan la expresión de los signos que representan y donde están. Son fuerzas que impelen y que causan las circunstancias y detalles de la vida. Representan los principios que hay que desarrollar y tomar conciencia a través de la evolución.

            A veces escuchamos frases como esta: “Esta persona tiene a Saturno mal aspectado, es malo”. No es así, los planetas no son malos sino que representan un principio del cual debemos tomar conciencia, y en este caso el individuo no lo ha hecho y por lo tanto no sabe utilizar lo positivo de Saturno.

 Los astros son jerarquías y éstas no pueden actuar mal contra nadie, la persona egoísta es porque no ha tomado conciencia del altruismo. Júpiter integra unos principios morales y espirituales en las personas, y cuando los han desarrollado, les bendice con bienes materiales, pero a la vez es una prueba para que no caigan en el orgullo, la ambición o la exagerada confianza propia. 

 

LOS SÍMBOLOS DE LOS PLANETAS:

 El Sol es el Espíritu, la expansión, vida y conciencia; La Luna es la personalidad; el Ascendente representa el cuerpo. Según las partes que componen el símbolo de cada planeta, representan lo siguiente:

SOL: La esencia de Dios, la expresión elevada del Espíritu y la voluntad.

LUNA: La personalidad, el instinto, la extracción de las experiencias y el cuerpo vital.

MERCURIO: Es el vehículo de la expresión de los demás, es la mente y foco del Ego; la expresión como libre albedrío.

VENUS: El Espíritu que se eleva sobre la materia después del sufrimiento causado por Marte, es la sabiduría manifestada.

MARTE: El Espíritu restringido por la materia, el Cuerpo de deseos que traerá guerra y sufrimiento.

JÚPITER: La liberación del Alma de la materia (benevolencia, expansión) después del sufrimiento de Saturno. Mente abstracta. El Maestro y filántropo.

SATURNO: El Alma obstruida por la materia, justicia y restricción, el recolector de lo que hemos sembrado para que tomemos conciencia y actuemos espiritualmente.

URANO: Venus más elevado. Contiene los 3 símbolos en un nivel superior a Venus.

NEPTUNO: Es la sumisión a la Voluntad Divina, el portador de la Luz espiritual.

PLUTÓN: La victoria del Espíritu y del Alma sobre la materia a través de la regeneración.

 

EL HORÓSCOPO: Es un cuadro simbólico de la conciencia humana y un cuadro de principios cósmicos manifestados a través de la humanidad. Muestra la fraternidad e igualdad humana (todos tenemos los mismos elementos), la única diferencia está en las circunstancias de cada uno según su evolución.

La acción en espiral de la rueda representa: 1º El recorrido de la conciencia a través de las experiencias. 2º El patrón abstracto del recorrido de cada planeta desde su signo de regencia a través de los 12 signos restantes.

La carta natal personal demuestra cómo interpreta nuestra conciencia la encarnación, y a través de qué medios de relación y experiencia tenemos que desenvolver y perfeccionar la conciencia. El individuo tiene una doble identidad: 1ª Sus incumplimientos y 2ª Sus cumplimientos relativos. El motivo de la reencarnación es realizar una identidad perfecta por medio del  desarrollo de sus poderes latentes.

Los elementos vibratorios del horóscopo contienen los secretos esenciales de todos los patrones y experiencias que el hombre tiene que experimentar. En un horóscopo calculado correctamente no hay nada por azar, accidente o capricho de un destino ciego. Cada posición  y cada aspecto son una fase de la conciencia del Ego, un elemento en su sendero espiritual.

En su interpretación se pueden ver cómo las causas pasadas provocan las condiciones presentes. Por ejemplo: Cuando vemos a alguien haciendo mal a otro, mostramos un mal sentimiento hacia él; eso significa que en el pasado ya lo hicimos. Nuestro peor aspecto en la carta representa a nuestro peor enemigo. Como el diapasón, nuestro enemigo estimula nuestra negatividad y nos causa dolor, y ese dolor nos indica que debemos superar o desarrollar algo (comprensión, tolerancia, envidia, humildad, etc.)

 

PARA QUÉ SIRVE UN HORÓSCOPO:

Para prevenirnos ante ciertos hechos y para conseguir otros.

Para utilizar los mejores períodos de la vida y corregir nuestros defectos y debilidades.

Para prevenir enfermedades y ayudarnos en la profesión, matrimonio, carácter, etc.

Para asesorar a otros positivamente.

Para ver como actúa el karma y anticiparnos a los hechos.

Para ver un karma maduro y cuándo se puede cumplir.

 

LAS CASAS

Son departamentos de experiencias por medio de las cuales se origina la evolución de la conciencia.

            Son el medio de enfocar nuestras expresiones y contienen principios relacionados con los signos que debemos aprender.

Así como los planetas enfocan los principios de los signos, las casas que contienen los planetas representan los patrones de relación y los lugares de actividad en la vida.

 

EL ASTROLOGO

            El verdadero astrólogo debe estar motivado por un amor impersonal que ayude al desarrollo espiritual, moral e intelectual de la persona. Su grado de desarrollo le inclina a hacer este servicio porque, normalmente, no encuentra satisfacción en lo personal y físico.

            El astrólogo debe transmutar lo negativo de su subconsciente, fortalecer y disciplinar sus facultades mentales, mantener su conciencia animada por el amor, y buscar siempre lo mejor en los demás. Debe interpretar los patrones de las cualidades anímicas que representan las posibilidades de desarrollo, para hacerlo correctamente, debe imponerse la responsabilidad de trascender sus negatividades. Su actitud debe ser impersonal y positiva, porque si no lo fuera, sus negatividades afectarían a la interpretación y limitaría sus habilidades.

            El astrólogo espiritual debe intentar ver lo positivo de los planetas (la conciencia elevada) ayudar, elevar, consolar e inspirar, pero sobre todo a valerse por sí mismo; debe purificar sus sentimientos y pensamientos para poder dar luz a las conciencias de los demás; debe ser siempre un aspirante a la vida espiritual y normalmente no se forma en una sola vida; debe encontrar los medios para poder regenerar las conciencias de los demás y para desenvolver la percepción e intuición de la Naturaleza Divina en el ser humano; debe tener discreción, responsabilidad y nunca cobrar nada por ayudar a alguien. 

 

                                                                       Francisco Nieto